COLOMBIA
¿Cuál será el escenario de Colombia frente a los Estados Unidos tras la posesión de Biden?
Mientras que unos confían en que el manejo bipartidista de la relación se sobrepondrá, otros vaticinan una fractura por la supuesta interferencia a favor del saliente mandatario Donald Trump.
A pocos días de que el presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, tome posesión de su cargo en lo que se proyecta será una de las transferencias de mando más atípicas de ese país, vuelve a ponerse sobre la mesa las relaciones bilaterales con Colombia. Mientras que unos confían en que el manejo bipartidista de la relación se sobrepondrá, otros vaticinan una fractura por la supuesta interferencia a favor del saliente mandatario Donald Trump.
Lo cierto es que, hasta el momento, no ha habido acercamientos entre Biden y el presidente Iván Duque, quien no figura en la lista de dirigentes políticos con los que ha hablado el futuro huésped de la Casa Blanca. En la región, el nuevo dignatario de los Estados Unidos ha sostenido conversaciones con los mandatarios de México, Chile, Argentina y Costa Rica.
Y es que este pequeño detalle, que para muchos podrías ser insignificante, tiene un gran peso en materia diplomática, porque se presume como un buen inicio de las relaciones bilaterales entre países y se confirma el interés de los mandatarios de trabajar en una agenda conjunta que responda a los intereses de ambas naciones.
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El experto en relaciones internacionales Rafael Piñeros, parte del hecho de que ambos países necesitan mantener una buena relación, porque tiene intereses comunes por los que deben trabajar, además de que el nuevo jefe de la Casa Blanca conoce mucho más los problemas y dinámicas de Colombia, que el saliente presidente Donald Trump.
Sin embargo, Piñeros agrega que la última visita que hizo Biden al territorio nacional estuvo vinculada a la agenda del proceso de paz con las Farc, que sigue siendo uno de los grandes intereses de los Estados Unidos en Colombia. “Yo creo que esa estructura no cambiará. A ellos les interesa que a Colombia le vaya bien, que cumpla los compromisos del proceso de paz”, dice.
De esta manera, el experto indica que en las relaciones bilaterales vendría un cambio de enfoque y de prioridades. Durante la administración de Donald Trump se hizo una fuerte presión para que Colombia cumpliera con la reducción de hectáreas de hoja de coca y retomara la aspersión con glifosato, mientras que con la llegada de Biden se espera más énfasis en que se cumplan los acuerdos de paz, la defensa de los líderes sociales y el medioambiente.
Piñeros manifiesta que la dificultad en las relaciones puede estar en tratar de superar los rumores y acusaciones de que miembros del Gobierno, como el embajador Francisco Santos, interfirieron en las elecciones de Estados Unidos para favorecer al saliente presidente Donald Trump, sin dejar de lado el abierto apoyo de muchos congresistas del partido de Gobierno.
El mismo presidente Iván Duque ha reconocido que, pese a que es complicado decirles a los miembros de un partido político cómo actuar, si los congresistas del Centro Democrático le hubiesen pedido consejo sobre opinar o no en las elecciones de Estados Unidos, él les habría dicho que no lo hicieran.
El mayor dilema pasa por la situación del embajador Francisco Santos, quien habría ofrecido su ayuda a la campaña de reelección de Donald Trump, a través de un contratista del Petágono, según lo dijo en su momento el expresidente Juan Manuel Santos, quien agregó que era necesario optar por un cambio en la diplomacia con este país.
Rafael Piñeros dice, en este sentido, que es importante que haya cambio en el manejo de las relaciones binacionales, luego del escándalo de interferencia en las elecciones que ha rodeado a Colombia, donde, el mismo embajador de ese país en territorio nacional, Philip Goldberg, tuvo que salir a recordar la importancia de no entrometerse en la jornada electoral. Por esta razón, señala que sería bueno que ‘Pacho’ deje Washington.
