Columnistas
Unidos en la diferencia por Colombia
Por ello sería importante que el gobierno nacional, conjuntamente con los gobernadores y alcaldes, comenzaran a proyectar algunas políticas preventivas y de mitigación de los riesgos...
Me parece positivo que, frente a la dura ola invernal que está viviendo Colombia en diferentes regiones y de manera muy dramática en cerca de 25 municipios del Departamento del Chocó, el presidente Petro junto con su Consejo de Ministros haya declarado situación de desastre natural en todo el país. Esa realidad le permitirá a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, Ungrd, obtener más recursos económicos de las diversas entidades del Estado a nivel nacional para ser implementados en labores de solidaridad con la población urbana y rural que a nivel nacional está sufriendo las consecuencias de los desastres naturales causados por las intensas lluvias y el desbordamiento de los ríos y quebradas.
Sin desconocer lo positivo de las anteriores medidas estatales, una vez más reitero, que las mismas serán eficaces si el Gobierno Nacional tiene la voluntad política de coordinar con los gobernadores departamentales y alcaldes municipales las acciones humanitarias y de solidaridad con los damnificados, y de esa manera evitar la negativa práctica, que tanto daño le ha hecho a la población, como es la de pretender andar cada uno por su lado o lo más grave la de meterle a la solidaridad sectarismo o cálculos políticos.
A esa verdadera tragedia de los desastres naturales que está viviendo la población y que la llena de incertidumbre y dolor frente al futuro, especialmente a los niños, niñas y adultos mayores, se agrega ahora la prepotencia y falta de sentido común de la guerrilla del Eln al decretar absurdamente un paro armado contra la población de varios municipios del departamento del Chocó, lo mismo que las diversas acciones terroristas y criminales de grupos armados ilegales contra la población en varias regiones de Colombia.
Esa absurda realidad debe llevarnos a todas las personas de la diversidad política y social a exigirle a los grupos armados ilegales que tomen la decisión más sensata y revolucionaria en los actuales momentos como es la decretar un cese unilateral de acciones militares en todo Colombia a fin de que todas las instituciones del Estado y de la población en su conjunto nos podamos concentrar en favor de la noble e inmediata tarea de la solidaridad con la población que viene sufriendo las consecuencias de los desastres naturales como consecuencia de la ola invernal en todo el país.
Como no podemos seguir viendo cómo se repiten año tras año esas tragedias sin aprender de ellas, considero que lo mejor es convencernos que la mejor política solidaria y humanitaria es la de la prevención. Por ello sería importante que el gobierno nacional, conjuntamente con los gobernadores y alcaldes, comenzaran a proyectar algunas políticas preventivas y de mitigación de los riesgos, como pueden ser la reubicación de viviendas, centros de salud y escolares que están ubicados en zonas de alto riesgo, un tratamiento diferente a los residuos sólidos conocidos como basuras y una sólida política estatal en favor de la canalización de numerosos ríos para la existencia de pequeñas centrales hidroeléctricas y para la producción de agua potable.
En esa misma línea de conducta, se debe estudiar la posibilidad de diálogos con grupos armados ilegales en las regiones donde vienen operando y que tengan como fin, el de volverlos unos aliados en todas las políticas ambientales, de protección de las fuentes de agua potable y en acciones preventivas en favor de la población frente a las tragedias naturales.
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