Opinión
La reflexión de Blades
Durante su gobierno, Petro ha sido poco cortés para dirigirse a su hijo Nicolás. Desde su confesión de que lo tuvo, pero no lo crio…
En un reciente concierto del cantante Rubén Blades en Bogotá, el afamado artista envió al presidente Petro este mensaje: “Presidente, familia es familia”. Dado el entorno político, jurídico y noticioso creado alrededor de las explosivas declaraciones de Nicolás Petro, la opinión no ha podido descifrar cuál fue el exacto sentido del mensaje de Blades al presidente.
Los que manejan el Twitter de Petro se apresuraron a entender que la reflexión de Blades era un apoyo al presidente y procedieron a agradecerlo. Pero otras opiniones alaban la capacidad del gran autor panameño para escribir entre líneas y enviar mensajes crípticos.
Damos por sentado que las relaciones familiares pertenecen al orden estrictamente personal. Pero es imposible desconocer que Petro y su familia son figuras públicas. Durante su gobierno, Petro ha sido poco cortés para dirigirse a su hijo Nicolás. Desde su confesión de que lo tuvo, pero no lo crio, hasta la airada petición de que a su propio hijo lo investigara la Fiscalía.
Craso error político que no consiguió lavar las manos del presidente y sí contribuyó al hundimiento de Nicolás. El veterano congresista del Atlántico Roberto Gerlein dijo alguna vez: “Nunca pidas que te investiguen, porque te investigarán”.
Lo cierto es que no existe nada más desequilibrante en la vida de los mandatarios que las refriegas y conflictos familiares. El primer ministro Winston Churchill tuvo una familia desquiciada y lo que más le golpeó fue el reiterado apego al alcohol por parte de su hija Sarah.
Las casas reinantes que aún sobreviven experimentan los constantes escándalos de sus miembros. Rara vez, sin embargo, los gobernantes dan el paso al costado que en ocasiones se impone como la única salida viable para sus países. Al rey Juan Carlos de España su afición a la cacería y a la persecución de damas ajenas a su hogar lo obligó a abdicar.
Desde luego en el plano íntimo las relaciones entre Petro y su familia deben ser solucionadas por ellos. Pero los 11.200.000 colombianos que votaron por Petro más los 10.500.000 que no lo hicieron, necesitan un presidente dedicado a gobernar los asuntos públicos y no dedicado a solucionar querellas familiares. Es muy delicada la situación que para la institucionalidad del país han creado las declaraciones del hijo de Petro y de su antigua esposa.
Conociendo la soberbia del presidente, no es de extrañar que en su último discurso público manifestara que él gobernaría hasta el 2026 o hasta que el pueblo que lo eligió lo decidiera. Desconoció así por completo la separación de poderes y descalificó de entrada las decisiones de los jueces. Petro debería explicar los motivos de sus 20 viajes al exterior y cuál ha sido la utilidad que el país derivó de ellos.
Un presidente tan golpeado en su imagen personal difícilmente podrá manejar con serenidad las relaciones exteriores del país. Peruanos, guatemaltecos y salvadoreños ya inauguraron el capítulo de las burlas a nuestro primer magistrado.
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Posdata: No todos los políticos son piratas, predadores del erario y promeseros sin remedio. Un político correcto y decente como pocos, German Villegas Villegas, falleció hace 5 años y sus amigos nunca hemos dejado de lamentar su pérdida. Cali y el Valle del Cauca recuerdan sus admirables gestiones.
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