Plegarias

Pienso que todo es más fácil de resolver por el lado amable, o a través del diálogo, que por los métodos de confrontación que lleva a la violencia física o verbal.

Mi primera plegaria o solicitud de llamar a la conciencia sería para los motociclistas que practican motocross y hacen sus actividades en los Parques Nacionales como el de los Farallones. Se ha vuelto muy común, especialmente por las veredas de Villa Carmelo que pasan por El Faro para llegar hasta La Virgen de Yanaconas. Muchas veces cruzan el río Pichindé para salir a la carretera. Esta actividad para los que les gusta, está bien, pero no donde hay tanta afectación a la flora y la fauna.

El ruido es muy grande y perturba no solo a los que frecuentamos estos sitios para disfrutar del bosque, sino a todos los animalitos que allí viven. Por lo cual a través de esta columna hago un llamado a estas personas que por favor lo hagan en las pistas que están diseñadas para eso y no en los Parques Nacionales donde está prohibido por ley el uso de vehículos y herramientas movidos por gasolina. Si el que lee esta columna conoce a alguien que practique ese deporte, coméntele de la plegaria que hacen los animales de la zona, “por favor, por favor, por favor, no más ruido en nuestros bosques”.

Mi otra plegaria es para los señores de la Base Aérea Marco Fidel Suárez, o a los gobiernos o entidades que les corresponda, favor tener un protocolo efectivo a la hora de apoyar a los bomberos y las comunidades a combatir el fuego. El helicóptero que sirve de Bambi, que puede hacer la diferencia en el momento de actuar y echar agua rápidamente y así controlar la expansión del fuego. Casi todas las ciudades grandes del mundo tienen todo un protocolo de ayudas aéreas inmediatas para proteger los bosques y por ende la flora y la fauna, que también es deber de todos nosotros, incluyendo las autoridades.

En los últimos incendios ha habido poco apoyo, de ‘El Bambi’ y del Ejército. Por lo menos en los incendios que han subido por el Zoológico hacia Cristo Rey no han hecho presencia, lo hacen supuestamente si hay peligro de vidas humanas y muy escasamente. ¿Y qué de los bosques? ¿Son menos importantes? Pero sí hay que destacar mucho el gran esfuerzo que hacen los bomberos, las comunidades de la zona y los guardabosques del Dagma. La participación de las comunidades organizadas como la del Mameyal, donde sí hay un muy buen protocolo de emergencias, ha hecho la diferencia para evitar unas catástrofes mayores, que podríamos estar tendiendo, como la perdida de viviendas y personas, claro por ahora, las que sí se queman son las viviendas y los animalitos que allí viven.

Un llamado o si se quiere una plegaria a todos, por favor seamos más consientes con nuestras responsabilidades de cuidar nuestro hogar que ese esta bella Tierra, Pachamama. Incluyendo a todos sus habitantes, humanos o miles de otras especies de flora y fauna.