Que no se trunque el sueño

Mucho se ha dicho sobre el desempeño económico de Colombia en el 2023, donde el país presentó un crecimiento inferior a las expectativas, llegando apenas, según el Dane, a un 0,6 %. Esta cifra debe preocuparnos a todos, pues crecer a esas tasas tan bajas tiene un impacto significativo en el empleo y la equidad. La desaceleración del desarrollo económico está profundamente ligada a la confianza empresarial, para lo cual se requiere que empecemos a generar la certidumbre necesaria para que la inversión en Colombia se dinamice y podamos mejorar los indicadores económicos que nos permitan tener mejores niveles de crecimiento económico en 2024.

De las doce actividades analizadas, el comercio, la industria y la construcción, sectores que tradicionalmente jalonan la economía en Colombia, tuvieron un mal año. El sector construcción registró los peores resultados con una caída de 4,2 %. En este panorama son cruciales los datos que viene presentado la vivienda que, como consecuencia seguramente de la conjunción de diversos factores como: la inflación, las altas tasas de interés, cambio en los ingresos de los hogares y las modificaciones en la metodología de adjudicación de subsidios por parte del Estado, sin un periodo de transición y que ha ralentizado su otorgamiento, han afectado la dinámica en ventas, especialmente de vivienda VIS.

Los anteriores programas, como Mi Casa Ya, fueron efectivos en su propósito de incentivar la demanda por la compra de vivienda. Con la conjugación de tasas de interés muy bajas, fruto del plan de choque pospandemia, más los subsidios del Gobierno, las familias podían acceder a créditos hipotecarios con tasas, en muchos casos de un 4 %, lo que inclusive ponía la cuota por el préstamo más baja que la del mismo arrendamiento, lo que permitió que muchos hogares pudieran cumplir el sueño de comprar su casa propia.

Sin embargo, el cierre del año 2023 no fue para nada alentador para este sector clave para la economía. De acuerdo con cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, en 2023 se tuvo una disminución de la inversión en vivienda por parte de los hogares, equivalente a una reducción de $20 billones de pesos, en comparación con el 2022. También, que en 2023 la caída en la venta de viviendas nuevas en Colombia fue del 44,9 %. El descenso más pronunciado se registró en el segmento de Vivienda de Interés Social, VIS, que descendió un 49,7%, aunque el sector No VIS también registró una caída del 32,3%. Lo más preocupante es que esta tendencia continuó en este año, cuando en enero de 2024 las ventas de vivienda cayeron 32,3 % frente al mismo mes de 2023. En cuanto a la iniciación de proyectos de vivienda se ve una caída del 28,4% y los desistimientos se incrementaron en 62,9% frente al mismo periodo de 2022.

La mayoría de los proyectos que hoy se construyen se vendieron hace 24 o 36 meses, por lo que el impacto de la desaceleración de este sector en el empleo podría no estarse reflejando del todo en este momento. De ahí la importancia que desde la política pública se diseñe todo un plan articulado para reactivar un sector que impacta de manera crucial la cadena productiva del país y las oportunidades de trabajo, pero sobre todo que permita que cada vez más hogares no truquen su sueño de tener vivienda propia en Colombia.

Estamos frente a un gran desafío, que requiere políticas efectivas que estimulen el crecimiento sostenible, fomenten la inversión, armonicen la inversión pública y privada, y aborden las desigualdades estructurales del país. Políticas que generen confianza y se diseñen e implementen de manera integral y coordinada para lograr resultados de crecimiento sostenibles a largo plazo.

@Juanes_angel