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Deterioro de la seguridad

La apuesta por la paz total del gobierno ha traído como resultado más inseguridad, más extorsión y más secuestros.

14 de diciembre de 2024 Por: Jorge Alberto Criales
Jorge Alberto Criales
Jorge Alberto Criales | Foto: El País

El Eln utiliza la mesa de diálogo en función de su lucha armada y no de lograr un acuerdo que conduzca al abandono definitivo de esta. Los intentos de lograr la paz son loables, pero no puede hacerse de cualquier modo ni lograrse a cualquier precio, como pareciera ser el mensaje que envía el gobierno.

Los infames atentados que han cobrado la vida de numerosos soldados, revive la necesaria discusión sobre si vale la pena continuar el proceso de paz con esa guerrilla. El Eln tiene que dar muestras claras de su voluntad de no continuar con sus actos terroristas. Es necesario también que el gobierno revise su estrategia de la paz total, por la falta de resultados. La gran mayoría de colombianos siente que sus principales preocupaciones son la inseguridad, el que estamos perdiendo territorio y el que la paz va por mal camino. La pérdida de control de más del 30 % del territorio son los reales resultados de la mal llamada paz total. Es que el cese del fuego solo opera en una sola vía. La seguridad no ha hecho sino deteriorarse bajo la presidencia de Petro.

El grave problema de orden público y la pérdida de control de territorio es producto de una política de paz mal concebida, de la que solo sacan beneficio los criminales y los guerrilleros. El país siente que está siendo entregado a la delincuencia. La apuesta de la paz total no le ha permitido al gobierno contener la acción desestabilizadora de los grupos armados.

Los avances en materia de seguridad continúan siendo insuficientes si el objetivo es tener una nación en paz y que realmente garantice la protección de la vida de sus habitantes. Por el contrario, existe un gran deterioro del orden público en varios departamentos del país y una caída de la percepción de seguridad sin la cual ningún país puede prosperar.

Los grupos criminales al margen de la ley están ocupando cada vez más territorios. También sigue aumentando como nunca el área de cultivos ilícitos. Una causa importante de la violencia surge por las disputas a la hora de controlar rutas para la obtención de rentas ilegales a partir del narcotráfico y de la minería.

La apuesta por la paz total del gobierno ha traído como resultado más inseguridad, más extorsión y más secuestros. Mientras Petro piensa en las elecciones de 2026, el país está desfinanciado y la inseguridad crece. La prioridad no es la reactivación económica o frenar la toma territorial que están haciendo las organizaciones ilegales, sino mejorar su favorabilidad y que el Pacto Histórico vuelva a ganar las próximas elecciones presidenciales.

La decisión de que las negociaciones estuvieran acompañadas por ceses del fuego, antes de lograr sus objetivos, termina convertida en una oportunidad que los grupos criminales han aprovechado para fortalecer sus posiciones.

Los ceses de fuego no mejoraron la seguridad porque no se respetan las reglas de juego acordadas en las mesas de negociación.

No está claro si el gobierno está negociando la paz o se está sometiendo a las organizaciones armadas ilegales. En los últimos años, se ha perdido mucho terreno. Atravesamos por un momento crítico en materia de seguridad. A menos que haya un cambio por parte del gobierno, el escenario apunta a un mayor deterioro, un tema que seguramente será prioritario en la campaña electoral de 2026.

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