Danilo Rueda se despide con extensa carta de su cargo, agradeció al presidente Petro

El excomisionado de Paz, Danilo Rueda,se despidió del cargo a través de su cuenta de ‘X’ en una extensa carta de cuatro páginas en la que no solo agradece a las comunidades que participaron en los procesos de paz y restauración, también agradece a los delegados de diálogo con las disidencias de las Farc, el ELN y grupos como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

“Mi agradecimiento a todas y todos los que habitan en las zonas de conflictividad armada por abrir sus historias y vidas desde las que construimos otra metodología de una paz incluyente y en perspectiva de la justicia social y ambiental. Ustedes son el corazón de la paz con todos: comunas, barrios, caseríos afros, indígenas, mestizos. A las mujeres, madres, hijas víctimas de tantas violencias, y también gestoras de muchos de los que están en armas, y que hoy, ustedes los quieren traer en el afecto a parar las violencias y empezar a pactar la paz, gracias, muchas gracias”, inicia la comunicación.

“A los delegados (as) de la Mesa de Diálogos de Paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la Mesa de Diálogos de Paz con el Estado Mayor de las FARC -EP, gracias. A los delegados (as) de los espacios de Conversaciones Socio Jurídicas de Medellín y Valle de la Aburra, Quibdó y Buenaventura, gracias. Ustedes los delegados del gobierno del presidente Petro proyectan la pluralidad, las líneas trazadas de la construcción de paz y la estrategia con metodologías, marcos normativos y contenidos con cada grupo para transitar al Estado de Derecho, respetando los derechos de las víctimas y las transformaciones territoriales”, indicó en la comunicación.

Así mismo agradece a los facilitadores de paz con FARC Segunda Marquetalia y “su significativo papel para mantener los puentes, la confianza e ir apoyando la construcción de la pre agenda, la metodología y los contenidos en una fase que pase de lo exploratorio a lo dialógico. A los facilitadores con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), gracias por comunicar en medio de los riesgos propuestas específicas y con sistemas de monitoreo como medidas de confianza, el respeto a las comunidades mientras se crea un marco jurídico. Por haber logrado preservar la vida de varias personas en poder del grupoarmado”.

Así mismo, dedica un agradecimiento a “la comunidad internacional en y todas sus expresiones institucionales y no gubernamentales, gracias por acompañar de cerca los propósitos de esta inédita paz. A ustedes que, al lado de la Conferencia Episcopal Colombiana, y las iglesias cristianas, testigos directos a horas y deshoras, de la realidad de nuestros conflictos y del desarrollo de las estrategias y metodologías para construir escenarios de la paz”.

En la misiva hace un llamado a los grupos armados “sean políticos o no”, para que cesen la violencia en los territorios “todos podemos lograrlo aún en los momentos críticos. Todo es paciencia y creatividad para buscar salidas. Saldremos del momento crítico con el ELN, hay caminos que están andando. En la crisis con EMC FARC, nuestra delegación tiene claro el norte, si escuchan, ese proceso será maduro”.

Según el excomisionado “hoy para nadie que esté en armas, la soberbia, la prepotencia, o cada nuevo asesinato, desaparición, secuestro, desplazamiento, confinamiento y operaciones armadas letales o no, les hará creíble. Las expresiones de fuerza son innecesarias, si la fuerza de la sensibilidad por un nuevo país, y desde la razón hará posibles acuerdos justos”.

De hecho, indicó que como comisionado exigió a los grupos armados “compromisos serios, verificables, de respeto a la vida humana y a la naturaleza de nuestro origen. Están ahí los testigos de las vidas salvadas, de las selvas protegidas, de las libertades logradas, es el efecto de los diálogos con compromisos tangibles. Falta mucho, pero se empezó. Las líneas estratégicas de la solución a sus expresiones armadas están definidas, hay que desarrollarlas”.

Rueda asegura que dialogar es la clave “con ese país de silenciados, de negados, de excluidos, de aterrorizados, de hastiados y de desesperados, allí donde la desigualdad solo encuentra salidas en las armas como posibilidad de hacer algo, a veces perdiendo el ser; armarse para sobrevivir, para vivir del lucro o para buscar una democracia profunda. Dialogar con ese país que tejen aquellos que se atreven en medio de ese desorden de deshumanización a hablar, a concertar, a romper el miedo y el terror”.

E insiste en que a su juicio la solución al conflicto armado es lograr un gran Acuerdo Nacional, “allí donde nadie debe ser excluido o negado ese es el camino. Será tortuoso pero necesario. La verdad restauradora en un gran pacto sociopolítico, ambiental dará asiento a resolver nuestras violencias armadas políticas y reducirá las violencias criminales. Allí está el cauce de las garantías de no repetición, resolviendo motivaciones sociales y culturales, las subjetivas del inconsciente colectivo, las que llevan a odios, y a las exclusiones, a las corrupciones, a la impunidad. Solo así se cimentará la paz en un proyecto de nación, haciendo viva la constitución del 91 ese es el camino hacia la Paz”.

Por último, sostuvo que la vida sigue, “la vida es siempre un soplo, para servir en libertad a la paz y a la justicia en el tiempo biológico que nos ha sido permitido. En este tiempo de un bello existir”.