Judicial
El presidente Gustavo Petro de frente contra la prensa: dijo que un sector contribuyó “a desatar un genocidio sobre el pueblo”
La postura de Petro se conoció en respuesta a las sesiones de declaraciones que está brindando el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso en la JEP.
Por medio de su cuenta en Twitter, el presidente de la República Gustavo Petro atacó nuevamente a la prensa al señalar que un sector, según él, un sector contribuyó “a desatar un genocidio sobre el pueblo”.
El mensaje del jefe de Estado hizo referencia al debate que realizó cuando fue congresista en 2007 sobre el paramilitarismo en el departamento de Antioquia.
El punto de vista del Presidente se conoció en respuesta a las sesiones de declaraciones que está brindando el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso en la Justicia Especial para la Paz (JEP).
“Se confirma plenamente mi debate parlamentario sobre el paramilitarismo en Antioquia del 2007. El paramilitarismo no fue sino una alianza del narcotráfico con buena parte del poder político y económico de Colombia y un sector de la prensa tradicional para desatar un genocidio sobre el pueblo”, dijo Petro.
Agregó que “la mentalidad paramilitar se adueñó de un sector importante de la sociedad colombiana que cree que hay que eliminar la diferencia. Esa mentalidad paramilitar en parte de la sociedad es el fascismo a la colombiana”.
Este miércoles, Mancuso quien se encuentra privado de su libertad en una cárcel de Georgia en Estados Unidos, compadeció ante la JEP y se comprometió a entregar información “novedosa” sobre la extensión y fortalecimiento de los grupos paramilitares en el país. Esta es la última oportunidad de Mancuso para acceder a los beneficios de la Jurisdicción Especial para la Paz.
Se confima plenamente mi debate parlamentario sobre el paramilitarismo en Antioquia del 2007.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) May 10, 2023
El paramilitarismo no fue sino una alianza del narcotráfico con buena parte del poder político y económico de Colombia y un sector de la prensa tradicional para desatar un genocidio… https://t.co/rt05GufT9k
Durante cuatro días de la Audiencia Única de Verdad, que inició este miércoles y se extenderá los días 11, 15 y 16 de mayo, Mancuso deberá contar la verdad.
“Esta audiencia es el escenario para que Mancuso demuestre de manera contundente que se incorporó funcional y materialmente a la Fuerza Pública entre 1989 y 2004. Es decir, debe probar que ejerció un rol de bisagra o punto de conexión entre la Fuerza Pública y los paramilitares en los patrones de macrocriminalidad”, informó por medio de un comunicado la JEP.
Para escuchar al exparamilitar de las Autodefensas, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas se basó en un informe del Grupo de Análisis de la Información (Grai) de la JEP, que reúne el contexto macrocriminal de las estructuras paramilitares que operaron en Córdoba bajo el mando de Mancuso.
Mancuso deberá entregar información nueva sobre este fenómeno y hacer aportes “presentes, efectivos, suficientes y novedosos”. De lo contrario, no podrá acceder a los beneficios de la JEP. Su situación jurídica en la Jurisdicción Especial para la Paz dependerá de la calidad de la información que entregue.
El exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso, rinde versión por el “apoyo a la conformación y expansión de grupos paramilitares”, el cual está constituido por cuatro prácticas criminales, que “llevaron a la configuración de un aparato organizado de poder que facilitó la expansión y consolidación del control territorial de los paramilitares”.
Mancuso lideraba en Córdoba una “estrategia de consolidación política y social que se tradujo en nexos con funcionarios públicos y civiles que en su mayoría poseían un capital político en la región”. Esa estrategia buscaba, de acuerdo con la JEP, insertar paramilitares entre la población civil, adquirir reconocimiento de estatus político y reclutar nuevos integrantes en las filas paramilitares.
La cooptación y el control de entidades públicas les “permitía a los paramilitares no solo acceder a información privilegiada, sino perseguir a quienes consideraban un obstáculo en sus objetivos tanto militares como sociales, económicos y políticos”. Funcionarios del desaparecido DAS, que entonces estaba en cabeza de Jorge Noguera y José Miguel Narváez, “suministraron información de inteligencia que les permitió a los paramilitares afianzar su poder en entidades como la Universidad de Córdoba”.