“Soy yo, no tengan miedo”

Hace seis años aproximadamente, el escritor, lingüista, politólogo, Noam Chomsky, uno de los intelectuales estadounidenses de izquierda más reconocidos del mundo, describió como “desastrosa” la situación en Venezuela y criticó a los gobiernos populistas latinoamericanos de los últimos años por haber perdido la oportunidad del desarrollo. En entrevista de abril 2017 al programa ‘Democracy Now’, decía: “Los gobiernos de izquierda fallaron en crear economías viables y sustentables; hubo una corrupción enorme, se sumaron a la élite más corrupta, que roba todo el tiempo, fueron parte de ella y se desacreditaron”.

Al ver la inquietud de por lo menos la mitad de los colombianos, manifestada en las marchas, las redes sociales y sobre todo en el diario vivir, con la desazón y los miedos, la desconfianza y los temores que albergan en las conversaciones; por los altos costos de la vida actual, la inseguridad en las calles, la forma como se observa desprotegida la Fuerza Pública, la manera cómo se hacen o se tratan de imponer las reformas y muchas más cosas que estamos viendo, recuerdo e invito a los colombianos a que veamos y estudiemos las 10 estrategias de manipulación mediática, que elaboró este maestro de la lingüística:

1. La estrategia de la distracción., 2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. 3. La estrategia de la gradualidad. 4. La estrategia del diferir. 5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. 6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. 7. Mantener al público en la ignorancia o en la mediocridad. 8. Reforzar la autoculpabilidad. 9. Conocer a los individuos, mejor de lo que ellos se conocen. Por supuesto que solo las he enumerado, lo importante es ver qué quieren decir y cómo se utilizan y es ahí cuando nos daremos cuenta que la manera de actuar del gobierno está calcada en cada una de ellas y en las diversas reformas y maneras de pensar y actuar; se ve que no se escucha a nadie, sino se impone lo que se quiere reformar, cambiar y por qué no decir, imponer.

He querido tomar lo que dice Jesús de Nazareth esta semana segunda de la Pascua, después de vencer el pecado y con ella la muerte, a los discípulos que llevaban ya cinco kilómetros navegando sobre el mar de Galilea. Se hacía de noche y se suelta un viento que hace que la barca en la cual van atravesando hacia su destino se mesa de tal forma que sienten miedo de que puedan hundirse. No están con Jesús, cuando en medio de la oscuridad aparece, caminando tranquilo sobre las aguas del mar tempestuoso; creen ellos que es un fantasma y viendo el temor y el miedo les dice Jesús: “Soy yo, no tengan miedo”.

Sí nosotros los colombianos estamos navegando actualmente por un mar tempestuoso, incierto, no sabemos hacia dónde nos llevará la barca en medio de la tempestad, porque todo es oscuridad, es de noche, no se ve nada claro, hay desconfianza, el problema es que no vamos con Jesús, no lo hemos alcanzado, él no está con nosotros. Pero cuando se nos aparece, no le reconocemos, es tal el alejamiento, que pensamos que es un fantasma, nos hemos dejado enredar de la mundanidad, nos han manipulado y nos tienen anestesiados y esclavizados; debemos arriesgarnos a salir de la barca para acercarnos a Jesús caminando sobre la tempestad, confiados que con él llegaremos a puerto seguro.

Esto es posible, sí, como nos decía hace dos años el papa Francisco ante la tormenta producida por el Covid-19, nos unimos todos, remando para un mismo lado y mirando más alto, hacia la estrella que no falla en su sabiduría y nos lleva a puerto seguro: Jesús. Nuestro verdadero pacto es con Dios, que no usa estrategias de manipulación mediática, y nos ama con misericordia y desea para todos la salvación.