Política
¿Cuáles serán las últimas ‘jugadas’ de la oposición y el Gobierno de Petro en la recta final de la legislatura?
Para analistas, la oposición aprovechará el debilitamiento de las relaciones de la Casa de Nariño con el Legislativo para fortalecerse de cara a las elecciones presidenciales del 2026.
Luego de una compleja semana para los intereses del Gobierno en el Congreso, la Casa de Nariño deberá enfrentar desde mañana -hasta el jueves- un último ‘round’ con la oposición, la cual se vio fortalecida tras el hundimiento de la ley de financiamiento, el virtual archivo de la reforma política y el estancamiento de la de salud, ¿qué viene para la recta final?
“La oposición va a aprovechar la debilitada posición del Ejecutivo tras el hundimiento de la reforma tributaria y el corto tiempo que tiene. Las sesiones ordinarias culminan el 16 de diciembre y ya Efraín Cepeda, presidente del Senado, ha dado declaraciones diciendo que no se necesita ir a sesiones extraordinarias”, indica el analista y consultor Germán González.
Explica que “aunque la convocatoria de sesiones extras es facultad del Gobierno, el principal reto será lograr cuórum para las discusiones en una recta final de sesiones con muy poco tiempo, pero además con el capital político golpeado. Y ante la dificultad del presidente Gustavo Petro para darle tracción a su agenda, continuará precipitando la campaña con una narrativa revanchista y beligerante en contra del Congreso”.
De hecho, desde algunos sectores calificaron como un recurso de desesperación los recientes mensajes del Mandatario donde maldijo al Legislativo tras el archivo de la tributaria: “Maldito el parlamentario que a través de las leyes destruye la prosperidad de su propia tierra, de su propio pueblo”.
Además, como él, parte del gabinete y otros funcionarios amenazaron con reducir las ayudas sociales, entre otras iniciativas sensibles para la ciudadanía, como la instalación de acueductos, responsabilizando a los parlamentarios de “votar contra sus departamentos”.
En respuesta, Cepeda le dijo: “Desde el Congreso seguiremos actuando con nuestro criterio libre, así usted siga descalificándonos ante sus seguidores. El país entiende, cada vez más, la importancia de un Congreso libre e independiente, con un equilibrio de poderes. Hoy más que nunca: el Congreso es el Camino”.
Sobre la estrategia que pondrá en marcha la oposición en esta última semana, la politóloga María Alejandra Arboleda menciona que, así como ocurrió con la tributaria, los congresistas que no apoyan la Administración se unirán en un mismo sentido.
“Vale la pena destacar el papel del senador Miguel Uribe que trabajó muy de la mano con el representante Christian Garcés, entonces creo que también se verá cómo la oposición trabaja en equipo dentro de los mismos partidos, pero también de manera interpartidista para hacerle frente a un gobierno donde muchas de sus propuestas van en contravía de, por ejemplo, impulsar la economía”, anota.
En cuanto al ‘modus operandi’ de la Casa de Nariño, la politóloga advierte que probablemente seguirá intentando generar relaciones con senadores y representantes a través del liderazgo del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, para sacar las reformas.
“Sin embargo, no lo veo tan sencillo, porque por más de que lleguen a determinados acuerdos políticos, pues hay un elemento muy importante a considerar y es la opinión pública”, agrega Arboleda.
Por el momento, una de las apuestas más polémicas del oficialismo es la reforma a la salud, que si bien no ha logrado iniciar su debate y se enreda cada que se quiere terminar de evacuar los impedimentos, esta aún tiene vida para la siguiente legislatura.
No obstante, algunos sectores dan por ‘muerta’ esta iniciativa, porque al parecer, por el momento no contaría con los votos necesarios para continuar su paso por el Congreso.
“Es posible que la reforma a la salud también tenga el mismo rumbo que la reforma tributaria, pero, además, con lo que está ocurriendo en este momento con el sistema de salud, como la intervención por parte del Gobierno a algunas EPS, demuestra que casi todo lo que toca el Ejecutivo lo termina de acabar”, señala la politóloga.
La antesala de la campaña
Las fuentes consultadas coinciden en que es importante tener en cuenta que se está en la antesala de la campaña por la Presidencia, por lo que tanto la oposición como el oficialismo intentarán posicionarse de cara al 2025.
