Editorial
Feria, grito de orgullo
En comparación con otros años, fue una fiesta más incluyente, al volver a ser popular y accesible para todos, ya que de un total de 54 eventos, el 96 % fueron gratuitos.
A pesar de haber sido organizada en tiempo récord, en medio de las deterioradas finanzas de Corfecali, la versión 67 de la Feria de Cali fue positiva para la ciudad. Así lo demuestran las cifras entregadas por los organizadores en su balance final, así como la asistencia masiva a cada uno de los eventos y los buenos comentarios tanto de caleños como de visitantes de diversos países.
Bajo el eslogan: ‘En Cali es donde debes estar’, durante los seis días de fiesta se logró una cifra récord de 1.500.000 personas, el 22 % de ellos turistas internacionales. La ciudad se consolidó, gracias a su Feria, como destino predilecto en temporada decembrina con 73.042 visitantes.
Ni las lluvias que se registraron durante algunos eventos, como el Desfile del Carnaval de Cali Viejo, fueron impedimento para que el público mantuviera el espíritu ferial en alto. Esto, gracias al talento, entusiasmo y alegría de los más de 10.000 artistas, entre bailarines, cantantes, orquestas, escuelas de salsa, melómanos y comparsas, que circularon por la Autopista Suroriental, en el Salsódromo, el Encuentro de Melómanos y Coleccionistas y el Desfile de Mi Pueblo.
Eso generó, además, un gran impacto económico para la capital del Valle, que, según la Secretaría de Desarrollo Económico, tuvo una ocupación hotelera del 86 %, superior a la de 2023 y en general, unas ganancias para el sector turístico de $49.525.390.000. De igual manera, se generaron más de 40.000 empleos directos e indirectos.
En comparación con otros años, fue una fiesta más incluyente, al volver a ser popular y accesible para todos, ya que de un total de 54 eventos, el 96 % fueron gratuitos. Asimismo, se contó con cuatro graderías adicionales que permitieron a más de 8000 personas disfrutar de los desfiles tradicionales.
Otro logro del evento ferial fue volver a las raíces de la identidad caleña, a través de la recuperación de las casetas, que congregaron a más de 23.000 personas en un espacio de celebración familiar y cultural, y de la inclusión de artistas locales y orquestas femeninas dentro de la programación.
A todo ello se suma que esta fue una de las ediciones más seguras de los últimos años. Según las autoridades, se presentó una reducción del 6 % en homicidios, del 73 % en los casos de hurto a personas y 78 % en hurto de celulares, comparado con versiones anteriores.
Más allá de las cifras, esta edición 67 evidenció la calidez, resiliencia y talento de los caleños, y catapultó a la capital vallecaucana como referente cultural y turístico en Colombia y el mundo.
El llamado es a que Corfecali y la Administración Municipal comiencen, desde ya, a planear la próxima versión de la Feria. Y el primer propósito debe ser sanear las deudas que tiene la corporación, así como pagarles a los artistas y cumplir las demás tareas financieras pendientes. Solo así se avanzará en la recuperación de la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y en el 2025 se podrá hacer una mejor edición de un certamen que fue ejemplo de que la unión hace la fuerza.