Petro viaja por Suiza y …

Mientras el presidente Petro visita Davos, aguanta frío y lo atropella la nieve si sale a la calle, allá ha recibido malas noticias de Colombia, digo del Chocó, por ese derrumbe, y de Candelaria, porque allí tipos con pólvora en el cerebro, asesinaron a dos guardaespaldas, jóvenes, correctos y mal pagados, empleados de la UNP.

Parlamentarios y concejales del petrismo: su presidente Petro hoy aguanta frío y nieve en Davos, pero el viernes volará en el avión presidencial a Roma, allí abrazará y le dará su bendición al Sumo Pontífice que le tiene altas simpatías. Anoten: Verónica Alcocer, la primera dama “lo visitó en el Vaticano sobriamente vestida por Roberta Di Camerino. Su Santidad y Petro conversarán de Colombia, de las Farc, de los expresidentes Uribe y Santos, de Milei, el argentino ‘show’ hoy triunfante antiizquierdista.

En Davos están reunidos casi 2085 banqueros, 237 ministros, 129 genios financieros y 600 periodistas. Este gobierno, pagando ProColombia, alquiló un local a costo ‘baratísimo’, (un millón de dólares por cinco días), para mostrar las mágicas artesanías de Colombia. Ojalá esos banqueros nos compren diez millones de mochilas guajiras para ser ‘potencia mundial en mantas, manillas y mochilas”. Punto.

Mi personaje hoy es Sofía Vergara, por actriz exitosa y talentosa, ella consiguió un aplauso monumental en Estados Unidos con su serie ‘Modern Family’, millonaria en audiencias. Ella plantó a Pablo Motos, el animador de Antena 3 española que quiso ponerla en ridículo, lo mandó a la lona y al carajo. Y Sofía, para El País, diario español, declaró: A mis bellas tetas y a mi talento, debo parte de mis triunfos”. Bravo, Sofía, no te dejaste asustar de los pedantísimos españoles en televisión. Punto.

Y llegué al ‘libro-memorias’ del extraviado Carlos Lehder, que se tiró su vida por fantoche, como muchísimos, como un hermano mío, que entraron al delito para mostrar que eran supermillonarios, libertarios y que se burlaban del código penal.

Carlos Lehder, entrevistado por Juan Guillermo Ríos y Yamid Amat, en Caracol Radio, contó, sin ponerse colorado, que él y sus muchachos mandaban cocaína desde Cayo Norman a la Florida. Allí falló por locuaz juvenil y se hizo un mortal autogol. Él pagó cárcel muchos años, está en la tierra de su padre, en Hamburgo y hoy quiere mucho la vida y respeta las leyes en Alemania donde vive. Copiando a Julio Sánchez Cristo, digo que por esa historia es un libro muy interesante y colorín colorao.