Conciencia colectiva
La pandemia por coronavirus tomó por sorpresa al mundo. Al momento de escribir la columna ya son 181 países con más de 335.000 casos confirmados, 306 infectados en Colombia y 37 casos en el Valle.
La pandemia por coronavirus tomó por sorpresa al mundo. Al momento de escribir la columna ya son 183 países con más de 378.041 casos confirmados, 378 infectados en Colombia y 66 casos en el Valle.
Explican los expertos que el virus se mueve con las personas. Quedarse en casa es la mejor forma de frenar lo que ellos llaman la ‘curva epidemiológica’, pues enfrentamos un virus de altísima capacidad de contagio y crecimiento exponencial.
El aislamiento social es la medida más sensata y a la vez, la forma en la que podemos hacer conciencia de que no estamos solos, de que nuestro cuidado es también el cuidado de los demás. Termina siendo una bonita paradoja, pues atender al aislamiento individual es la medida más humana, social y de solidaridad colectiva que podamos asumir.
No todos tienen la fortuna de quedarse en casa, hay una población que debe seguir en las calles y que hoy más que nunca requiere nuestra atención. Estamos de cara a un virus que nos ha enfrentado al miedo colectivo, que ha desafiado nuestros gobiernos y ha forzado el cambio de nuestros hábitos. Pero también, estamos frente a un virus que puede sacar lo mejor de nosotros: la unión, la cooperación, llevarnos de nuevo al centro, a lo verdaderamente importante. Para superar el coronavirus tenemos que acudir a la conciencia colectiva. El individualismo nos llevaría al fracaso, solo la unión y la solidaridad nos llevará al éxito.
Bien lo expresó la canciller alemana Ángela Merkel al afirmar que después de la Segunda Guerra Mundial no se había planteado otro desafío en el que todo dependiera tanto de la actitud solidaria.
Este es el momento de volver a nuestras casas, de compartir recursos en cambio de acapararlos, de compartir tiempo con las familias, de cuidar y proteger a los mayores. Es tiempo de dejar florecer nuestro sentido de comunidad. No perdamos el humor, pero es hora de pasar de los memes, a ser protagonistas de este momento que nos llama a ser verdaderamente humanos y sociales.
Es hora de pensar como especie: acerquémonos a los vecinos, ayudemos, en nuestros edificios y unidades, a los más vulnerables a hacer la compra del mercado o los medicamentos; colaboremos con la mamá cabeza de hogar; compremos y consumamos con responsabilidad y pensando en los demás.
Esta es una crisis que nos toca a todos, que nos interconecta y nos hace interdependientes, entendiendo que nos necesitamos unos a otros. La calma, la tranquilidad y valores como la cooperación y la solidaridad son las vacunas que tenemos en nuestras manos para contribuir a enfrentar este virus durante el tiempo que tengamos que hacerlo.
Es el momento de ser creativos, de innovar y pensar distinto, de ver una manera diferente los desafíos que nos trae el futuro. Desde las mismas familias, los sistemas educativos y de salud, la economía, los negocios y el cuidado de los niños y adultos mayores. A todos el coronavirus nos ha llevado a reinventarnos. Los desafíos que nos dejan las crisis son para superarlos con creatividad y recreando lo que hasta hoy hemos sido.
Confío en que todos habremos aprendido algo y saldremos distintos de esto. No se trata solo de que salgamos sanos, sino también saludables interiormente, mirando desde ya la vida y a los demás, en otra escala de color. Una donde los valores de la solidaridad y el cuidado por nosotros mismos, por los demás y por nuestro planeta, brillen más.
Sigue en Twitter @Juanes_angel