¿Quién es el candidato ‘fantasma’ que se coló en el tarjetón para la Alcaldía de Cali?

En una ciudad de dos millones y medio de habitantes vive un candidato a la Alcaldía de Cali que pareciera que hubiese sido inscrito contra su voluntad. No hace ruedas de prensa, no contesta su teléfono ni asiste a debates. Incluso, le ha dicho en varias ocasiones a El País que se quiere retirar, pero no lo ha hecho, y parece que su nombre seguirá figurando hasta el día de las elecciones.

Esta es la historia de Eder Luis Arrieta Miranda, el enigmático candidato número 11 en el tarjetón para la Alcaldía de Cali a quien nadie conoce y quien es un verdadero fantasma político colado en la tarjeta electoral.

Lo primero que hay que decir es que el candidato Arrieta Miranda se inscribió por el partido Alianza Democrática Amplia (ADA), cuyos requisitos para hacer parte de su militancia son pocos, o por decirlo así, nulos.

El País habló con el exsecretario de ese partido que hoy conforma otra fuerza política, quien dijo que en el 2019, cuando la colectividad recibió su personería jurídica, el objetivo era hacer crecer la militancia permitiendo hacerlo a cualquiera que quisiera lanzarse a un cargo de elección popular, siempre y cuando pasara la llamada ventanilla única.

Para desentrañar este galimatías político hay que explicar que los partidos reciben su personería jurídica del Consejo Nacional Electoral, lo que les permite postular candidatos a todas las corporaciones del país.

El ADA era un partido creado para la circunscripción especial de negritudes, que después terminó siendo nacional. Por otro lado, la ventanilla única es un mecanismo diseñado por el Gobierno Nacional que busca revisar los antecedentes de cada candidato para que no se postulen quienes tienen deudas fiscales, disciplinarias o penales.

Ser candidato por el partido es muy fácil, según su página web; lo difícil, según las declaraciones de Arrieta, es retirarse. Para lograr el codiciado aval basta con ver cinco videos, ingresar los datos personales, los datos del gerente de campaña y del contador de la campaña. Además, llenar una declaración extrajuicio y un formulario de afiliación del partido que incluye las redes sociales del candidato.

Frente a este último punto basta decir que Arrieta permanece inactivo en redes sociales desde hace varios meses. Llama la atención, también, que la hoja de vida, en poder de este medio, registra que Arrieta desde hace muchos años vive en la ciudad de Panamá.

“En los últimos cuatro años he estado manejando una oficina en Panamá para una compañía colombiana, donde he desarrollado inteligencia social y emocional que me ha permitido aprender a crear buenas relaciones, así como a ser proactivo, creativo y trabajar desde una perspectiva de auto-management. Trabajar con clientes de diferentes industrias me ha dado un entendimiento de las diferentes etapas del mercadeo: desarrollo de concepto, desarrollo de producto, campañas de mercadeo, distribución y relaciones publicas (sic.)”, dice el candidato.

“Tas que te vas... y te vas”

Desde que inició la campaña, El País se ha intentado contactar con el candidato. En principio le dijo a la editora política de este medio que ya había solicitado el retiro de su candidatura ante la Registraduría, sin embargo, cuando se contrastó la información con la entidad se encontró que no había solicitud alguna del candidato.

Según la Registraduría, los candidatos tienen plazo hasta el próximo 8 de septiembre para renunciar a su aspiración y así quedar por fuera de los tarjetones. El proceso para retirarse es muy simple, basta con enviar una carta, cuyo formato está en las páginas web de todos los partidos, a la autoridad electoral, mostrando su intención de retiro y así no salir en el tarjetón el día de las elecciones.

