“Hubo un voto castigo contra el Gobierno Nacional”: Paloma Valencia sobre elecciones

Por Olga Lucía Criollo / editora de Política

“Nadie le puede creer al presidente Petro sobre el acuerdo nacional cuando hace una reunión de los gobernadores electos, excluyendo aquellos que considera que no son de su causa política. El Gobierno tiene más facilidad para reunirse con los criminales que con los ciudadanos que pensamos diferente”.

Así se refiere la senadora por el Centro Democrático Paloma Valencia a una invitación hecha por el Jefe de Estado después de conocer el resultado de las elecciones territoriales en las que, asegura, “hubo un voto castigo contra el Gobierno Nacional”.

También cuestiona que se siga adelante con los diálogos con el ELN, porque ese grupo “no puede seguir con el discurso de que tiene voluntad de paz cuando en el territorio lo que se ve es la violencia, los asesinatos, el secuestro y la extorsión”.

Y está decidida a sacar adelante la ley estatutaria de salud que radicó esta semana su partido y con el que esperan dejar en la ilegalidad la reforma a la salud que actualmente cursa en la Cámara de Representantes.

¿Qué balance hace de las elecciones para su partido?

Creo que fue un extraordinario resultado para el Centro Democrático, porque logramos avanzar en muchas regiones y logramos convertir al partido nuevamente en una fuerza de opinión votada y querida por los colombianos y que representa lo que los colombianos quieren para Colombia.

¿Y cómo le fue al presidente Petro?

Al presidente Petro le fue muy mal, porque tuvo candidatos propios en muchas regiones y solamente ganó en dos, pero lo que es más grave es que muchos de los partidos que aparecen como de Gobierno hicieron coalición con fuerzas de oposición, como el Centro Democrático y Cambio Radical, para lavarse el peso del Gobierno en las regiones. Entonces, lo que uno siente es que hubo un voto castigo contra el Gobierno Nacional.

¿Qué repercusiones tendrán esos resultados para la gobernabilidad?

Infortunadamente, creo que los resultados no van a ser los que los colombianos esperan, porque muchos congresistas que no son políticamente expuestos y conocidos deciden seguirle votando al Gobierno con muy poco costo para ellos en la región. Lo que los colombianos tienen que hacer es abrir los ojos y mirar quiénes son los congresistas de su tierra y cómo están votando las reformas, para poderlos castigar también en las siguientes elecciones.

Ustedes radicaron un proyecto de la Ley Estatutaria de Salud, pero ¿qué va a pasar con la reforma que se está tramitando en el Congreso?

Nosotros esperamos poder avanzar en el proyecto de ley estatutaria que, de ser aprobado, vuelve ilegal el proyecto del Gobierno, ya que, por la jerarquía, queda por encima del proyecto ordinario del Gobierno y puede tratar el derecho fundamental y establece varias cosas: la primera, defiende el derecho de los colombianos a escoger el asegurador entre públicos, privados y mixtos.

Lo segundo es que logra modificar la UPC (Unidad de Pago por Capitación) de manera que paguemos no solo por el ciudadano, sino más por un ciudadano enfermo y más por un ciudadano en regiones remotas, para que logremos mejor atención para los ciudadanos en regiones remotas y ciudadanos enfermos.

Necesitamos más recursos para mejorarle el salario a médicos, enfermeras y especialistas y darle una oferta, o sea, construir la oferta que se necesita para regiones apartadas de Colombia. No se puede confundir el deseo de darle salud a los colombianos que viven en las regiones más apartadas con destruir el sistema, no necesita destruir el sistema para lograr la salud en las regiones.

¿Pero el proyecto de ley estatutaria sí apunta a solucionar los problemas que hay en el sistema de salud?

Es que ningún sistema es perfecto y, a medida que el tiempo avanza, los sistemas necesitan permanentemente ajustes, pero las soluciones del Gobierno no solo son sobre los resultados, pero no tienen formas reales de solucionarlos. Nosotros estamos planteando alternativas reales, para que podamos solucionar los problemas reales que tenemos.

O sea que la estrategia es frenar el proyecto que está en la Cámara mientras avanza la ley estatutaria...

