Columnistas
Depresión: el azote mundial
Los trastornos mentales son, de lejos, la primera causa de incapacidad a nivel mundial.
La depresión ocupa el primer lugar entre estos trastornos. Frente a esta situación hay una apatía gubernamental y una enorme falta de información de la población general que son inaceptables.
En Colombia más del 60 % de la población ha tenido un problema de salud mental según una encuesta del ministerio de salud de octubre 11 de 2023 y más del 70 % de los encuestados reporta que nunca les preguntan sobre su salud mental cuando acuden a los servicios de salud.
La cuantificación de la carga de morbilidad causada por los trastornos mentales ha sido documentada por diversos estudios que confirman el enorme impacto negativo de los trastornos mentales en general y la depresión en particular: constituyen-por encima de los accidentes y las enfermedades infectocontagiosas-la primera causa global de incapacidad.
Las razones de la subestimación del papel que tienen los trastornos mentales en la incapacidad, son diversas. Primero, las enfermedades mentales y neurológicas que tienen síntomas similares, se diagnostican más como trastornos médicos que emocionales y de esa manera su origen mental queda oculto. Segundo, todos los síndromes crónicos dolorosos de carácter músculo esqueléticos se agrupan como consultas médico-neurológicas, ignorando su origen emocional. Tercero, los trastornos de personalidad especialmente los narcisistas y sociopáticos, al no identificarse, no se diagnostican y por lo tanto no aparecen en las estadísticas. Cuarto, la mortalidad por diversas causas casi nunca se asocia a trastornos mentales y por lo tanto se ignora el papel fundamental que juegan a lo largo del tiempo en la determinación de la muerte del paciente. Quinto, la naturaleza silenciosa de esta enfermedad, la cual cursa de forma crónica por meses o años sin ser identificada ni por el paciente, ni por sus allegados, ni por el sistema de salud. Por último, los trastornos mentales se suelen parapetar detrás de síntomas físicos como cansancio, aburrimiento, procrastinación, disminución de la concentración, irritabilidad, e ideas obsesivas, entre otros.
Como si lo anterior fuera poco, existen muchos prejuicios al respecto de los trastornos mentales y una enorme resistencia a aceptar la depresión porque genera vergüenza social. Algunos trastornos mentales comunes y tratables suelen asociarse erróneamente con la locura. Además, a pesar de algunos esfuerzos por educar a la población, muchos todavía creen en el mito según el cual los trastornos mentales solo afectan a los débiles. Pocas creencias están tan lejos de la realidad. La lista de personas “fuertes” que sufrieron o han sufrido depresión es muy larga e incluye, entre muchos más, a Winston Churchill, Abraham Lincoln, Theodore Roosevelt, y Ernest Hemingway.
La consecuencia más grave de la desinformación sobre los trastornos mentales, incluyendo la depresión, es que siguen sin identificarse y por lo tanto sin tratarse. Contribuyendo de esa forma al sufrimiento innecesario de millones de personas.
Nota: El 31 de agosto de 2024, en el Centro de Convenciones en el marco de “Exposer:
Conciencia para un mundo mejor” se ampliará este tema.
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