Columnistas
Mochila por corbata
Se está gestando una nueva revolución donde las corbatas van a ser desplazadas por las mochilas, donde los grandes defensores del cuidado del medio ambiente van a tener más importancia en las decisiones mundiales
En los años 60 se dio una revolución pacífica contra el statu quo, que conocimos como el Hipismo, unos mechudos que proclamábamos un cambio a través del amor y las flores. De cierta manera hubo una transformación especialmente en la sociedad norteamericana que tenía un concepto de doble moralidad y unos principios acomodados para favorecer un sistema de capitalismo avasallador.
Hoy estamos viendo algo similar, ya que los ambientalistas de mochila que abogamos por un cambio pacífico del sistema, sistema que tiene que ser cambiado por uno que sea más amable con los recursos naturales, donde no sena más importante los índices de crecimiento en el consumo y que tenga en cuenta que estos recursos son finitos y que lo que estamos haciendo es desbalancear el equilibrio de la biodiversidad de nuestro planeta.
Se está gestando una nueva revolución donde las corbatas van a ser desplazadas por las mochilas, donde los grandes defensores del cuidado del medio ambiente van a tener más importancia en las decisiones mundiales para encontrar un camino donde el consumo desmedido no sea el determinante en los índices económicos. Un nuevo orden de cosas más justo y más equilibrado.
Que las cifras que van a importar serán las de cómo estamos cuidando la tierra y cómo estamos recuperando el equilibrio planetario. Que la alimentación saludable va a remplazar la comida no sana y que nuestras fuentes de energía pasen a hacer más limpias. Donde la inversión en armas y tanques de las naciones no sea más grande que la de la educación y la cultura, como sucede hoy en día. Que la flora y la fauna tengan los mismos derechos que nuestra especie. El día que nos demos cuenta que no nos podemos comer el oro depositado en las cajas fuertes de los bancos y que el recurso más importante, que es el agua, esté garantizado para cada ser viviente sobre la faz de la tierra. El cambio se está dando, es inevitable, ya muchos empresarios están convirtiendo sus negocios, más consientes, más verdes, falta mucho, pero yo no pierdo la fe que la transformación no tiene reversa.
Muchas personas de fe sueñan con un nuevo mundo que vendrá de la mano de Dios. Creo que todos así queremos que sea, un mundo más justo, estamos unidos en ese pensamiento. En el respeto por las diferencias está la grandeza humana. Como dijo Jesús, por sus obras los reconoceréis.
La COP16 en Cali fue un ejemplo de cómo paralelamente a los acuerdos firmados en la Zona Azul donde están quienes tienen el poder político, afuera se llevó a cabo una solidaridad entre la gente del común donde se están haciendo alianzas locales, desde lo chiquito y personal a los grandes cambios colectivos. Qué belleza ver emprendimientos de gente buena queriendo hacer las cosas bien. Un aplauso para ellos y que nos quede de lección que las grandes transformaciones empiezan por lo pequeño. Un llamado a todas las fuerzas vivas de nuestra ciudad y a los empresarios que juntos podemos hacerlo.
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