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Política

Pacto Histórico está en jaque por disputas internas y demandas; esto es lo que está pasando

Los resultados de las elecciones territoriales evidenciaron una disminución en el apoyo de los electores a la coalición que llevó a Petro a la Casa de Nariño. ¿Qué está pasando?

20 de noviembre de 2023 Por: Redacción El País
El Pacto Histórico durante la rueda de prensa este miércoles.
El Pacto Histórico durante la rueda de prensa. | Foto: AUTOR ANÓNIMO.

De la miel de la victoria que para mediados del año pasado embriagaba a cada uno de los integrantes del Pacto Histórico, poco queda al final del 2023.

Decisiones judiciales, errores políticos y peleas internas han terminado por enfriar a la coalición que, tras poner Presidente de la República y lograr las mayorías en la Cámara de Representantes, parecía tener muchos dientes para arrasar en los comicios territoriales de octubre pasado.

Sin embargo, contrario a lo que quiso mostrar Gustavo Petro, para muchos los resultados de esas elecciones solo vinieron a confirmar el fondo que estaría tocando una colectividad que, poco tiempo después de creado, amenaza ya con rondar la agonía.

Y ahí empiezan los problemas del Pacto: en que no es un partido, como lo son el Liberal, el Conservador o incluso la Alianza Verde, sino que es una juntanza de medianos y pequeños movimientos políticos que se unieron en el 2021 para construir un proyecto que les permitiera ser fuertes en el Congreso y sobre todo ganar la Presidencia, para desplazar a la tradicional derecha que venía gobernando el país.

Todos esos objetivos se cumplieron a partir de ampliar la fórmula que usó Decentes en el 2018 para llevar a Petro al Senado: un paraguas liderado por la Colombia Humana y la Alianza Social Indígena. En total, fueron 27 las fuerzas políticas que se agruparon entonces para llegar al poder en el 2022, gracias a la Eso fue gracias a la última reforma política de 2017, que permitió las coaliciones de partidos que no superaran el 15 % de las votaciones.

No obstante, tanta diversidad empezó a pasar factura solo pocos meses de haber ganado las elecciones por cuenta de las ambiciones personales y de las decisiones que se empezaron a tomar desde la cabeza.

   Algunos líderes del Pacto Histórico piensan que lo mejor es que cada uno se vaya por su lado. Otros proponen unificar los partidos.
Miembros del Pacto Histórico en rueda de prensa junto a la vicepresidenta Francia Márquez. | Foto: Colprensa

De hecho, una de las primeras fracturas del Pacto Histórico se dio en julio de 2022, cuando se tuvo que definir el senador que le impondría la banda presidencial a Gustavo Petro y sería el encargado de liderar las grandes reformas en su trámite por el Congreso.

Con el disgusto de líderes como Gustavo Bolívar, María José Pizarro e Iván Cepeda, el nuevo Jefe de Estado escogió al veterano Roy Barreras, a quien siempre se le cuestionó su llegada a esa coalición de izquierda, puesto que había militado en la derecha.

Otro punto de inflexión es que, de cara a las territoriales, al final no se logró convocar una gran reunión nacional en la cual se concretara la integración de la coalición en un solo partido, que a la luz de la votación del Senado del año pasado sumaría más de tres millones de votos, pese al llamado a la unidad de voces como la de la senadora María José Pizarro, muy cercana a Petro.

A ello contribuyó que a varios de esos partidos se les otorgó la personería jurídica en el último año, como fue el caso de Independientes, del ex alcalde Medellín Daniel Quintero, y de Fuerza Ciudadana, del exgobernador del Magdalena Carlos Caicedo.

En efecto, tener ‘vida legal’ no solo les permite darle aval a candidatos por todo el países, sino también recibir aportes económicos del Estado, lo cual les resultó más atractivo que someterse a ‘pesos pesados’ que, según ellos, no los iban a valorar como se merecen.

Como resultado de ello, el partido de Gobierno acaba de perder apuestas electorales claves, como las alcaldías de Bogotá, Medellín, Cartagena y Barranquilla y las gobernaciones de Atlántico, Cundinamarca y Boyacá.

Eso sí, mientras el exvicepresidente Germán Vargas calificó esos resultados como una “pela” al Pacto Histórico, desde esa coalición se aseguró que los resultados fueron buenos frente a hace cuatro años, cuando tan solo sacaron algunas listas a concejos, obteniendo cinco curules en Bogotá, y el escaño de diputado para Nicolás Petro, tras haber obtenido la segunda votación para la Gobernación del Atlántico.

