Columnistas
Rica posta a los cacaos
Derroches en 380 oficinas del gobierno están alistando la alcohólica y glotona ‘fiesta navideña’. Costarán tres mil millones...
¿Ofrecerles un ajiaco a los príncipes del capitalismo? No, sería una pifia penosa, toca atenderlos con un plato cartagenero. En el palacio presidencial los invitados, todos cachacos, eran Alejandro Santo Domingo, Luis Carlos Sarmiento Ángulo, su hijo Luis Carlos, más Harold Eder, César Caicedo, Antonio José Ardila y otros “riquitos, blanquitos”, como les dicen en el petrismo radical. Hablaron de pesca, de turismo y elogiaron a Verónica Alcocer.
Que Petro conversara con el sobrio Alejandro Santo Domingo y con el ingeniero Sarmiento Ángulo era urgente. Ellos tienen grandes inversiones aquí, siguen invirtiendo aquí y pisan duro en la banca de Nueva York.
El gobierno y sus publicistas nos repiten que “Colombia es una potencia mundial de vida”, otra dice: “Colombia, potencia mundial del turismo” y, una casi risible, “Colombia, el país de la belleza”: tres frases publicitarias que suenan rico, pero no traen a los hogares pobres un kilo de arroz ni un juguete de plástico.
El gobierno de Gustavo Petro, Álvaro Leyva, Roy Barreras y la primera dama, ganó imagen con ese almuerzo en Cartagena para los jerarcas del mundo capitalista. De carambola ganaron imagen invitando al palacio presidencial al expresidente Álvaro Uribe. Punto.
Me contaron una salida cómica del Partido Verde que fundara Enrique Peñalosa. Ayer, uno de sus jefes dijo: “Que el presidente deje de tomar tinto con el expresidente Uribe y nos reciba a los verdes en su oficina”. Buenas, buenas: quieren tomar café en el palacio presidencial, tomarse fotos allí y pedir que no les quiten los 500 puestos que tienen en el Icetex, el Sena y Mincultura, ¡oh, delicias!, la burocracia es una torta rica.
Derroches en 380 oficinas del gobierno están alistando la alcohólica y glotona ‘fiesta navideña’. Costarán tres mil millones, el gobierno debería de expedir este decreto: “Prohíbese efectuar en las oficinas públicas la fiesta navideña para los empleados”. Con eso se salvarían tres mil millones que deberían ir a los ancianatos.
Lo cómico del año: girarle dos veces el sueldo a miles y miles de funcionarios públicos. Esa chambonada nos la tienen que contar. Esa pifia cómica se comenta en el periodismo nacional. Punto.
Señor alcalde, Alejandro Eder: la entrega de la Alcaldía a usted y su equipo contable debe ser minuciosa, contándonos valores de contratos ganados ‘a dedo’ por amiguismo por la pacifista ‘primera línea’ que gobernó y reinó con el alcalde Ospina.
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