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Talita kum… levántate
A los tres personajes de hoy, que pensaban que no había nada que hacer, que se había llegado al límite y que ni el tiempo había logrado el propósito de la sanación, el Señor sale a su encuentro.
*Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, Arzobispo de Cali
“Dios no hizo la muerte ni goza exterminando a los vivientes. Todo lo creó para que existiera; lo que el mundo produce es beneficioso y en nada de ello hay veneno mortífero; la tierra no es el reino de la muerte, porque la justicia es inmortal… pero por envidia del diablo entró la muerte al mundo” (Sabiduría, 1,13-14.24).
La frase Talita kum es pronunciada por Jesús cuando visita una joven de 12 años que estaba enferma y muchos, empezando por su padre Jairo, pensaban que estaba muerta. Jesús les decía que ella no estaba muerta, sino que estaba dormida, a lo que muchos, como dice el texto, “se burlaban de él”. Por eso “había un gran alboroto y la gente lloraba y gritaba por su muerte”. Esta frase bíblica se traduce así: ¡niña, yo te lo ordeno, levántate!
El Señor Jesús aparece aquí como la fuente de la esperanza y de la vida nueva, todo basado en la fe. “No temas, basta que creas”, le dice al jefe de la sinagoga ante la noticia de que su hija acababa de morir. También está el relato de una mujer, que durante 12 años tenía una penosa enfermedad. Esta mujer quedó curada con solo tocarle el manto. A los tres personajes de hoy, que pensaban que no había nada que hacer, que se había llegado al límite y que ni el tiempo había logrado el propósito de la sanación, el Señor sale a su encuentro. Eran tres personajes que vivían sin esperanza.
Ante la situación tan difícil que estamos viviendo, con tantas incertidumbres, con tantos problemas, hay muchas personas que se están dejando llevar por sentimientos pesimistas que les están generando dolor, tristeza y depresión. El sin sentido de la vida alberga los corazones y las mentes de muchos. Es como si el no futuro tocara a las puertas. Pero, aunque “por la envidia del diablo entró la muerte y el mal al mundo”, eso no quiere decir que hubiera vencido, pues “la tierra no es el reino de la muerte”, sino de la vida.
¡Levántate! Es el grito valiente de Jesús a quienes se sienten desesperados. Es el grito que debemos hacer resonar en nuestras casas y ciudades. ¡Levántate, Valle del Cauca y Colombia! Levantémonos con la fuerza que proviene de la fe en Cristo, vencedor de la muerte, y seremos capaces de superar los momentos aciagos que nos afligen. ¡Levántate y camina!, ¡levántate y confía!, ¡levántate y mira lejos hacia la meta de una ciudad, un departamento, un país, resilientes y valientes! La Iglesia de Cali, en el nombre del Señor, los anima a la esperanza.
Posdata. Los invito a orar por la Asamblea del Episcopado Colombiano que se reúne esta semana en Bogotá. De nuevo se reflexionará sobre la situación de Colombia, y se elegirán sus directivas. Igualmente, se llevará el cabo el XIII Congreso nacional Misionero, cuyo tema será “En la Iglesia misionera, Colombia de primera”.