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¿Petro debería ir a la posesión de Nicolás Maduro? Estas son las consecuencias para Colombia si va o no a la ceremonia

De asistir, el Mandatario pagaría altos costos internacionales y en su Gobierno, de lo contrario, pondría en el limbo los beneficios económicos que comparte con Venezuela.

29 de diciembre de 2024 Por: Colprensa y redacción de El País
Nicolás Maduro luego de las elecciones en Venezuela
El presidente Nicolás Maduro anunció que asumirá su nuevo mandato el 10 de enero e invitó a líderes de todo el mundo a celebrar un “gran festival mundial antifascista”. | Foto: AP

A diferencia de otros mandatarios, el presidente Gustavo Petro aún no descarta la posibilidad de asistir a la posesión de Nicolás Maduro en Venezuela, generando expectativa entre los colombianos por las consecuencias que podría traer para el país su decisión.

Si bien el Jefe de Estado confirmó que enviará un representante a la ceremonia en Caracas, también adelantó que “el problema del 10 de enero lo resolveremos el 10 de enero”, al tiempo que el canciller, Luis Gilberto Murillo, y el vicecanciller Jorge Rojas se han deslindado del asunto y han señalado que la decisión es exclusivamente de Petro.

Analistas consultados comparten la idea de qué sea cual sea la decisión de asistir o no a la posesión, el país y hasta el mismo Mandatario colombiano tendrían consecuencias importantes.

No asistir a este evento, sin duda es la voz que más resuena en varios sectores de la política colombiana y del exterior. Sin embargo, como lo señala Ronald Rodríguez, director del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, la cercanía entre los dos países por compartir fronteras y hasta beneficios mutuos traería consecuencias en caso de declinar la invitación.

“Colombia, a diferencia de otros Estados, tiene una mayor interdependencia con Caracas, y si bien otros países, e incluso otros gobiernos de izquierda democrática pueden tener una posición mucho más vehemente como el caso de Chile, Bogotá tiene muchas más complejidades, sobre todo por la estrategia de autoaislamiento que ha ido implementando el régimen de Nicolás Maduro”, argumentó el analista.

  Desde que Gustavo Petro llegó a la Casa de Nariño, el 7 de agosto de 2022, ha sostenido seis reuniones bilaterales con Nicolás Maduro en Venezuela. A pesar de la crisis en el vecino país, Colombia quiere mantener las relaciones diplomáticas.
Aunque el presidente Gustavo Petro dijo que un representante asitirá a la posesión de Nicolás Maduro, no descartó ir. | Foto: getty images

Rodríguez se refiere a lo sucedido en 2019, durante el Gobierno Duque, cuando Venezuela rompió relaciones con Colombia, que incluyó también la ruptura de relaciones consulares, obligando a que se fuera del país todo el personal diplomático y se generó una crisis económica, social y migratoria en los departamentos fronterizos.

“Por los 2219 kilómetros de frontera y la población, que son aproximadamente seis millones de personas que viven de lado y lado, lo que causó esa ruptura fue complicar la vida de los ciudadanos de esta área. Muy seguramente si no se llega a reconocer a Nicolás Maduro, procederá con esa dinámica de autoaislamiento; romperá relaciones diplomáticas, consulares, comerciales y generará el cierre de frontera”, mencionó Rodríguez.

Otra de las consecuencias que estarían sobre la mesa en caso de no asistir a la posesión de Maduro, y de paso no reconocerlo como presidente, tiene que ver con las negociaciones de paz que adelanta el Gobierno colombiano, en particular con el ELN y con la Segunda Marquetalia, grupos que tienen presencia en ambos países.

Rodríguez advirtió que esta situación es especialmente delicada, debido a que “de nada sirve desmontar al ELN en Colombia si no se desmonta en Venezuela. El presidente Petro, que le ha apostado tanto a la Paz Total, siente que sin el apoyo venezolano esta no se puede materializar”, agregó.

“Ir o no a la toma de posición de Nicolás Maduro no es como ir a cualquier toma de juramento de cualquier mandatario, porque esa decisión marcaría a los gobiernos que asistan con un talante no democrático. Se les cuestionaría mucho la calidad democrática de quienes dirigen esos países y les costaría muy caro frente al posicionamiento internacional”, advirtió Nastassja Rojas, consultora en derechos y migración y profesora de política de la Universidad Javeriana.

