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Angela Cuevas de Dolmetsch

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Ecoaldeas para salir de la pobreza

Con 50.000 hectáreas y 10.000 madrinas y o padrinos este proyecto resolvería el problema de la tierra en Colombia sin grandes traumatismos de expropiación y quizá con un menor costo.

5 de mayo de 2023 Por: Angela Cuevas de Dolmetsch

Anoche el Senado aprobó el Plan Nacional de Desarrollo. Infortunadamente el artículo que le daría paso a la reforma rural integral, que formó parte de los acuerdos de paz con las Farc y que el gobierno anterior no puso en práctica, solo se aprobó parcialmente. En 87 años, con tres intentos de reformas agrarias redistributivas, la concentración de la propiedad de la tierra en Colombia sigue siendo muy alta, el coeficiente de Gini tierras es de 0,87%. La población rural en Colombia es de más de 32 millones y el 75% de los municipios están en el campo y si lo miramos por ingresos, en el año 2020 el 42,9% era pobre y el 48% se encontraba en condición de vulnerabilidad.

Ante esta situación es importante que este gobierno mire a su alrededor y encuentre proyectos exitosos de la sociedad civil que se están dando en Colombia, que han sido premiados a nivel mundial y que son menos traumáticos que aquellos que se les pueda ocurrir a los ministros de turno y que incluyen propuestas innovadoras con protección ambiental y energía alternativa por eso hay que mirar a las ecoaldeas.

El movimiento mundial de ecoaldeas GEN (Global Ecovillage Network) cuyo propósito es crear un mundo de comunidades empoderadas, implementando sus propios caminos hacia un futuro sostenible y construyendo puentes de esperanza y solidaridad internacional tiene varios miembros en Colombia. Uno de ellos ganador de los Premios Verdes 2023 con un proyecto titulado ‘Formas de Acabar con la Pobreza’ en que muestra cómo una ecoaldea de interés social logró que sus 80 familias pasarán de estrato 0 y 1 a estrato 3 en un período de 20 años y cómo los hijos de esas familias son hoy profesionales cuando algunos de sus padres no fueron a la escuela porque se desmayaban del hambre. Sería del caso explorar estos modelos.

En cinco hectáreas de terreno se podría construir una ecoaldea para 100 familias manejada por mujeres. Sería un conjunto cerrado. Las casas serían gratuitas como lo propone el RRI, habría espacio para cultivos como plátano, maíz, aguacate y cada familia tendría su propia huerta para seguridad alimentaria. Las familias tendrían pollos, codornices, gallinas y hasta un par de vacas u ovejas, también un lago con tilapias que aseguran las proteínas necesarias. En la ecoaldea premiada hay 38 proyectos productivos. Se ha generado una economía interna y circular, que utiliza su propia moneda. Uno de los proyectos productivos es la recolección de residuos sólidos y la elaboración de productos derivados, también se elabora compost.

El millón de familias campesinas que no tienen tierra se agruparían en 10.000 ecoaldeas de cinco hectáreas cada una para 100 familias por ecoaldea. Tendrían energía solar como ya se está implementando en varías regiones apartadas de Colombia. ¿Y cuánta tierra se necesita? Con 50.000 hectáreas y 10.000 madrinas y o padrinos este proyecto resolvería el problema de la tierra en Colombia sin grandes traumatismos de expropiación y quizá con un menor costo.

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