El pais
SUSCRÍBETE
Claudia Blum

Columnistas

Alzhéimer: devastadora enfermedad

La noticia sobre esa aprobación menciona que al desacelerar la evolución del Alzhéimer los pacientes pueden llevar una vida independiente durante más tiempo...

28 de julio de 2024 Por: Claudia Blum

Nos aterra cómo todos los días aparecen miles de casos de Alzhéimer en el mundo. Aunque desde tiempos de Hipócrates (400 a. C.) se tiene noción de esta dolencia, la enfermedad fue identificada en 1901 por el médico y científico alemán Alois Alzheimer, que presentó el caso de una paciente llamada Auguste Deter de 50 años con síntomas de demencia. Auguste había mostrado cambios en su comportamiento y síntomas que fueron reconocidos como la enfermedad que llevaría el nombre del científico.

En los años 50 se creía que el Alzhéimer era una patología inherente a la edad mediana (40 – 60 años) y en la vejez o adulto mayor (de los 60 en adelante) se consideraba demencia senil. Los investigadores demostraron entonces que afectaba especialmente a adultos mayores y, debido a su superior longevidad, las mujeres tienen un riesgo mayor a desarrollarla. Sin embargo, se ha encontrado que el Alzhéimer precoz puede aparecer desde los 30, 40 y 50 años, y aunque es menos común se cree que esta manifestación temprana puede deberse a una predisposición genética. Diversos genes se relacionan con síntomas como pérdida de la memoria, desorientación espacial, trastornos del cerebro y del sistema nervioso que obstaculizan las tareas o movimientos cotidianos.

Desde hace más de 100 años, cuando se conoció la enfermedad, para médicos y científicos ha sido uno de sus mayores retos encontrar las causas y medicamentos para frenarla. Entre los proyectos para el desarrollo de terapias, en Estados Unidos se diseñó en 2014 un ensayo clínico para la prevención con el fin de evaluar si la disminución de la proteína amiloide podía retrasar la pérdida de la memoria. Al año siguiente, apareció el Consorcio EPAD con la participación de 36 instituciones europeas desde laboratorios farmacéuticos, universidades y centros de investigación para explorar nuevos tratamientos que incidieran en las fases iniciales del Alzhéimer para retrasar la aparición de sus síntomas. Son también mundialmente reconocidas las investigaciones del premiado neurólogo Francisco Lopera en Antioquia, enfocadas al alzhéimer precoz.

Entre los tratamientos anunciados, el pasado 3 de julio se divulgó la aprobación por parte de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) del fármaco donanemab producido por Eli Lilly, otro ejemplo de alentador avance. Sobre este, las noticias explican que se trata de un anticuerpo monoclonal que ayuda al organismo a eliminar la placa amiloide acumulada en el cerebro, una placa de proteína beta-amiloide que se deposita en las neuronas, interrumpe la comunicación entre ellas y contribuye a la pérdida de funciones cognitivas, características del Alzhéimer. La noticia sobre esa aprobación menciona que al desacelerar la evolución del Alzhéimer los pacientes pueden llevar una vida independiente durante más tiempo y participar con más seguridad en sus actividades diarias.

Diversas investigaciones indican también que condiciones como hipertensión, colesterol alto, diabetes, obesidad, adicción al cigarrillo, sedentarismo, falta de actividad mental, dietas desbalanceadas y aislamiento social, son factores de riesgo. Por eso, la estimulación cognitiva, la terapia ocupacional, la musicoterapia y adoptar una forma de vida saludable pueden contribuir a reducir probabilidades de desarrollar Alzhéimer. Hoy se conoce que el ejercicio diario, el control del sueño, estar mental y socialmente activo, sostener una dieta alimenticia saludable, son todas prácticas que ayudan a retrasar el desarrollo de la enfermedad.

Los recursos dedicados a la investigación en este campo no han sido tan altos como los asignados a enfermedades como el sida y el cáncer, y los fármacos existentes no han podido detener el Alzhéimer ni restituir el deterioro cognitivo causado por el trastorno. Los últimos avances en las investigaciones científicas y el potencial de nuevos medicamentos, abren esperanzas para mejorar la calidad de vida de los que padecen la enfermedad y sus seres queridos. Todos estos descubrimientos dejan una puerta abierta en la prevención y el tratamiento de esta devastadora afección.

Regístrate gratis a nuestro boletín de noticias

Recibe todos los días en tu correo electrónico contenido relevante para iniciar la jornada. ¡Hazlo ahora y mantente al día con la mejor información digital!

AHORA EN Columnistas