En ese sentido, el analista González comenta que el desgaste del Gobierno finalizando la legislatura “es señal de que el país cada vez está más cerca de la etapa electoral. Esto genera incentivos para que los congresistas se desmarquen del Presidente y confirma que la contienda de 2026 se perfila como una especie de ‘referendo’ contra la actual Administración”.
Menciona que “Petro no solo ha encontrado contrapesos en las cortes, sino que ahora se acentúa la resistencia en el Congreso. Las críticas al Gobierno en materia de ejecución presupuestal, la situación fiscal y los escándalos de corrupción han sido bien capitalizadas por los opositores en el Parlamento”.
De hecho, además de ser una semana complicada para el Jefe de Estado en materia legislativa, es de recordar que la Corte Suprema de Justicia tomó distancia del Mandatario en dos ocasiones cuando rechazó la condecoración de la Cruz de Plata que pretendía otorgar el Ejecutivo, luego de que José Urbano no quisiera asumir como magistrado ante el Presidente.
Además, varios entes de control se han pronunciado en contra de la baja ejecución del Presupuesto General de la Nación del 2024 y los retos fiscales con los que se iniciará el próximo año derivados al bajo recaudo tributario.
Lo anterior, sin contar las revelaciones que se ha hecho sobre el entramado de corrupción de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, y los millonarios recursos entregados a congresistas para favorecer los proyectos del Gobierno, es la antesala, según analistas, de la caída de más proyectos que sean del interés de Gustavo Petro.
Así va al cierre de las sesiones ordinarias
A diferencia del cierre de la legislatura pasada, cuando el Gobierno logró sacar adelante la reforma pensional, el único de los proyectos sociales que se ha convertido en ley hasta el momento, en esta ocasión, fue la reforma de la jurisdicción agraria.
El fracaso legislativo principal para el presidente Gustavo Petro se dio en el trámite de los proyectos económicos. El primero fue con el Presupuesto General de la Nación, el cual llegó desfinanciado, debido al hueco que le quedó en 2024, porque los ingresos que previó no los alcanzó.
Esa fue la puja inicial que tuvo el Gobierno con los sectores de oposición, pero la iniciativa se hundió en medio de una polémica en la que el Ejecutivo no quiso ceder en la cifra de $523 billones a $512 billones.
En una decisión dividida, las comisiones económicas no acordaron un monto único.
Unos meses después, la Casa de Nariño tuvo un pequeño respiro cuando se tramitó sin mayor dificultad el presupuesto bianual de regalías; sin embargo, esa es una iniciativa que le interesaba a todos los partidos, tanto de oposición, como independiente y oficialistas, de ahí que fue aprobado sin mayor problema.
Pero el trámite de la ley de financiación o reforma tributaria fue a otro precio. Realmente fue el proyecto que llevó a la postre a que Petro tuviera el mayor enfrentamiento con el Legislativo, debido a que le hundieron la iniciativa con la que esperaba recaudar al menos $ 9,8 billones.
En una decisión que terminó siendo sorpresiva por lo contundente que fue, las cuatro comisiones económicas votaron por hundir el proyecto y dejar en el limbo las cuentas del Gobierno, hasta el próximo año.
Las reformas sociales
Este semestre tampoco fue el momento para dos reformas sociales que son fundamentales para el Gobierno, la laboral y la de salud. La primera avanzó de forma positiva en la Cámara, al punto que en octubre pasado fue aprobada con más de 90 votos, es decir unas mayorías justas pero las logró.
Como era de esperarse, el proyecto se frenó a su llegada al Senado. Se demoró en que tuviera los ponentes para su discusión en la Comisión Séptima, en donde tan solo hasta finales de noviembre se conoció el nombre de ellos y a la fecha apenas se preparan las ponencias positivas y negativas.
La gran ventaja que tiene esta iniciativa es que por ser una ley ordinaria, así no sea votada antes del cierre de las sesiones, no se hundirá, aunque el objetivo del Gobierno era que puediera convertirse en ley este mismo año.
En cuanto a la reforma a la salud, esta parecía que sería la vencida, luego de que en abril pasado fuera hundida en la Comisión Séptima. El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, logró que se diera una discusión previa al proyecto al presentarla a diferentes sectores, incluso a la oposición.
