La reforma a la salud también es cuestión de estrategias políticas. Conozca cómo está el ‘ajedrez’ entre Gobierno y oposición

Por Adolfo Ochoa, Especial para El País

El reinicio de las actividades en el Congreso de la República fue el pistolazo de salida para la carrera que la reforma a la salud presentada por Gustavo Petro corre contra el tiempo.

Esto porque, si no supera los dos debates que tiene pendientes en el Senado en este periodo, deberá ser archivada, lo que significaría un duro golpe para el Gobierno y un triunfo contundente para la oposición, que la ha criticado con firmeza desde que se radicó hace un año.

Este tenso panorama obliga a que tanto desde la Casa de Nariño, como desde las toldas contrarias, se estén preparando distintas estrategias para los debates que se vienen por delante.

Además, la atmósfera en el Capitolio está enrarecida después del informe de la Contraloría sobre las finanzas de las EPS y ante la moción de censura que está en curso en contra del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.

Los temas más álgidos en este tira y afloje legislativo incluyen el papel y la transformación de las EPS en gestoras de vida, la sostenibilidad financiera de la reforma y la participación de las autoridades locales en la toma de decisiones sobre la atención en salud.

Pero tal vez el punto de discordia más claro en la actualidad es la falta de un documento del Ministerio de Hacienda que detalle el impacto fiscal de la iniciativa, porque, aunque en noviembre pasado se publicó uno que estima el costo de la misma en $ 140 billones, entre 2024 y 2033, muchos congresistas, especialmente de la oposición, reclaman cifras más definitivas.

Específicamente, hay preocupaciones con respecto a los costos asociados a la implementación de los centros de atención primaria en salud (caps).

Sin embargo, este viernes, el propio presidente Gustavo Petro le adicionó un asunto profundo al debate: ordenó que la reforma a la salud se implemente de una vez en las EPS que ya controla el Gobierno.

Cambiar la ruta de debate

La oposición ya dio un paso adelante para contrarrestar el ajedrez del Ejecutivo y radicó una contrarreforma en la Comisión Primera del Senado como proyecto de ley estatutaria.

En ella, los congresistas Honorio Henríquez, Carlos Meisel, Andrés Guerra, Esteban Quintero, Enrique Cabrales, María Fernanda Cabal, José Vicente Carreño, Alirio Barrera y Óscar Villamizar proponen mejoras enfocadas en el talento humano en salud, la atención en zonas rurales y marginadas, la prevención de enfermedades y la calidad en la prestación de servicios, en contraste con lo propuesto desde la Casa de Nariño.

La clave de esta iniciativa, una de las piedras angulares de la estrategia de la oposición, es que parte de que la Constitución concibe la salud como un derecho fundamental, razón por la cual argumentan que la discusión debe iniciarse por la Comisión Primera y no por la Séptima, por donde arrancó la reforma del Gobierno Nacional.

“La Ley Quinta dice que todo derecho fundamental, procedimiento que se haga al respecto de modificación de derechos fundamentales, tiene que tramitarse como una ley estatutaria y por la Comisión Primera”, plantea de igual forma, el senador liberal Alejandro Carlos Chacón.

En cambio, el proyecto promovido por el Ejecutivo se radicó en febrero de 2023 como una ley ordinaria que desarrolla la Ley Estatutaria 1751 de 2015, por lo que, ahora que llega a la Cámara alta y como otra estrategia para lograr su ‘muerte’, siete senadores del Centro Democrático, entre ellos Paloma Valencia, le pidieron al presidente de esa corporación que ordene que se traslade su discusión a la Comisión Primera.

De hecho, hay voces que señalan, y es otra de las apuestas de la oposición, que en caso de que la reforma a la salud oficial sea aprobada en el Senado, podría caerse en el examen de la Corte Constitucional por vicios de trámite.

Asimismo, los partidos contrarios al Gobierno están en función de mantener la disciplina y votar negativo todo el articulado, incluido el Conservatismo, luego de que esta semana entraran en controversia interna, al anunciarse que Luz Cristina López Trejos sería la nueva ministra del Deporte. Lo que se dice es que ella es cercana al representante a la Cámara Alfredo Ape Cuello, quien, pese a ser ‘azul’, ha votado en favor de las iniciativas de la Casa de Nariño.

Las movidas del Gobierno

La reforma a la salud presentada por el Gobierno enfrenta un escenario complicado en el Senado.

Martha Peralta Epieyú, integrante de esa corporación en nombre de la coalición Mais-Pacto Histórico, dice que allí la dinámica tiende a ser más detallada y meticulosa y que en particular, en la Comisión Séptima no se vislumbran mayorías consolidadas que aseguren la aprobación del proyecto.

Por ahora, el Ejecutivo tiene el apoyo de cinco senadores en esa comisión, mientras que la oposición y los partidos independientes podrían sumar hasta seis votos en contra.

Cómo obrará la Alianza Verde todavía es incierto, pero se especula que podría inclinarse por el rechazo a la reforma, como pasó en la Cámara, en donde fueron los votos de los liberales y del Partido de la U los que la salvaron.

Sin embargo, no todo está perdido para el oficialismo, ya que el ‘verde’ Inti Asprilla es uno de los escuderos del Gobierno en el Senado y también está pensando en las estrategias que implementará para lograr la aprobación del articulado propuesto por el Ministerio de Salud.

En la misma tónica están los senadores del Pacto Histórico, como María José Pizarro, Iván Cepeda y Wilson Arias, de la mano de representantes del mismo partido, como Alfredo Mondragón, quien fuera coordinador ponente de la iniciativa en la Cámara.

Para lograr su objetivo, estos últimos se han volcado a socializar el articulado en las audiencias públicas que por ley debe convocar el Senado y que ya han tenido lugar en ciudades como Medellín, Cartagena y Cali. En estos espacios, la representante María Fernanda Carrascal, por ejemplo, también ha hecho llamados a los seguidores del Gobierno para que se apoye la reforma con concentraciones y marchas pacíficas, como ocurrió en Bogotá en noviembre de 2023.

De igual forma, a la audiencia realizada en Cali asistió el Ministro de Salud, quien insistió en la necesidad de que se haga la reforma propuesta por el Gobierno, y el senador Arias está socializando el informe que determinó que, con corte a octubre del 2023, las EPS acumulan una deuda de $25 billones a IPS, proveedores y lo correspondiente a reservas técnicas y pasivos administrativos.

¿Avance estratégico o riesgo político?

Según analistas, la estrategia del presidente Gustavo Petro de iniciar ya la implementación del modelo de salud que se propone en la reforma de su gobierno en las EPS bajo control estatal es una jugada audaz que genera escepticismo, pero que tiene margen de éxito.

Para Carlos Andrés Arias, gerente de Comunicación Pública y Política en firma Estrategia & Poder SAS, aunque legalmente es factible, esta acción podría interpretarse como una maniobra precipitada, que potencialmente envía una señal equívoca a los legisladores y al público en general.

En su parecer, aunque si bien el Gobierno tiene potestad para hacerlo, “manda un muy mal mensaje” en el sentido de que el Mandatario “estaría haciendo un uso desmedido de sus funciones como gobernante”, poniendo en práctica la máxima de ‘el poder para qué’.

Sin embargo, Arias también reconoce un aspecto estratégico en la decisión del Jefe de Estado, puesto que la implementación exitosa del modelo de salud propuesto en las EPS controladas por el Ejecutivo podría servir como un caso de estudio en vivo, desmontando los argumentos de quienes aseguran que lo que propone el Ministerio de Salud es ineficiente, caótico e irrealizable.