Sebastián Bitar, experto en relaciones internacionales, hace énfasis en que esta situación más allá de lo que implica la relación con Biden, creó asperezas en el Partido Demócrata y, por esta razón, el Gobierno colombiano debería hacer un esfuerzo en tratar de solucionarlo a través de muestras de voluntad, en especial porque la fuerza política será mayoría tanto en la Cámara como en el Senado de los Estados Unidos.
“Es muy importante que Colombia recupere la trayectoria que ha tenido durante 20 años, de tener un apoyo de los dos partidos y apoyarse tanto en la Cámara como en el Senado y no solamente en la Presidencia”, dice Bitar.
De esta manera, el experto agrega que si bien cambiar al embajador en Washington es una opción, más bien lo que se necesita es una aproximación mucho más inteligente hacia el Gobierno de Biden, que podría hacerse a través de unas declaraciones que generen confianza y que le deje claro al nuevo mandatario estadounidense que Colombia va a estar ahí para ayudarle en su administración a cumplir los objetivos comunes, pero también dispuesta a mantener las relaciones bipartidistas con los republicanos y demócratas.
Bitar señala que lo mejor que puede hacer el Centro Democrático, donde varios congresistas manifestaron abiertamente su apoyo a Trump, es hacer una publicación a través de las redes sociales o de un comunicado que le dé la bienvenida a la nueva administración en Estados Unidos y diciendo que están listos para trabajar por la agenda binacional.
“Tenemos un presidente débil, sin capacidad de tener agendas claras ni en lo nacional ni en lo internacional, y por lo tanto tenemos una Cancillería que tampoco la tiene. Las personas realmente importantes en este impase y en esta molestia son (Álvaro) Uribe y las personas del Centro Democrático que han hecho campaña o que han sacado mensajes muy cercanos a Trump y atacando a Biden”, añade el analista.
En el mismo sentido que Bitar, el analista Manuel Alejandro Correal dice que posiblemente este acercamiento entre ambos países sea condicionado a que personas cercanas al Gobierno de Iván Duque se comprometan a no realizar ningún tipo de intervención en lo que tiene ver con la política interna de los Estados Unidos, pero destaca que para el país norteamericano las relaciones con Colombia son fundamentales y por tanto también hará esfuerzos por tratar de que estas sean fluidas.
“Una cosa es asegurar que no había una buena relación para poner los temas importantes para Colombia en la agenda de Estados Unidos y otra cosa haber apostado a un candidato que no ganó y que seguramente tampoco habría sido conveniente ni para Estados Unidos ni para Colombia”, puntualiza Correal.
Al mismo tiempo , Correal agrega que el Gobierno debe darle garantías a la administración Biden de que los agentes del Estado colombiano que interfirieron en las elecciones no representaban al país cuando hicieron las afirmaciones que hoy son tan criticadas y asegura que el cambio del embajador Santos es urgente.
Rafael Piñeros, por su lado, insiste en que es muy probable que los demócratas le pidan al Estado colombiano compromisos en materia de defensa a líderes políticos, sindicales y medioambientales para el desembolso de recursos o de beneficios de cooperación que necesite el país, pero agrega que sin duda los temas más álgidos serán Cuba y Venezuela, donde podría haber un viraje en la forma como se han venido manejando.
Sin duda, el nuevo escenario de la Casa Blanca también se puede enfocar más al problema de las drogas, desde una perspectiva de salud pública y de mayor respeto hacia los procesos internos del país, teniendo en cuenta decisiones de la Corte Constitucional, como el de la prohibición del uso del glifosato.
De igual forma, el internacionalista señala que lo más seguro es que la relación de Colombia con Biden en la Presidencia de los Estados Unidos sea positiva, pese a que habría que solucionar las fricciones que podrían presentarse debido al apoyo a Donald Trump, que se ha manifestado por parte de algunos miembros del Gobierno y del Centro Democrático.
Sin embargo, estos cambios de enfoque en la política de relaciones entre Estados Unidos y Colombia no se verían en un corto plazo, sino a mediano, cuando el Gabinete de Biden haya terminado de aterrizar. Por ahora, el mundo se mantiene a la expectativa de lo que pueda suceder en el país norteamericano.