Columnistas
Telestar
Clarita nació en un periódico, y eso influyó para que desde temprana edad desarrollara una fluidez extraordinaria para escribir.
“Colombia atraviesa una crisis económica de gravedad progresiva. Se establecen alzas al subir el precio de la gasolina, ha habido fuga de capitales de quienes se sienten perseguidos e inseguros, no se abren nuevos frentes de trabajo porque no se dan las circunstancias favorables para que inviertan los que pueden abrirlos, si lo que quisieran es el bienestar del pueblo colombiano, están logrando lo contrario, no es fácil acabar con un enfrentamiento de 30 años. El mayor enemigo de Colombia y su democracia es la corrupción, los que viajan por cuenta del Estado con cualquier pretexto. Si nos acercamos a la gente que trabaja y lucha, el balance es favorable”.
Son algunos apartes de una columna ‘Telestar’ de Clarita Zawadzki escrita en 1985. Hace casi 40 años, y los comentarios podrían ser perfectamente apropiados para el presente.
Tiene mucho valor repasar lo que escribían los columnistas hace décadas, especialmente para quienes creen que están inventando la pólvora al hacer análisis políticos y sociológicos.
Clarita nació en un periódico, y eso influyó para que desde temprana edad desarrollara una fluidez extraordinaria para escribir. Lo que para la mayoría de los mortales implica un esfuerzo considerable, revisiones y correcciones, ella lo hacía en minutos.
Tuvo la paciencia y disciplina de recortar todos sus escritos —que sumaron miles— y encuadernarlos en tomos que mantenía muy organizados.
Incluso cuando logró superar el terror al computador, lo que le dio aún más agilidad, se negó al archivo digital “para no llenar el disco duro” y continuó con su práctica de recortar, pegar y encuadernar.
Los libros de papel, tan amados por muchos, se van amarillando y apolillando con el tiempo. Por ello, la labor de escanear, clasificar y publicar todas las columnas de ‘Telestar’ y sus libros ha sido larga y dispendiosa, pero está siendo completada gracias a la ayuda de familiares y amigos. Quienes se apegan al papel sabrán que su permanencia solo ocurre en el mundo virtual.
Quizá no queden muchas personas que disfruten releer ‘Telestar’, pero, como demuestro con el fragmento inicial, es valioso confirmar que la historia se repite y que resulta muy instructivo leer una pluma tan ágil y diversa. Los admiradores y los numerosos amigos que tuvo, pueden volver a disfrutar de sus notas en bit.ly/claritatelestar