Columnistas
Solidarios con Jamundí
Debemos trabajar para que se integren otros municipios que limitan con Cali por la elemental razón de que su futuro está en su integración.
Jamundí es uno de los 42 municipios del departamento del Valle del Cauca, con más de cien mil habitantes, un área territorial aproximada de 577 km, y a una distancia por carreteras pavimentadas de 24 kilómetros con Cali, la capital del Valle del Cauca.
Además, Jamundí está ubicado al sur del Valle del Cauca, comparte con el departamento del Cauca un buen tramo tanto del río Cauca como de la cordillera occidental y es vital para Colombia y para Cali, en la protección de la biodiversidad y fuentes de agua potable que se encuentran en el parque natural de Los Farallones. A ello se agrega que la población del área rural de Jamundí es vital en el desarrollo de una política de seguridad alimentaria, agro turística y de protección ambiental y que una buena parte de su población, trabaja o estudia en la ciudad de Cali.
Además, el pasado 24 de noviembre, por mandato popular, decidió conformar, junto con Cali y Puerto Tejada, en el departamento del Cauca, el Área Metropolitana del Suroccidente.
Hacia adelante debemos trabajar para que se integren otros municipios que limitan con Cali por la elemental razón de que el futuro de esos municipios, y de muchos otros en Colombia, está en su integración y cooperación en áreas metropolitanas y en la consolidación de Colombia en un país de regiones, tal como lo mandata la Constitución Nacional de 1991.
Todas esas realidades son las que pueden estar en peligro si tanto el Gobierno Nacional, incluyendo las fuerzas militares y de policía, como también los gobiernos departamentales del Valle del Cauca, del Cauca y los gobiernos municipales de Cali y Jamundí, conjuntamente con la población, no hacemos un frente común que tenga como propósitos fundamentales los nortes éticos de cero tolerancia con la corrupción, el despilfarro, la violencia, las desigualdades sociales y los contaminadores ambientales, males que hoy desafortunadamente promueven los diversos grupos armados ilegales que operan en la parte urbana y rural de Jamundí, entre ellas las denominadas disidencias de las Farc.
Como no todo está perdido, muy respetuosamente le sugiero al Gobierno Nacional para que, junto con los gobiernos departamentales y municipales, se adelante, con participación de voceros de la población rural donde operan dichos grupos armados ilegales, una política de diálogos sociales y presupuesto participativo sobre las principales obras sociales y de infraestructura que se deben de acometer de manera inmediata en dichas regiones y donde los principales voceros de las fuerzas militares y de policía, como también de los grupos armados ilegales sean los garantes del cumplimiento de lo acordado y también del inicio de diálogos en terreno en favor de un clima de convivencia pacífica y de reconciliación nacional.
Reconozco que lograr lo anterior no es tarea fácil, pero tampoco imposible. En la búsqueda de esa tercera vía para avanzar hacia la paz en Jamundí, en otros municipios del Cauca y también de Colombia, como persona que vive en Cali y en mi condición de exvicepresidente de la República, con mucho gusto estoy dispuesto a contribuir junto con otras personas de la diversidad política y social de la región como facilitadores o garantes voluntarios para la búsqueda de un camino que nos permita acabar con el remolino de la irracional violencia que está viviendo tanto Jamundí como Colombia.