“No es momento de hablar de una constituyente”, asegura el presidente de la Cámara, Jaime Salamanca

Tildado de petrista por sus compañeros, Jaime Raúl Salamanca llega a la presidencia de la Cámara de Representantes, luego de imponerse con 114 votos por encima de su coequipera ‘verde’ Katherine Miranda.

Son varios los retos que le esperan en esa célula legislativa, sin embargo, el principal de ellos será demostrar su autonomía del Gobierno a la hora de tramitar los proyectos de ley.

Además, mantener su posición frente a las polémicas propuestas de ‘fast track’ y asamblea constituyente, de las cuales ha asegurado que son innecesarias en este momento.

¿Quienes apoyaron la nominación de Katherine Miranda serán bienvenidos en su presidencia?

Soy el presidente de todos los representantes, no de quienes votaron por mí. Para llegar a la presidencia hablé con todos los sectores y respeto mucho tanto a la doctora Miranda como a los congresistas de la oposición y de los partidos independientes. A ellos les he hablado de darles todas las garantías, toda vez que entiendo el valor que tienen para la democracia y los buenos congresistas que hay en esas bancadas.

No sé si pueden llamarme iluso, pero creo que este país tiene arreglo y que lo único que tenemos que hacer es persistir en el diálogo y dejar de dividir al país, pues en esa división solo pierden los colombianos; solo queda tristeza y nada de solución a los problemas de la gente de a pie.

¿Cómo queda la Alianza Verde tras su elección como presidente?

El debate del partido no es el de esta elección, sino que ha sido un debate histórico y, finalmente, creo que el Congreso Nacional definirá mucho hacia dónde debe ir la Alianza Verde. Yo soy pro unidad de los verdes y no estoy de acuerdo con las tesis que plantean escisión. Este partido se ha enriquecido de la pluralidad de pensamiento y debemos dar ejemplo de unidad al país, si queremos ser alternativa de poder en el 26; eso dependerá de mis compañeros congresistas. En lo personal, nunca caí en ataques, entendí y entiendo la posición de varios de mis colegas de apoyar a la doctora Miranda. De mi parte, las puertas siempre estarán abiertas para ser un cohesionador del partido y de entender que el Partido Verde no solamente es la bancada de congresistas.

¿Qué garantías tendrán los partidos durante su presidencia?

Lo conversamos en el mismo ejercicio de la campaña, hay una gran disposición en todas las bancadas de la Cámara de construir consensos, de que, desde las diferencias, podamos trabajar en favor del país. Eso realmente me animó a poner mi nombre a consideración de los colegas en tan importante dignidad, en un momento como el que vive el país. El llamado ha sido a buscar y hacer mucho énfasis en lo que nos une y no en lo que nos separa, y allí hay una gran oportunidad para ese efecto, pues nos vamos a reunir con los voceros de las bancadas y vamos a concertar lo más que se pueda previamente a la discusión.

Vamos a buscar que el Gobierno Nacional sea un facilitador de acuerdos en donde podamos, de manera anticipada y con un amplio ejercicio deliberativo, organizar las sesiones de la mejor manera. Soy optimista, esperemos la voluntad de ellos para poder trabajar de la mano y que al país le vaya bien.

¿Cómo será su independencia frente al gobierno de Gustavo Petro?

Ya fui presidente de la Comisión Sexta y en mi ejercicio pude demostrar que es posible tener una relación armoniosa entre el Gobierno y el Congreso sin que esto convierta al segundo en una entidad de bolsillo de la Casa de Nariño. Creemos en la independencia de poderes, pero también en que es necesario trabajar dándole importancia al proyecto de cambio que lidera el presidente Gustavo Petro y a las iniciativas legislativas de todas las bancadas.

Al igual que reconocer el valor de la oposición, de la independencia de los partidos mayoritarios y de la coalición, todos entendiendo que tienen elementos importantes que aportarle al país y que deben ser tenidos en cuenta a la hora de hablar de un gran acuerdo nacional.

¿Qué opina frente al tema de la asamblea constituyente?

No creo que sea un buen momento para hablar de una nueva Asamblea Nacional Constituyente, pero sí de un gran acuerdo nacional. Eso no lo defino yo, y no voy a ser única y exclusivamente quien tome las decisiones por un país. Hasta dónde se avanza y qué mecanismos se utilizan son temas que sabremos producto del diálogo que lidere el Ministro del Interior, el Gobierno Nacional y, por supuesto, cada uno de los líderes políticos, sociales y empresariales de este país. Asimismo, debe ser escuchada la academia y debe ser protagonista en las decisiones que se están tomando en este momento.

¿Le suena la posibilidad de un ‘fast track’, como lo planteó el presidente Petro?

Es una posibilidad que no hay que descartar, pero que serán los partidos, los gremios y la sociedad civil, los que finalmente digan si nos le medimos a la implementación de algunos aspectos relacionados con el Acuerdo de Paz a este mecanismo que ya se abrió y que se había utilizado antes.

Hay que evaluar objetivamente qué elementos del Acuerdo de Paz tienen que ver con la ejecución en los ministerios, por un lado y por otro lado. Por supuesto tenemos que valorar si es necesario una deliberación mucho más expedita de cara a poder cumplir con lo pactado y darle soluciones al pueblo colombiano, que espera un país en paz y con oportunidades. Pero no será el presidente de la Cámara quien tome esas decisiones, sino que serán todos los actores en el marco del acuerdo nacional, quienes decidiremos hacia dónde va el país y mediante qué mecanismo vamos a deliberar.

¿Su cercanía al presidente Petro le impedirá ser crítico del Gobierno?

He dicho públicamente que creo en el proyecto de cambio, y no solamente en el proyecto que lidera el presidente Gustavo Petro, sino en el proyecto de cambio que el Partido Verde le ha venido proponiendo al país desde hace muchos años. Colombia es un país muy desigual y requiere y reclama soluciones a problemas estructurales que la clase política. Históricamente, no ha reconocido y no ha podido concertar. Esto no quiere decir que todas las voces deban ser escuchadas y que hay cosas que hay que mejorar.

Este Gobierno ha tenido cosas muy buenas, muy positivas, pero también hay cosas que debe repensar y que sus ministros tienen que reconsiderar para no volver al pasado. Además para no perder ese espíritu de cambio, que es tan necesario en el país, y que motivará que más proyectos alternativos continúen la obra que inició el presidente Petro.