Antropocentrismo
El mito Narciso vivido en colectivo en nuestras sociedades obsesionadas con lo humano es otra manera de entender ese antropocentrismo.
Es un término que aprendí esta semana en un taller sobre Ecología del alma en la Eco Aldea, La Atlántida en el Cauca. Tiene que ver con el concepto que tenemos los humanos de que el universo gira alrededor nuestro, que este bello planeta y sus habitantes, llámense flora, fauna, minerales, subsuelo, son para nuestro beneficio. El relato bíblico del Génesis dice que Dios le entrega al hombre, Adán, el poder de gobernar sobre todas las cosas y especies. Además, la expulsión del paraíso por ‘culpa’ de la mujer que pecó al comer la manzana, plantó en el inconsciente colectivo la idea de que la naturaleza es el enemigo y necesita ser dominado. Ha hecho que el ‘Homo Sapiens’ tenga al planeta en las paupérrimas condiciones actuales.
Pero quisiera que los talleristas fueran los que nos explicaran mejor el concepto.
Jorge Calero, biólogo: Creernos la vara con la que todo se mide es algo muy difícil de desprendernos, de hecho, permea casi la totalidad de nuestras maneras de construcción de sentido. Por ejemplo, los derechos humanos se consideran el ápice de la madurez social y jurídica. ¿Pero el derecho humano a la vida o a la salud no son unos derechos menores en frente de los derechos de la naturaleza, fuente indiscutible de las condiciones para nuestra vida y salud? El mito Narciso vivido en colectivo en nuestras sociedades obsesionadas con lo humano es otra manera de entender ese antropocentrismo. Si tan solo fuésemos capaces de abrir nuestra capacidad de identificación hacia esferas aún mayores, hacia los sistemas más grandes que nos contienen, podríamos experimentar un viaje de descubrimiento tan fascinante como el de una célula de nuestro fémur que de repente comprende que es parte de un todo más fascinante, un ser humano.
Holger Hieronimi, diseño regenerativo eco-social: El éxito de nuestra especie se apoya en la compleja y asombrosa biodiversidad de los sistemas naturales. Hay bosques, agua limpia, suelos sanos para cultivar alimentos, recursos y energía para sostener a nuestras civilizaciones. La crisis ecológica y social de la actualidad tiene su origen en la percepción errónea de sentirnos separados y por encima del mundo natural. Creer que los sistemas humanos son algo aparte en vez de parte de la naturaleza, nos ha llevado a una lucha continua en contra de ella. Quizás es tiempo de recordar que el homo sapiens es una especie más en el concierto de la vida.
Penélope Baquero, artista, relacionista internacional: El antropocentrismo comenzó alimentado por las ideas de la ilustración, y reforzada por el pensamiento cartesiano y newtoniano según el cual la historia de la separación entre el hombre blanco y el resto de la vida nos hizo creer en un proyecto de ‘humanidad’ con la autoridad para transfigurar la tierra en un objeto para su beneficio, ha contribuido a que nuestra especie se aísle de su realidad y genere lo que conocemos como la modernidad. Sería menos antropocentrista entender este proceso de modernización como parte del curso que la vida tomóen su camino evolutivo hacia formas más sofisticadas de vida que las que habitan este bello planeta.
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