“El Gobierno está dedicado a lanzar cortinas de humo y no a gobernar”, dicen analistas sobre propuesta de constituyente

Por Olga Lucía Criollo, Editora Política

“Es poco probable que el presidente Petro logre sacar adelante una asamblea nacional constituyente”. Esa es la conclusión expresada por los analistas consultados por El País, a partir de la propuesta que el Jefe de Estado lanzó el viernes en su encuentro con la Minga Indígena en Cali y sobre la que ayer hizo algunas precisiones.

“Es un trámite dispendioso y azaroso, en el sentido de que debe tramitar una ley que la convoque, con mayorías absolutas en Cámara y Senado, que fije el temario y la composición de la Asamblea”, explica el constitucionalista Juan Manuel Charry y agrega que esa ley iría al control previo de la Corte Constitucional y, de ser avalada, la Organización Electoral deberá disponer lo necesario para la inscripción de candidatos, la campaña electoral, la votación y el escrutinio.

“Y si todo eso ocurre con éxito, en donde participen al menos trece millones y algo más de personas, o sea más de una tercera parte del Censo Electoral, tendrá validez la elección para que se instale la asamblea por el tiempo y para abordar el temario que fije la ley”, anota Charry.

Eso sin contar con que el acto reformatorio que produzca el mecanismo de participación ciudadana que sería convocado por el Mandatario colombiano podría ser objeto de demandas de inconstitucionalidad.

“Todo eso, en mi opinión, puede tardar alrededor de dos años. O sea que estaría coincidiendo con el final del periodo presidencial, pero se expone el Gobierno a no obtener las mayorías en el Congreso, que se ha mostrado reacio a tramitar exitosamente las propuestas de reforma a la salud y la pensional”, dice el también analista político.

Incluso, continúa, se expone a que, como ocurrió en Chile, la oposición obtenga la mayoría en la asamblea constituyente y las decisiones sobre la materia que se proponga no salgan en el sentido que el Gobierno quiere.

“De manera que la asamblea constituyente propuesta por Petro es una aventura incierta, en donde correría más riesgos que el posible éxito que podría obtener”, puntualiza.

¿Para qué lo hace?

De su lado, el analista John Mario González asegura que el Mandatario colombiano “está jugando un juego muy peligroso para su gobierno y la estabilidad institucional del país, al lanzar globos como el de una constituyente, pareciera que con el único propósito de intentar despertar el ánimo popular en favor de su gobierno”.

Y sigue: “Es esa la lectura que se puede hacer frente a las casi cero posibilidades de que su propuesta de reforma constitucional avance, habida cuenta de los procedimientos de reforma establecidos en el Artículo 376 constitucional, del bloqueo de su relación con el Congreso y del escaso apoyo popular del que goza hoy”.

Para González, “el peligro del juego del Gobierno es que dejó claro que está dedicado a lanzar cortinas de humo y no a gobernar, que se está quedando sin argumentos retóricos, con el agravante de que el Congreso muy probablemente le hundirá sus caprichosas reformas en las próximas semanas”.

De ahí que se pregunte: ¿cómo gobernará en adelante, cuando todavía le restan más de dos años?

Con la hipótesis de que la idea de convocar una constituyente es más una cortina de humo que una iniciativa real coincide el analista Juan Carlos Flórez, quien señala que “el presidente Gustavo Petro tiene una especial habilidad para poner a sus opositores y a la opinión pública a pedalear como hámsters en jaula”.

“Es lo que de nuevo está haciendo, porque hoy él no tiene los votos para poner mayorías en una asamblea constituyente, si se diese, de manera que lo que hay en el fondo de esto es un gigantesco globo, una cortina de humo, cuyo objetivo es lanzar una campaña que va a durar dos años”, dijo en declaraciones a Noticias Caracol.

También indicó que el objetivo del Jefe de Estado “es intentar hacer lo que ya hizo antes de su elección como Presidente, y es poner la agenda política del día a día con cosas que después se olvidan, pero que cumplen dos funciones: tratar de volver a movilizar y enamorar a su electorado a punta de su retórica y, segundo, confundir a sus adversarios y ponerlos a ir detrás de todo lo que él señala, como si fueran un perro al que se le tira una pelota y sale corriendo desesperado detrás”.

La propuesta

“El proceso constituyente convocado no es ni para cambiar la Constitución del 91 ni para perpetuarme en el poder”, señaló ayer Petro en X, afirmando que es necesario que el pueblo resuelva los problemas que afectan al país, puesto que quienes han llegado al poder desde entonces no la han desarrollado.

“Mientras no se aplicaba la Constitución del 91 en estas tres décadas, los poderes constituidos fueron penetrados por un régimen de corrupción impune y de facto y por una gobernanza paramilitar que reemplazó el Estado Social de Derecho y asesinó a más de 100.000 colombianos”, sostuvo.

Y detalló ocho puntos que incluye su propuesta: la constituyente tendría como eje el cumplimiento del Acuerdo de Paz; garantizar en el corto plazo el acceso a agua potable, salud, y renta para la población más vieja; “recuperar los objetivos de la Constitución del 91, contrarreformados” para priorizar la educación pública y la reforma agraria.

También, constitucionalizar la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la economía; garantizar que la política monetaria priorice el empleo y la producción, haciendo la claridad de que se mantendrá la independencia del Banco de la República; hacer un reordenamiento territorial, puesto que “el Congreso” no ha cumplido con este punto, ya que “su base electoral depende de la Constitución de 1886; separar la política de la financiación privada, y transformar el sistema judicial en uno basado en la verdad, reparación y reconciliación.

Para llevar a cabo este propósito, Petro llamó a “la constitución de coordinadoras municipales de fuerzas populares que desaten la organización y la movilización general de la ciudadanía”.