Empeños colectivos

Al retomar esta semana la lectura de una serie de columnas y artículos que había dejado en espera, dos de ellos me llamaron poderosamente la atención, ya que abordan, desde diferentes ángulos, la importancia del liderazgo colectivo para impulsar las transformaciones grandes y pequeñas que demanda nuestro país, a partir de reconocer en mayor medida el aporte que hacen miles de colombianos, todos los días, desde todas las regiones.

Me refiero primero a la columna del exministro Mauricio Cárdenas, ‘Una mirada desde afuera’, en la que cuenta las percepciones obtenidas tras la visita al país de un grupo de estudiantes de la maestría en Liderazgo Global de la Universidad de Columbia. Sus estudiantes no podían entender cómo “un país tan rico como el nuestro es al mismo tiempo tan pobre”.

El otro artículo, titulado ‘Azul Profundo’, publicado en la Revista Credencial, responde a la pregunta de los estudiantes al ejemplificar de manera positiva por qué en medio de tanta riqueza representada, por ejemplo, por la biodiversidad, no podremos alcanzar los niveles de equidad necesarios si no nos apalancamos en la innovación y la transformación productiva.

Es la historia de Nicolás Cock Duque, fundador de la empresa Ecoflora Cares. A Cock una mujer emberá le explicó los usos que los indígenas daban a un pigmento especial, que luego descubrió permite sustituir un proceso químico, lesivo y contaminante, por uno biológico y natural único en el mundo. Se trata del extracto de la Jagua, como se conoce a la fruta de la cual se extrae el pigmento, que es apetecido en el mundo por ser insaboro, inoloro, hidrosoluble, veinte veces más intenso que otros azules y único en mantenerse estable en alimentos y bebidas. ¡Es una maravilla que se produce en Colombia!

Ambos textos nos señalan el desafío que como país tenemos de fortalecer múltiples iniciativas maravillosas en las regiones a través de ver el liderazgo colectivo como una potente fuerza de desarrollo, a partir del impulso de nuestras ventajas comparativas que son las que nos permite producir a menores costos. También, las ventajas competitivas que nos llevan a ser más eficientes.

Con el fin de aportar a este propósito, Confecámaras y las Cámaras de Comercio, hicimos una alianza con la Cooperación Alemana para el Desarrollo - GIZ, para facilitar las exportaciones de productos agrícolas de Colombia a la Unión Europea, con el apoyo del gobierno alemán a través del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).

Esta alianza permitirá implementar acciones para ampliar el acceso al mercado alemán de productos agrícolas como el café, la palma de aceite y el cacao bajo criterios de derechos humanos, sociales y ambientales, identificando retos y oportunidades en el mercado de productores y empresarios.

Sin duda, los empeños colectivos nos abrirán un camino sólido al crecimiento y el bienestar, estableciendo planes conjuntos desde los diferentes sectores, público, privado y fundacional. Para ello, debemos superar barreras, creer más en lo que tenemos y, como Nicolás Cock, mostrarle al mundo la riqueza de Colombia, lo que nos permitirá avanzar hacia otro nivel de desarrollo.