Política
¿La reforma a la salud tiene suficientes apoyos en el Senado?
Para analistas, el Gobierno no cuenta con los votos necesarios y tendrá en contra al presidente de la cámara alta, Iván Name.
Tras la aprobación de la reforma a la salud en la Cámara, las expectativas ahora recaen en el Senado, donde permanece la incertidumbre sobre si al Gobierno le alcanzarán los votos para que el proyecto sobreviva a sus dos debates restantes.
Desde el oficialismo insisten en que la iniciativa ha sido ampliamente debatida con los diferentes sectores del país y que es necesaria, pero la oposición es clara en que la misma destruye el sistema de salud y que por eso hará lo posible para que solo se apruebe lo que beneficie a los colombianos.
En el Senado, es claro que el presidente Gustavo Petro cuenta con menos apoyos que en la Cámara, porque el único respaldo sólido que tiene es el del Pacto Histórico, que suma 20 integrantes. Por el lado de los liberales (14), se sabe que los votos estarán divididos, tras el pronunciamiento de su jefe, César Gaviria, quien reconoció un distanciamiento con el Ejecutivo.
Lo mismo pasará con la U (10), que por falta de concertación con el Gobierno terminó por abandonar la coalición, así como los ‘verdes’ (8), que siguen enfrentados con la Administración por el desencuentro con el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo.
Por parte de los conservadores (15), la bancada ha reiterado su rechazo a la reforma, sumándose al sector opositor del Centro Democrático (13) y Cambio Radical (11), que han adelantado que votarán de forma negativa.
Según el analista político Jhon Mario González, “el Ejecutivo cuenta con su propia bancada, más 5 del Partido Verde y los de Comunes. Es decir, unos 30, y podría conseguir con halagos y al menudeo el apoyo de tres o cuatro de la U, el liberalismo e incluso dos conservadores, pero el grueso de esas colectividades se opondrán de manera vehemente a esa reforma”.
De hecho, el senador de Cambio Radical Carlos Fernando Motoa menciona que espera “sensatez y sobre todo la madurez política y la responsabilidad con el país para advertir los errores y defectos que tiene el sistema, pero también las bondades, que creo que eso será lo fundamental en la discusión que se vaya a dar en esta corporación”.
Y reitera que “esta reforma tiene un vicio de trámite de procedimiento porque le corresponde una ley estatutaria, no una ordinaria, y esperamos superar los argumentos, como lo hemos anunciado, defendiendo públicamente lo que creemos que se debe corregir, pero no dinamitar el sistema, que es lo que está haciendo hoy ese proyecto”.
El politólogo González señala que a las dificultades del trámite en la Cámara alta se suma que “las directivas de los partidos, que se han mostrado contrarias a la reforma, tienen más injerencia sobre los senadores que sobre los representantes”.
“Adicional, el Gobierno no cuenta, en principio, con el apoyo del presidente del Senado, Iván Name, y según el curso que lleva Petro, indica que la gobernabilidad estará más deteriorada hacia febrero y marzo. Y, como si fuera poco, en el Senado hay mejor preparación de las bancadas que se oponen al proyecto por su formación y mayor recorrido político”, añade.
De otro lado, el senador por el Pacto Histórico Wilson Arias indica: “Tenemos la posibilidad de que logremos entrar en la discusión de los artículos después de aprobar la ponencia positiva, gracias a que hay un consenso más o menos general de que se requiere una transformación”.
Explica que si bien “es mejor no especular” sobre los apoyos que vaya a tener la reforma, “en la discusión del contenido de los artículos nos podremos ir poniendo de acuerdo en torno a asuntos concretos en los que hay lecturas o propuestas diferenciadas”.
Y agrega: “El proyecto es una apuesta en consideración. Siempre que haya voluntad de escuchar argumentos sustentados y rigurosos, y tengamos la capacidad de coincidir en que es perfectible, vamos a seguir avanzando”.
Finalmente, Gonzáles comenta que “aun y si no se aprueba la iniciativa, es posible que la Administración termine por quebrar a las EPS por vía de asfixiarlas financiera y administrativamente, como lo están haciendo en la actualidad desde el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud”.
¿Y la contrareforma?
El proyecto alternativo a la reforma a la salud presentado por los partidos de oposición, que se está debatiendo en la Comisión Primera del Senado, por el momento no cuenta con las mayorías requeridas al tratarse de una ley estatutaria para ser aprobada.
Al respecto, el senador Motoa explica que “el Gobierno intentó archivarla, pero no pudo hacerlo. No hemos logrado sacarla adelante porque siempre nos falta uno o dos votos, pero está en el orden del día en cada sesión y esperamos votarla la próxima semana”.
En ese sentido, Arias dice que “los ponentes han pedido aplazar sistemáticamente su debate al no tener la mayoría”.
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