Nuevos aires para la Casa Obeso

La casa quinta de don Antonio Obeso de Mendiola y su señora Luz Mejía, ambos fallecidos, es uno de los pocos patrimonios arquitectónicos que se conservan en Cali.

Ubicada en la Avenida Belalcázar y contigua a la escultura del Gato de Tejada y sus enamoradas, fue legada por esta pareja a una fundación de su mismo nombre para que en ella se desarrollen actividades culturales.

Y es así como inicialmente formó parte del quehacer del Museo La Tertulia con activa participación de la Alcaldía, integrándose un circuito que atraviesa el río y es visita obligada de propios y extraños.

La Fundación Obeso, haciendo un enorme esfuerzo, ha decidido darle un nuevo aire a este rincón icónico de una Cali que queremos rescatar y preservar, para que sea un escenario para la lúdica, el arte, la música, la poesía y la cultura en todas sus manifestaciones.

Con una fuerte inversión, repito, se está adelantando un embellecimiento total de la casona, que incluye además la adaptación de su parte posterior en donde estaban las pesebreras, con una intervención aprobada por el municipio para convertirlas en un café, un restaurante, una librería y otros espacios teniendo como aliados estratégicos el Museo La Tertulia y el Fondo de Cultura de México y con la operación como gestores de Iván Osuna Mota y Carolina Gutiérrez Perini.

Con estos nuevos locales se garantizará la sostenibilidad económica y de uso y será un nuevo centro cultural tan necesario para Cali. Su inauguración está prevista para el próximo mes de octubre dentro del marco de la celebración de la COP 16, de la Feria del Libro de Cali y de los 40 años del Fondo de Cultura Mexicano en Colombia y sus 90 años de existencia.

¡Buenas noticias para Cali, en especial para el cercano oeste de nuestra ciudad!

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Posdata: La columna de Sirirí del pasado viernes produjo tal apoyo y solidaridad que ya está andando la campaña ‘Yo hablo bien de Cali’. Varias empresas y personas naturales han ofrecido su apoyo para su divulgación.

Ya hasta tiene una canción y están listos los diseños para calcomanías, stickers, vallas, volantes, pendones, camisetas, mensajes en las redes sociales, comerciales de radio, televisión, y todo lo que se nos ocurra para generar un gran movimiento para que hablemos bien de nuestra ciudad. Necesito voluntarios (as).

Cuando uno observa reacciones como esa, por parte de tantas personas, deduce que es posible rescatar el civismo que nos caracterizó y que tanto bien hizo a nuestra ciudad. Considero que debería existir una dependencia en la Alcaldía con cero burocracia, eso sí, que se encargara de analizar iniciativas ciudadanas y apoyarlas si así se lo merecieran.

Hay muchas acciones que pueden emprender los caleños que muchas veces no son oídas o tenidas en cuenta, y que sin embargo son desarrolladas en otros escenarios.

Soñemos una Cali mejor y volvamos la realidad.