Columnistas
La industria de modelos Webcam
La mayor parte de las personas que ingresan como modelos son personas vulnerables, lo hacen por necesidades económicas y con la esperanza de salir de la pobreza.
Poco se habla de la industria de las modelos y los modelos Webcam. Colombia es el segundo país del mundo después de Rumania. Se dice que es una actividad económica muy lucrativa, ¿pero para quién? Según el Ministerio del Comercio, crea entre cien mil y trescientos mil puestos laborales directos para mujeres y hombres de diferentes tendencias sexuales y aporta 1,5 billones de pesos al año para la economía del país. Aunque empezó desde los años 90 fue más que todo a raíz de la pandemia que se proliferó esta actividad, que infortunadamente como todo aquello que está en las zonas grises de la moralidad y la ley no parece haberse reglamentado.
La magistrada Karena Caselles fue la ponente, que logró la Sentencia T-109 del 2021 de la Corte Constitucional para proteger a una mujer que había sido despedida de un Estudio Webcam y no le fueron reconocidas las prestaciones sociales correspondientes. En ese caso, los derechos laborales de una mujer embarazada. Posteriormente, se han presentado varios proyectos de ley al Congreso, pero sin mucho éxito, pues hay poderosos gremios económicos que no quieren ser afectados, no quieren pagar impuestos, ni mucho menos cumplir con las exigencias del código laboral en cuanto a horas de trabajo, higiene física y mental, privacidad, incapacidad, parafiscales, respeto a la identidad de la persona etc.
La mayor parte de quienes ingresan como modelos son personas vulnerables, lo hacen por necesidades económicas y con la esperanza de salir de la pobreza. Esa es la forma como se publicita la industria. La dura realidad es distinta. Cuenta una modelo que la competencia es feroz. Como no hay horarios y son vinculadas por prestación de servicios, pueden pasar horas y horas esperando un posible cliente, para ganarse a veces no más de 50.000 o 100.000 pesos en una semana. Otras que han tenido un poco más de suerte, terminan estigmatizadas por el vecindario y han tenido que irse a vivir a otro lado. También es complicado cambiar de profesión, la referencia de ser modelo Webcam no es la mejor para trabajar en otro lugar, lo que le complica su vida laboral a largo plazo.
Las modelos Webcam están expuestas a extraños fetiches, algunos sin mucha trascendencia, como aquellos que solo se sienten excitados por los dedos de los pies, pero otros muchísimo más denigrantes. La mayor parte de los jefes son hombres y no practican la ética del cuidado, no entienden la incapacidad de una modelo en ciertos días del mes, usan palabras soeces, si el cliente no está contento y por eso están expuestas a explotación y abuso. Otra modelo se dio cuenta que su cliente era su padre.
Los efectos psicológicos pueden ser incapacitantes y como no es el caso de las Geishas, que tienen una formación espiritual desde pequeñas, esta profesión en el mundo occidental va creando una masa de personas que van a envejecer traumatizadas, infelices y quién sabe si enfermas.