Columnistas
Actualización catastral
Pagar los impuestos es un gran esfuerzo por parte de las familias y empresas que están obligadas a hacerlo.
No conozco a la primera persona a la que le metan la mano al bolsillo y no se moleste. No es usual que a alguien le agrade que le digan que le van a disminuir sus ingresos. Tampoco queda uno muy contento cuando le dicen que le van a subir los costos de un bien o un servicio. Lo mismo sucede con los impuestos.
No podría mentir; no voy al banco radiante de la felicidad cuando me llega el momento de pagarlos. Pagar los impuestos es un gran esfuerzo por parte de las familias y empresas que están obligadas a hacerlo. Cuesta, y a veces duele; eso tampoco se puede negar.
Lo que se recauda por impuestos se utiliza para muchas cosas que seguro ya sabemos, pero quisiera recordar rápidamente. Sirve para el funcionamiento del Estado, llámese nación, departamento o municipio.
En un distrito como Cali, esos dineros sirven para invertir en asuntos tan importantes como sostener los comedores comunitarios, con 80.000 raciones diarias para las personas más pobres; para poder financiar el transporte escolar y el PAE, con que se alimenta a los niños que van al colegio a estudiar; para mantener la red pública de salud, que hoy, con la crisis del sistema, se necesita más que nunca.
Se requieren para seguir reconstruyendo la malla vial; para poder sostener y aumentar los guardas de tránsito y así mejorar el control y la movilidad; para financiar de manera decidida a la fuerza pública y que tenga las herramientas para actuar en contra de los criminales callejeros.
No es chévere hablar de impuestos y menos en un país donde estos suben todos los años.
En Cali no se actualizaba el avalúo catastral desde hacía más de 6 años. Este año se hizo y eso, así uno quiera decir lo contrario, no es tan bacano. El efecto inmediato de la actualización catastral frente al pago de impuestos municipales es que sube el valor del impuesto predial. Lo que sí se debe tener en cuenta es que, independientemente del porcentaje que suba el avalúo, el impuesto predial no podrá incrementarse en más del 25 %. Sin embargo, suben los costos y, como lo dije en el primer párrafo, a nadie le gusta.
Lo cierto es que el distrito no tiene opción, la ley lo obliga a realizar la actualización catastral. Municipios como Bogotá lo hacen de manera disciplinada cada año y la gran mayoría de ciudades capitales del país están en la misma tarea.
La realidad económica también desborda la práctica, pues los predios se van valorizando comercialmente año tras año y por esa razón se debe revisar su avalúo.
Cali necesita desatrasarse. Cali tiene que retomar el rumbo. Para recuperar la ciudad se requieren inversiones significativas en infraestructura vial, deportiva, educativa, en salud, cultura, entre otras. Es indispensable ampliar los programas sociales como los comedores comunitarios, la alimentación y el transporte escolar. Se deben mejorar la movilidad y la seguridad.
Ahhh, eso sí… se debe confiar en la Administración Municipal, pero se deben ver las obras.
Lo cierto es que no es una decisión fácil ni taquillera actualizar los avalúos de los bienes de los caleños. No hay nada más impopular, pero es lo serio y lo responsable, si queremos una mejor ciudad.
Recuperar a Cali es tarea y responsabilidad de todos. Nadie dijo que iba a ser fácil y que no podría doler un poco…