Columnistas
La ley de Murphy, en el Pacífico...
¿Hasta cuándo ese “complejo de Adán”, de Gustavo Petro, seguirá persiguiéndonos, creyendo que este mundo, (o, al menos este país) estaba lleno de estúpidos...
La famosa “Ley de Murphy” es un principio que establece que: “si algo puede salir mal, saldrá mal.” Y se utiliza para describir situaciones en las que las cosas parecen tomar un giro inesperado o negativo. En principio, la ley fue enunciada por Edward Murphy, (que trabajó en experimentos con cohetes sobre rieles, en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos), en 1949. Murphy, frustrado, le echó la culpa, de manera arrogante, a su asistente, diciendo: “Si tiene forma de cometer un error, lo hará…”
Pues moviéndome en el marco teórico de las Leyes de Murphy, he encontrado otro principio que dice: “No hay situación, por mala que esté, que no sea susceptible de empeorar…” Y se me ocurre que este teorema es perfectamente aplicable a la propuesta del gobierno que se cierne sobre la costa pacífica y el suroccidente colombiano, al pretender crear el “Departamento del Litoral Pacífico”, amputándole a la geografía actual de Chocó, Valle, Cauca y Nariño, una franja compuesta por los municipios costeros, tales como: Juradó, Bahía Solano, Nuquí, Bajo Baudó y El Litoral de San Juan, en el Chocó; Buenaventura en el Valle del Cauca; López de Micay, Timbiquí y Guapi, en el Cauca; Santa Barbará, El Charco, La Tola, Olaya Herrera, Mosquera, Tumaco y Francisco Pizarro en Nariño.
Es cierto que eso lo propuso Petro en su campaña. Y como en este país, en campaña todo vale, le comieron cuento y ya hay varios líderes avispados acosando con el cumplimiento de esta propuesta tan descabellada como el tren elevado entre Buenaventura y Barranquilla. O como la promesa que sí le cumplió a Francia Márquez, creándole el ‘importantísimo’ Ministerio de la Igualdad, cuyo proyecto más destacado se ejecutó la semana pasada, consistente en la invitación a los Duques de Sussex al Petronio Álvarez.
Francamente, no creo que el Congreso le camine a una propuesta tan traída de los cabellos, como esa, comenzando por el absurdo de creer que el Valle se dejará quitar a Buenaventura, para regalárselo al nuevo departamento. Y, así: ¿se dejará Nariño, también quitar a Tumaco, para el mismo objetivo? Y, ¿será capaz el Cauca de regalar Guapi, Timbiquí y López de Micay, para completar el absurdo?
¿Hasta cuándo ese “complejo de Adán”, de Gustavo Petro, seguirá persiguiéndonos, creyendo que este mundo, (o, al menos, este país) estaba lleno de estúpidos, hasta que él nació, con la facultad extraordinaria y divina de reformar todo? No...
La salud, la educación, las pensiones, la propiedad privada, la organización política, los partidos, las relaciones laborales, los tributos, la historia, el Capitolio, el escudo nacional, etc. Todo, todo, está malo… Pero nuestro Dios nos compensó el 19 de abril de 1960, enviándonos un “precioso bebé” que se llamaría Gustavo Francisco Petro Urrego, capaz de modificar la geografía nacional, el mundo y hasta el espacio sideral, “esparciendo el virus de la vida por las estrellas del universo”.
Naturalmente, habrá muchos interesados en la conformación de este absurdo geo-político, para poder “manejar” los recursos presupuestales, con los mismos principios de eficiencia del Ministerio de la Igualdad (que a duras penas sobrepasa el 1% de ejecución de su presupuesto, a los 18 meses de asignado…); Y con los mismos principios de transparencia aplicados en la Ungrd.
Menos mal que esto no sucederá porque requiere reforma Constitucional y legal… Pero están en ello… Sin embargo, esta locura me hizo recordar que, en los años 50 del siglo pasado, aquí en el Cauca, se habló de dividir más su territorio, para crear el “Departamento de Obando”, que incluiría a los municipios de: Santander de Quilichao, Buenos Aires, Caloto, Miranda y los demás. La unidad de los promotores se reventó cuando, al definir su capital, el gobernador de entonces dijo: “Será Puerto Tejada”... Lo que sí avanza con fuerza, en todas las direcciones, es el cada vez mayor desplazamiento de las competencias del gobernador del Cauca y de los alcaldes municipales, hacia las autoridades indígenas, vía decretos Petro… ¡Ojo!, Gobernador Octavio y alcaldes, que, de seguir así, tendrá más funciones el alcalde de la Ciudad de Hierro.