Columnistas
Un Destino: la Internacionalización
Colombia exporta menos de la mitad de lo que debería teniendo en cuenta el tamaño de su PIB y población y participación de empleo generado por inversión extranjera directa.
La Historia de la internacionalización del Valle del Cauca ha estado estrechamente ligada a la creación del puerto de Buenaventura, la construcción del Ferrocarril del Pacífico en 1915, y el periodo de oro entre 1950 y 1975 cuando se instalaron 34 multinacionales en nuestro territorio, dejando entrever las grandes ventajas competitivas que el Valle mostraba sobre otros Departamentos.
Hoy esas ventajas se mantienen. Según el Consejo Privado de Competitividad, seguimos siendo líderes en la diversificación y sofisticación de la canasta exportable y el Departamento donde las exportaciones de alta intensidad tecnológica tienen un mayor peso en el total exportado (12 %). Sin embargo, la base de nuestras exportaciones aún es incipiente, pues las exportaciones de bienes por habitante se encuentran por debajo de otros departamentos de similar desarrollo en el país.
Hasta aquí las buenas noticias, pues la internacionalización es tal vez uno de los grandes retos que tenemos con el desarrollo económico en nuestro país. La Misión de Internacionalización dirigida por Ricardo Hausmann (2021), dejó una carta muy clara frente a la brecha que Colombia tiene en este aspecto. El país tiene una canasta estancada en bienes primarios, con tan solo 25 % de sus exportaciones con algún nivel de apropiación tecnológica, siendo de alta tecnología únicamente el 2 %. Esto nos ubicó, en ese entonces, en el puesto 56 a nivel mundial.
Las variables que Hausmann y su equipo identificaron fueron: bajos niveles de migración; baja participación empresarial en las cadenas globales productivas y estancamiento en comercio mundial tanto de exportaciones como de importaciones; Colombia exporta menos de la mitad de lo que debería teniendo en cuenta el tamaño de su PIB y población y participación de empleo generado por inversión extranjera directa.
Es imperativo que todos los actores locales actuemos entendiendo por qué la internacionalización en nuestro Departamento todavía es incipiente en el contexto global. El comparativo no es Atlántico, Antioquia o Bogotá; la competencia en términos portuarios es con Ecuador y con el nuevo puerto chino de Chancay en el Perú, o con las estrategias de nearshoring de otros países que están reestructurando las cadenas globales de valor. Tenemos que perder el miedo a exportar y expandir la base exportadora con mayores volúmenes y valor agregado para poder cerrar las brechas reales que tienen nuestras empresas.
Una de las preocupaciones que hemos evidenciado en la Cámara de Comercio de Cali en la más reciente Encuesta Ritmo Empresarial (ERE), es que en el Valle del Cauca apenas el 7,9 % de empresas con bienes y servicios exportables afiliadas a la CCC, reportó ventas internacionales durante este periodo. Las empresas manifestaron que su bien o servicio no es exportable, se sienten satisfechos con el mercado nacional, desconocen los trámites o el volumen de pedidos desborda su capacidad.
Tenemos mucho trabajo en equipo para que la estrategia de internacionalización del Departamento sea contundente y pueda guiar a nuestros empresarios en el camino de seguir conquistando nuevos mercados. Para ello, es fundamental que fortalezcamos nuestra mirada sobre Buenaventura como pilar fundamental de la competitividad regional y de la estrategia de internacionalización del Valle del Cauca. No hay atracción de inversión extranjera directa sin la ventaja competitiva de nuestro principal puerto.
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