Cali y los libros

Durante once días, Cali y trece municipios del Valle y el norte del Cauca disfrutaron del mayor encuentro con la literatura, en espacios al aire libre, inclusivos, abiertos al público de todas las edades, en la que bien puede denominarse la gran fiesta de la cultura y el conocimiento. Ello fue posible gracias a la Feria Internacional del Libro 2023, un evento que se consolida y engrandece con el paso de los años.

Con un balance inicial de 451.000 visitantes, esta versión de FilCali, la octava desde su creación en 2016, es la que mayor número de público ha recibido. La oferta no podía ser más interesante: 800 eventos, 100 editoriales participantes, una oferta de 700 mil libros disponibles y la ciudad italiana de Nápoles como invitada especial y haciendo presencia con sus escritores más representativos, así como con su gastronomía y su calidez, tan parecida a la de Cali.

Ver abarrotados el Bulevar del Río, sede principal de la Feria, o cada uno de los eventos descentralizados en municipios como Buenaventura, Cartago, Jamundí o Santander de Quilichao, es, sin duda, la mejor recompensa para FilCali y muestra de la importancia que hoy representa para la cultura regional.

Imposible no reconocerle, además, su intención de abrir cada vez más espacios para la inclusión social, como el de los ‘Libros humanos’ en el que 20 personas que fueron habitantes de la calle o están aún en el proceso de salir de ellas, narran sus historias. O como los 15 eventos traducidos al lenguaje de las señas durante los once días de este encuentro literario.

La palabra ‘Neuropoderosos’ debería ser registrada como propia por la Feria Internacional del Libro de Cali, porque fue creada para celebrar precisamente las diferencias y crear escenarios para que todos, desde sus particularidades cognitivas, abracen los libros, se recreen en ellos, descubran un lugar seguro que les brinde alegría y despierte sus emociones.

A los organizadores de FilCali, a su Directora, a los patrocinadores, hay que darles las gracias por hacer de la capital del Valle cada año, por esta época, el epicentro de la literatura y de ese mundo infinito de conocimiento al que transportan los libros. A los invitados, incluidos escritores, editoriales, universidades y moderadores, el agradecimiento por compartir sus experiencias.

Y un especial reconocimiento a los casi 500 mil caleños y visitantes nacionales e internacionales que llegaron por estos días a la ciudad con el único propósito de asistir a la Feria del Libro. Ellos son, sin duda, los grandes protagonistas, porque demuestran que en Cali hay espacio para la cultura en sus diferentes expresiones, que en la ciudad hay una sed permanente por adquirir más saberes y es posible disfrutar de la música, del baile, del teatro, del arte y también de la literatura gracias a eventos como FilCali o el también reciente Oiga, Mire, Lea.

Una nueva cita tendrá lugar el próximo año. Desde ya hay que brindarle a la Feria Internacional del Libro de Cali el apoyo que se merece para que pueda seguir creciendo, sea aún más inclusiva y le abra sus puertas a un mayor número de visitantes.