Ya en el Congreso, inició su trámite en la Cámara y sin mayores problemas fue aprobada en la Comisión Séptima, en donde incluso tuvo votos de sectores que eran opositores a la misma como el conservatismo y el liberal. En un primer momento el Ejecutivo llegó a pensar en tramitarla con mensaje de urgencia pero se desistió y quedó en discusión ordinaria.
El frenazo se dio cuando llegó a su discusión en la plenaria de esa corporación, allí estaban en trámite más proyectos que eran de interés de los congresistas. La iniciativa hasta el momento no ha podido superar la etapa de la votación de los impedimentos, más de 100, y por eso su articulado nada que es abordado.
El presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, citó para mañana, último día de las sesiones ordinarias, pero a la reforma se le suman las dudas sobre cuál será la posición del Partido Liberal, luego de conocerse un comunicado oficial en el que señaló que ninguno de sus congresistas votará afirmativamente el proyecto, tras considerarlo “lesivo para el sistema de atención de los colombianos”.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que la reforma a la salud, por el hecho de haber sido aprobada ya en comisiones, no se hundiría, por lo que su debate se podría aplazar para marzo del 2025. Además, será el único proyecto que entró en las sesiones extraordinarias que fueron convocadas entre el 17 y el 19 de diciembre.
La reforma política, el principal proyecto que es de autoría del ministro Juan Fernando Cristo, al parecer no alcanzará a llegar a su segunda vuelta.
El mismo busca modificar el Consejo Nacional Electoral, imponer la lista cerrada y hacer que la financiación de las campañas sea solo con recursos públicos. En el último debate se tumbó un artículo que pone en peligro al Partido Comunes y revivió con polémicas otro sobre el transfuguismo, que permitiría que cada cuatro años los congresistas puedan cambiarse de partido político, sin necesidad de recibir sanciones o tener que renunciar a la curul.
El proyecto, que está para la plenaria del Senado, en su cuarto debate, se discutirá también mañana y su única alternativa para seguir con vida es que sea aprobado con el texto que salió de la Cámara, porque en la Comisión Primera de esa corporación se le hicieron cambios y eso obligaría a una conciliación con la Cámara, pero ya no hay tiempo para hacerlo.
Ante ese complejo escenario, el único proyecto de ley que sería un gran logro para el Gobierno es la ley de implementación de la jurisdicción agraria. El proyecto fue votado esta semana en las Comisiones Primeras conjuntas en donde tuvo las mayorías, lo que se espera que suceda también en las plenarias de Senado y Cámara.
La preocupación es que el debate en plenarias toca hacerlo en sesiones extras, para que sea aprobado y así convertirse en ley, pero ahora la gran pregunta es si los congresistas le cumplirán al Presidente luego de que él los insultara por no aprobarle la reforma tributaria. Si eso pasa, la iniciativa quedaría aplazada para seguir su discusión en marzo del otro año.
Un proyecto más que avanza es la reforma a la justicia; sin embargo, la misma no es de autoría de lleno del Gobierno sino de las cortes, la Fiscalía y varios congresistas, en especial de la oposición. El proyecto quedó para que surta su paso a la Cámara, luego de que logró vencer en su segundo debate en la Plenaria del Senado con 59 votos a favor y solo uno en contra.
Con esa última discusión positiva, aún le faltan dos debates en la Cámara de Representantes para el 2025, debido a que es ley ordinaria.
Con respecto a las reformas constitucionales, el Ejecutivo acompañó la reforma al sistema general de participaciones, la cual prevé que desde 2027 empiece a entregar más recursos a departamentos y municipios por parte de la Administración.
Además, se podría decir que otros intereses del Gobierno tampoco salieron bien librados en este semestre, debido a que el 20 de julio, cuando el Jefe de Estado fue a instalar las sesiones ordinarias del Congreso, hizo dos anuncios que a la postre no cumplió.
Se trató de la convocatoria a una asamblea nacional constituyente y un ‘fast track’ para tramitar los proyectos que permitieran cumplir los acuerdos de paz que aún están pendientes.
Lo que sí salió en ese momento fue la decisión de la Casa de Nariño de concertar los proyectos previo a la radicación, una idea que impuso la llegada al Gobierno del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, a quien ahora, seis meses después, parece que la estrategia no le dio resultados.