Rojas señaló que en el caso de Petro, asistir tendría un costo político internacional muy alto, porque además de perder la credibilidad ante los otros países, “también está en juego los intereses propios, tanto suyos como los de Colombia en temas migratorios, económicos y comerciales”.

El líder opositor venezolano Edmundo González estrecha la mano de familiares de disidentes políticos del régimen de Maduro, durante una conferencia de prensa en el centro de Madrid, España, el martes 10 de diciembre de 2024. (Foto AP/Bernat Armangue)
El líder opositor venezolano Edmundo González aseguró que se posesionaría en enero como presidente. (Foto AP/Bernat Armangue) | Foto: AP

Agregó que “el régimen va a ser muy tajante con quienes no asistan y no se tomen esa foto pública al lado de Nicolás Maduro, pues claramente ya no son sus aliados y Caracas, en estos momentos, tiene la lógica de que quien no es su amigo, es su enemigo”.

¿Y si Petro asiste?

La otra cara de la moneda en esta encrucijada tiene que ver con la decisión de Petro de asistir a la ceremonia para evitar un rompimiento en las relaciones entre Caracas y Bogotá.

Para Ronald Rodríguez, el costo político a nivel internacional y también nacional es la variable que más pesa para el Presidente Petro en ese sentido, puesto que no solo sería un argumento más a favor de la oposición y hasta de la misma ciudadanía que rechaza el régimen de Maduro.

“Ese costo político sería muy alto para la Casa de Nariño, porque afecta sus credenciales democráticas. La situación es bastante compleja y de esto se van a ‘prender’ sectores de la oposición y actores políticos para decir que el presidente Petro se está acercando o que tiene simpatías con el régimen venezolano”, señaló Rodríguez.

Incluso, aseguró que en la búsqueda de consensos entre Colombia, México y Brasil en favor de Venezuela, estos últimos dos dejaron de apoyar la propuesta del grupo G3 por las consecuencias que podría tener para sus países apoyar al régimen de Maduro.

La presidenta de México y Nicolás Maduro
La Presidenta de México enviará un representante a la toma de posesión de Nicolás Maduro. | Foto: Getty

A su vez, Rojas advirtió que Petro también quedaría en tela de juicio internacionalmente, porque actuaría en contradicción frente a las dudas sobre la transparencia de las elecciones y la violación a los derechos humanos.

“Colombia está viviendo de primera mano la represión que está sucediendo en Venezuela al estar recibiendo en su territorio a la mayoría de personas defensoras de derechos humanos, líderes políticos y ciudadanos del común que fueron testigos de la represión, razón por la que sí sería muy contradictorio asistir a esa toma de posesión”, añadió.

Ambos expertos coincidieron en que posiblemente Caracas enfrentará más represiones y hasta más salidas de ciudadanos que no encuentran soluciones con Maduro en el poder. Sumado a que el mundo nuevamente se va a dividir entre los países que no lo reconocen y los que sí lo hacen.

Además, recalcaron que Maduro sabe lo que Colombia puede perder si no asiste a su posesión y tiene “entre la espada y la pared” a Petro, que tiene por delante una de las decisiones más complejas en el plano internacional.

¿Quiénes asistirán?

Pese a que faltan menos de dos semanas para la ceremonia de posesión de Nicolás Maduro, muy pocos países han confirmado su asistencia y aunque otros enviarían representantes, el evento tendría poca presencia de Jefes de Estado.

Esta semana, el viceprimer ministro bielorruso, Viktor Mijáilovich, anunció que será él quien represente al presidente Aleksandr Lukashenko en Caracas el 10 de enero.

Asimismo, el presidente de la Duma de Estado, es decir, la cámara baja de la Asamblea Federal de Rusia, Viacheslav Volodin, será quien encabece la delegación enviada por Moscú a Venezuela.

En el caso de Colombia y México, ambos mandatarios confirmaron que enviarían delegados en representación de sus países, aunque mientras Claudia Sheinbaum dijo que no iría, Petro aún no lo descarta.

Desde septiembre, Celso Amorim, asesor de asuntos internacionales de Brasil, descartó la presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en esa ceremonia, aunque todavía no confirma si enviaría un delegado.

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