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Trump
Se ha confirmado la ventaja de Trump y la fortaleza de su aspiración para llegar por segunda vez a la Casa Blanca.
El proceso para elegir nuevo Presidente de los Estados Unidos está en plena marcha. Y ya tuvimos una primera indicación de cómo se están moviendo las fuerzas políticas dentro del partido republicano. Las primarias partidistas que tuvieron lugar en el estado de Iowa al comenzar la semana no solamente mostraron que ya el proceso formal de elección del Presidente de los Estados Unidos estaba en marcha, sino que la controversia al interior del partido republicano ya podía contabilizar. Había mucha expectativa en el mundo entero por los resultados de lo que allí ocurriría en un estado que no es fácil de clasificar como predominantemente demócrata o republicano. Entonces los resultados eran muy dicientes. Para muchos podrían revelar un estado de ánimo nacional.
Por eso no ha sido sorprendente que los diferentes análisis del resultado electoral hayan sido tomados por muchos, muchísimos, como la señal definitiva de que el candidato republicano será Donald Trump. Se habían publicado diferentes encuestas que, una y otra vez, mostraban la situación ventajosa de la candidatura republicana de Trump. Por ello, tanta expectativa por el resultado en estas primarias de Iowa. No se subraya que Trump apenas obtuvo una mayoría entre los votantes de su partido (51%). Y que los dos candidatos rivales mostraron que había una fragmentación notoria entre los votantes de esa fuerza política. Lo que disparó los comentarios tan favorables a una candidatura republicana casi segura del expresidente Trump fue la distancia que logró contra sus dos rivales, que sumados no le ganaban. Y cada uno de ellos no logró mostrar un apoyo determinante en las filas de su partido. Demostraron que tenían alguna fuerza y, más importante aún, que Trump no tenía un dominio abrumador en su partida. Pero quedó bien claro que nadie estaba en capacidad de disputarle el puesto de primera opción para la candidatura republicana.
Es bien sabido que son 50 estados. En este caso, Trump golpeó fuertemente y logró lo que quería: mostrar que tenía la preferencia mayoritaria. Este tipo de elecciones no tienen un efecto puramente estatal, sino que se generan un impacto en las próximas elecciones en los demás estados. Y es la acumulación de esas victorias lo que va asegurando la vigencia de la candidatura o la de una o más candidaturas rivales. En este caso se puso en evidencia que los candidatos que le disputan esa primacía a Trump no cuentan con un apoyo suficiente para poner en tela de juicio su escogencia como candidato presidencial del partido republicano.
Se ha confirmado la ventaja de Trump y la fortaleza de su aspiración para llegar por segunda vez a la Casa Blanca.
Trump ha explotado magistralmente los casos judiciales en su contra y, también, la animadversión de casi todos los medios de comunicación.
Este es un asunto de importancia global. Es que al mismo tiempo las encuestas muestran una debilidad de la candidatura del Presidente Biden y no se ve que esta situación pueda encontrar una opción diferente. Así las cosas, y esto parece increíble, los expertos parecen declarar desde ahora que el próximo presidente de los Estados Unidos será Donald Trump. Y ya uno encuentra en los medios europeos sugerencias basadas en esta anticipación para que Europa se prepare frente a esta muy indeseable y probable eventualidad.
¿Y Colombia? También tiene que prepararse.
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