Editorial
Bibliotecas abandonadas
A la Administración Municipal hay que exigirle que cumpla con sus obligaciones y que salve el que, sin duda, es un patrimonio cultural y social para los caleños.
La cultura es la mejor forma de llevar progreso, combatir la pobreza, hacerle el quite a la violencia y y brindar mejores oportunidades a quienes integran una comunidad. En ese propósito los libros, que son la puerta al conocimiento, cumplen con una función esencial. Así lo entendió Cali hace 34 años al crear la Red de Bibliotecas Públicas, la misma que hoy se pasa por una grave crisis.
Las denuncias sobre los problemas que afronta la mayoría de las 60 bibliotecas que conforman la red, comenzaron hace varios meses. Retrasos en los pagos de los funcionarios, problemas en las cubiertas de las edificaciones que causan inundaciones cuando llueve, baterías sanitarias en mal estado, aires acondicionados dañados y muchas sin servicio de internet son las denuncias que se conocen. Problemas que con voluntad y disposición tiene rápida solución.
No ha sido así. El Gobierno Municipal y las dependencias que deben responder han pasado por la negociación de los hechos y después por evasivas, mientras las soluciones son parciales o solo benefician a una parte de las bibliotecas afectadas y de quienes trabajan en ellas con el compromiso de prestar un buen servicio a la comunidad.
Hay que recordar que, desde su consolidación, la Red de Bibliotecas Públicas de Cali ha sido ejemplo para el resto del país. Así lo confirman los premios nacionales que ha recibido y los reconocimientos internacionales que se le han entregado en varias ocasiones. El Premio Nacional de Bibliotecas Andrés Samper Ortega ha sido otorgado desde su creación tres veces a la ciudad de Cali: en 2014 al Centro Cultural y Biblioteca Desepaz, en el 2017 a la Biblioteca del Deporte y la Recreación, y en el 2018 al Centro Cultural de la Comuna 1, en el barrio Brisas de Mayo.
A su vez la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, Ifla, les ha dado los títulos de Mejor Biblioteca Verde del Mundo y Mejor Proyecto Verde a Nivel Mundial a la Biblioteca Pública Centro Cultural La Leonera y a la Biblioteca Pública Centro Cultural Comuna 1.
Más importante que esos galardones es el servicio esencial que les prestan a los 2,5 millones de caleños y en particular a los niños y jóvenes estudiantes. Todos los miembros de las comunidades encuentran en esos espacios culturales y del aprendizaje la posibilidad de adquirir conocimiento, investigar, entretenerse y participar en actividades lúdicas que les abren alternativas diferentes.
Es en ese acercamiento a la cultura, a la magia de las letras, a la tecnología que les han aportado fundaciones y empresas comprometidas socialmente, donde está la oportunidad de que las nuevas generaciones, en especial las más vulnerables, superen la pobreza, evadan la violencia y tengan la posibilidad de progresar para que su futuro sea mejor. Por ello nada justifica la desidia y el abandono en que hoy se encuentra gran parte de la Red de Bibliotecas Públicas de Cali.
A la Administración Municipal hay que exigirle que cumpla con sus obligaciones y que salve el que, sin duda, es un patrimonio cultural y social para los caleños.