Política
“El problema del gabinete radica en la falta de liderazgo de Petro”: analistas hablan sobre la necesidad de un nuevo ‘remezón de ministros
Analistas reconocen la necesidad de un nuevo ‘remezón’ en el Gobierno, pero advierten que este solo podría ser útil si el Presidente abandona su discurso político y se dedica a ejecutar.
La ola de violencia en algunas regiones por la presencia de grupos armados ilegales, la crisis en el sistema de salud en la que gran parte de las EPS están en manos del Gobierno, la posible implicación de miembros del gabinete en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y las alertas por los riesgos de la seguridad energética del país...
Estas son algunas de las alarmas que han encendido sectores de colombianos para pedir que los responsables de cada uno de esos escenarios se aparten de sus cargos en el Gobierno, pero, ¿es realmente necesario que el país viva un nuevo remezón de ministros?
“Siempre va a ser importante para un presidente, ante la falta de resultados, mover sus fichas más cercanas. Hay que recordar que en cualquier gobierno, los ministros, viceministros y directores administrativos, especialmente los primeros, son fusibles y en la medida en que haya crisis política o crisis asociadas a resultados, pues son los primeros sacrificados”, responde el consultor político Álvaro Benedetti.
Para la politóloga María Alejandra Arboleda, “el ministro de Defensa, Iván Velásquez debe renunciar, así como el del interior, Luis Fernando Velasco. Por un lado, la situación de seguridad en el país es lamentable y Velasco tiene que apartarse a responder ante la Justicia por las graves acusaciones en su contra, puesto que no tiene legitimidad para continuar como jefe de cartera y bajo la responsabilidad de esa relación Ejecutivo y Legislativo”.
Como ha sido noticia desde hace varios meses, algunos departamentos del país, especialmente el Cauca y Valle del Cauca, han protagonizado caóticos episodios a propósito del accionar violento de grupos armados ilegales, que han cobrado la vida de civiles y miembros de la Fuerza Pública.
Esta semana, la Defensoría del Pueblo alertó que docentes, periodistas, funcionarios, miembros y presidentes de juntas de acción comunal, comerciantes y mujeres, se han convertido en blancos de la criminalidad y la violencia en Norte de Santander.
Según la senadora opositora María Fernanda Cabal, desde que el presidente Gustavo Petro asumió la presidencia, se han contado 151 masacres con 512 víctimas mortales. Solo en 2024, los homicidios han aumentado significativamente en varias ciudades del Valle, con Cartago y Trujillo registrando aumentos del 21 % y 300 %, respectivamente.
Además, en el caso de Velasco, son cada vez más las acusaciones que se suman en su contra por su posible participación en el entramado de corrupción de la Ungrd, por lo que hasta el momento ha sido llamado por la Corte Suprema de Justicia y la Contraloría, ante las que ha negado haber estado implicado en el soborno a los presidentes de Cámara y Senado para que favorecieran las reformas sociales que discute el Congreso.
“Este es un gobierno que tiene que esmerarse mucho más en la administración y en la ejecución de las normas, el manejo de los recursos, tener más cuidado con los temas de corrupción, no salirle al paso con posiciones políticas, sino con transparencia y con responsabilidad para que se vea que realmente la administración funciona y da pasos hacia adelante”, anota el analista Juan Manuel Charry.
A su vez, Benedetti señala que es pertinente pensar en un ‘remezón’ ante los escándalos que ‘empantanan’ al Ejecutivo, pero “la pregunta es para qué, si al final de cuentas quien lidera las carteras es un gobierno preso del debate ideológico antes que del debate tecnocrático. Tal parece que hay una defensa férrea de la Casa de Nariño al principio político que inspira al gobierno antes que la ejecución asociada a los distintos ministerios”.
De hecho, esa ha sido una de las principales críticas atribuidas al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien ha impulsado cambios en el sistema colombiano que tienen al país atravesando por una situación alarmante marcada por sobrecargos y desfinanciación, donde escasean recursos y el incremento en la demanda de servicios tiene a las EPS asfixiadas.
Lo cierto es que ante este panorama, el movimiento social Pacientes Colombia, el cual está conformado por 198 organizaciones de pacientes, solicitó a la Corte Constitucional declarar un estado de cosas inconstitucional (ECI) en el sector salud.
También está bajo la lupa el ministro de Minas y Energía, Omar Camacho, al ser señalado de querer acabar con las reservas de petróleo y gas del país, lo que generaría una inevitable crisis en la Nación. Además de que en el Caribe no se ha logrado una reducción de las tarifas de energía, pese a la instrucción del Mandatario.
“El problema radica en Petro”
“El problema que enfrenta el gabinete radica en el mismo Presidente y su falta de liderazgo, así como la incapacidad para gestionar a su equipo, orientarlo a cumplir ciertos objetivos y marcar una hoja de ruta. Él ni siquiera se reúne con ellos, como bien lo han manifestado funcionarios cuando dicen que ni tienen su número de celular”, analiza la politóloga Arboleda.
Explica que aunque se cambie el gabinete muchas veces, “dudo mucho que esto represente más eficiencia o una mejor gestión por parte del Gobierno. Si bien algunos ministros y viceministros tienen muy poca experiencia en los temas que lideran y en lo público, aunado a eso, el gran problema radica en el mismo Presidente”.
A su vez, el analista Charry indica que el problema general de la Casa de Nariño se debe a que es un gobierno que viene de una oposición y “están acostumbrados a la crítica, al control, al debate, pero no tienen suficiente experiencia en la ejecución. Llegaron sin esa experiencia y además nombraron personas que no cumplían con los requisitos y optaron por la fórmula de modificar los decretos, bajando los requisitos que exigía la normatividad”.
Y continúa: “existen los controles políticos, como la moción de censura para los ministros, que lo que hacen es poner en evidencia o debatir las fallas que se están cometiendo y, si es el caso, separarlos del cargo, pero es algo que nunca ha ocurrido en el sistema colombiano”.
En ese sentido, las fuentes consultadas coinciden en que será necesario que para el tiempo que resta de Administración, el Jefe de Estado asuma la responsabilidad de su cargo y lidere a su equipo. “Es fundamental que deje de delegar su responsabilidad en funcionarios como Laura Sarabia; además, es indispensable que suelte el Twitter y se dedique a trabajar”, añade Arboleda.
“El aparataje del Estado debe entender que no le es posible ejecutar el gasto de manera autónoma, necesita del concurso de otros actores de la sociedad como el sector privado, la sociedad civil organizada, la academia y por supuesto la comunidad internacional”, señala Benedetti.
Los analistas concluyen que es fundamental que el gobierno centre sus esfuerzos en la administración y abandone sus discursos políticos que en su mayoría se centran en la crítica del modelo establecido.
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