Pues uno esperaría que ese proyecto se empantane por malo, y que podamos sacar un buen proyecto, como el que estamos defendiendo en la Comisión Primera.

¿Qué futuro les ve a las otras reformas propuestas por el Gobierno después de los resultados de las elecciones territoriales?

Las reformas son malas, porque nadie se opone a que les demos subsidio a los ancianos pobres. De hecho, ese subsidio lo creó el presidente Uribe.

Lo que no pueden decir es que, para hacerlo, hay que gastarse el ahorro personal de quienes han venido ahorrando.

Eso se debe hacer con cargo al Presupuesto General de la Nación, sin afectar el ahorro pensional de la Nación, porque eso sería ponerle a las futuras generaciones una deuda impagable sobre las pensiones de quienes hoy han ahorrado.

El Presidente, después de elecciones, volvió a hablar del Pacto Nacional. ¿Le ve alguna posibilidad a esa propuesta?

Nadie le puede creer sobre el acuerdo nacional cuando hace una reunión de los gobernadores electos, excluyendo aquellos que considera que no son de su causa política. Tiene más facilidad para reunirse con los criminales el Gobierno que con los ciudadanos que pensamos diferente.

¿Usted cree que el Presidente sufre alguna adicción o que hay algo que le está impidiendo gobernar?

El Presidente es un populista, y los populistas son los que prometen soluciones fáciles a problemas complejos y, por supuesto, eso es una gran mentira.

Lo que se está descubriendo es que todas esas ideas de izquierda, demagógicas, que criticaban y proponían el paraíso, no son realizables. Los problemas complejos exigen soluciones complejas.

¿Se está desmoronando la Paz Total del Gobierno Petro?

La Paz Total no solo se está desmoronando, sino que es un enorme fracaso. Lo que estamos viendo en el sur del país son zonas de despeje, pequeños caguanes donde ejercen control los grupos ilegales.

No solo inauguran obras, sino que se autoproclaman autoridad en los municipios, cobran impuestos y reclutan los jóvenes para las guardias campesinas y sus propias estructuras, de manera que el Estado de Derecho cesa y quedan los ciudadanos sometidos al imperio de los violentos.

¿Qué hacer ante la ola de violencia que se está presentando en el país, incluyendo los secuestros?

Lo primero es que no tienen que tenerle miedo a la autoridad. El Estado tiene unas Fuerzas Armadas que son necesarias para restablecer la seguridad en el territorio.

Los procesos de movilización se pueden hacer sin renunciar a la utilización de la autoridad, que le garantice a los ciudadanos sus derechos y vivir en un Estado donde sean libres, sin tenerle que pagar extorsión a los violentos, ni tener que entregar sus hijos a los grupos criminales.

¿Se deben frenar los diálogos de paz con la guerrilla del ELN?

Yo lo habría frenado hace mucho tiempo. Es decir, uno no le ve voluntad de paz a un grupo que, al mismo tiempo que para liberar a un secuestrado exige un despeje que le da el Gobierno, está convocando un paro armado en el Chocó.

No podemos seguir con el discurso de que tienen voluntad de paz, cuando en el territorio lo que se ve es la violencia, los asesinatos, el secuestro y la extorsión.

Finalmente, ¿qué piensa de la posición que ha asumido el Presidente con respecto al conflicto en Gaza?

Ese conflicto es un tema muy complejo, porque es una historia de muchísimos años, con muchísimos actores, pero lo que sí es muy claro es que hay un grupo terrorista que perpetró unos actos absolutamente abominables, que es Hamás, y que ese hecho lo debía rechazar todo el planeta Tierra y todos los mandatarios democráticos, porque uno no puede aceptar el terrorismo como mecanismo ni de protestas ni como táctica de lucha política, pero el presidente Petro, como aquí nos han acostumbrado a que los violentos hay que llevarlos al Congreso, no entiende la actitud del planeta frente al tema.

Por supuesto, hay que clamar por la paz del Medio Oriente y que las acciones de Israel respeten a la población civil y cumplan el Derecho Internacional Humanitario.