Según analistas, el Pacto Histórico aún no logra consolidar sus fuerzas en el Valle del Cauca.
El Pacto Histórico redujo significativamente su apoyo en las elecciones 2023. | Foto: Fotomontaje El País

Curules en suspenso

Pero las disputas internas, bien sea por diferencias ideológicas o celos políticos, no han sido el único obstáculo que ha tenido que enfrentar la coalición que llevó a Gustavo Petro a la Casa de Nariño, sino que desde el año pasado en el Consejo de Estado vienen cursado varias demandas en contra de las curules de algunas de sus figuras, especialmente por doble militancia.

Un proceso similar enfrenta el senador vallecaucano Wilson Arias, quien venía siendo elegido por el Polo, pero en esa consulta también se fue con el hoy Jefe de Estado y no con Francia Márquez, postulada por su colectividad, después de que no pudo llegar por su movimiento Soy Porque Somos.

Y también la senadora María José Pizarro, quien fue demandada porque su hermana, María del Mar, es representante a la Cámara por el Pacto Histórico y la ley electoral señala que, al ser hermanas de sangre, no pueden militar en el mismo partido.

Pero sin duda la ‘baja’ más importante que ha tenido la coalición de gobierno en este sentido se dio en mayo pasado, cuando el Consejo de Estado anuló la curul del entonces presidente del Senado Roy Barreras.

Como se sabe, él hizo parte del Partido de la U hasta el 2021, cuando fue expulsado del mismo y luego se inscribió en la lista del Pacto Histórico a esa corporación, lo que llevó al alto tribunal a definir que sí incurrió en doble militancia, pese a su condición de expulsado.

El mismo mal que acaba de ‘aquejar’ al también vallecaucano Alexánder López, quien justamente sucedió a Barreras en la presidencia del Congreso.

En su caso, lo que determinó el Consejo de Estado es que, pese a ser miembro de la coalición del Pacto Histórico, desde Piedecuesta, Santander, el hoy destituido senador invitó a votar para la Cámara de Representantes por Jorge Édgar Flórez, quien estaba candidatizado por la Alianza Verde.

Sin embargo, esta semana López retomó sus actividades como congresista, a la espera de que se resuelvan los recursos a los que tiene derecho.

“Confío en que su apelación ante el Consejo de Estado traiga justicia a esas miles de colombianas y colombianos que creen en su proyecto político. Desde cualquier lugar seguiremos trabajando por Colombia. Como usted dice, ¡aquí nadie se rinde, carajo!”, le escribió la Vicepresidenta a través de X cuando se supo la noticia.

    Sadi, la empresa de la cual el narcopiloto fue directivo, hizo aportes por cerca de 1.000 millones de pesos para la campaña al Congreso del Pacto Histórico.
Congresistas del Pacto Histórico. | Foto: guillermo torres-semana

Más contundente fue el senador Cepeda, quien dijo en la misma red social: “Toda mi solidaridad para Alexénder López Maya, quien es víctima de una clara persecución política” y al día siguiente agregó: “A este ritmo, en corto tiempo no habrá congresistas del Pacto Histórico en el Senado”.

Lo cierto es que el pasado jueves el vallecaucano reconoció, a través de un video, que el fallo del alto tribunal no tiene apelación, pero que sí les solicitó algunas aclaraciones a sus integrantes y anunció que, con el objetivo de evitar que se violen sus derechos políticos, acudiría a la Comisión Interamericano de Derechos Humanos.

Y para completar el mal momento del Pacto Histórico, en días pasados la Corte Suprema de Justicia llamó a indagatoria y abrió investigación en contra de la senadora Piedad Córdoba, como presunta responsable de los delitos de peculado por apropiación y enriquecimiento ilícito, dentro del proceso conocido como la ‘Farcpolítica’.

Lo que se busca determinar por parte de las autoridades es si la congresista tuvo conexiones ilegales con la extinta guerrilla de las Farc, después de que en un caso relacionado con la Unidad de Trabajo Legislativo de Córdoba, la Corte habría encontrado indicios que ameritan un nuevo proceso formal.

Como se sabe, ese alto tribunal ya indaga a la senadora por sus presuntos nexos con el empresario Alex Saab y por testimonios que la señalan de haber usado para fines políticos el rol de mediadora que tuvo en el pasado en la liberación de secuestrados.

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