La intención de conocer al candidato no ha cesado por parte de este periódico. En otra comunicación, Arrieta le respondió a nuestro equipo de investigación que el pasado miércoles 30 de agosto retiraría su candidatura. “Mi propósito era dar a conocer mi nombre, pero por motivos personales no puedo seguir con la postulación. Yo llevo mucho tiempo fuera del país y regresé a Colombia el año pasado, en 2021 (sic.), encontré una ciudad acabada y mi intención era darme a conocer para en las próximas elecciones salir con toda”, dijo.

Agrega que uno de los motivos para retirarse son “personas como ustedes del periódico El País, de La Silla Vacía o Telepacífico, personas sin cordura, sin escrúpulos, que con tal de crear una noticia llegan hasta inventar o crear historias, este nivel de acoso es demasiado abrumante (sic.). No dan pie para que nuevas personas ingresen con ideas nuevas, más de lo mismo y siempre lo mismo”. Es decir, todo un relato periodístico.

Pese a que Eder se considera perseguido por los medios, su nombre causa sorpresa cuando se menciona en diferentes espacios de debate, porque no tiene militancia, no aparece y nadie lo conoce. Un personaje tan enigmático como las razones que tuvo para inscribir su nombre como candidato a la Alcaldía de Cali.

Partidos de garaje

Solo hay dos formas, según la normatividad colombiana, de poder participar como candidato a una corporación pública: obteniendo el certificado que expide un partido o movimiento político, o a través de un grupo representativo de ciudadanos, lo que implica la recolección de un número determinado de firmas.

En el primer caso, algunas castas políticas han copado los espacios en los partidos políticos tradicionales y es poco el margen que queda para nuevas aspiraciones. En el segundo, recoger firmas es, además de complejo, demasiado costoso para un candidato.

Sin embargo, las decisiones recientes en materia de legislación electoral han llevado a una proliferación de nuevos partidos y han permitido que por todo el país aparezcan inscritos candidatos como Eder Luis Arrieta Miranda, sin trayectoria alguna. Entre otras razones, consideran los expertos, porque el Congreso de la República no reglamentó los Acuerdos de Paz en materia de reforma política, y muchas decisiones se han tomado por vía de decisiones judiciales, sin reglas y de manera desordenada.

De acuerdo con Armando Novoa, exmagistrado del CNE, hay una proliferación de partidos relacionada con comunidades afro porque la norma señala que los consejos comunitarios pueden inscribir candidatos a Cámara (entrega dos curules), y la Constitución dice que quien obtenga una curul en esa circunscripción especial recibe la personería jurídica, se convierte en partido y puede otorgar avales a candidatos, “pero son partidos que no tienen arraigo electoral sólido”.

“Son partidos que se aprovechan de las ambigüedades de la norma, de la ley, de la Constitución, y que terminan siendo agrupaciones que más que representar un pensamiento político ideológico, se convierte en fábricas de avales; en microempresas electorales que representan no el pluralismo sino una atomización de las opciones electorales, generando mayor confusión y desorden”, señala el exmagistrado del Consejo Nacional Electoral.

Para las elecciones territoriales del 2019, existían en Colombia 17 partidos avalados por el CNE; pero para las elecciones de este 29 de octubre del 2023, la cifra se elevó a 35 colectividades certificadas para la expedición de avales a candidatos.

Hoy tenemos el doble de los partidos con personería jurídica que hace cuatro años y eso tiene unas implicaciones complejas en el esquema de representación, indica Diego Alejandro Rubiano, investigador senior del Observatorio Político de la Misión de Observación Electoral (MOE). “Hablamos de partidos que en su mayoría, excluyendo de pronto los más tradicionales, no tienen una estructura de militancia consolidada”.

“Eso tiene unas implicaciones fuertes porque más allá de los estatutos y de lo que puedan tener en materia de su constitución un poco más legal, pues no dejan entrever muy bien, cuáles son los mecanismos de selección de sus candidatos, que se garanticen procesos de democracia interna dentro de estas organizaciones políticas”, explica el investigador de la MOE.

Hasta la fecha no se registran denuncias al portal ‘Pilas con el voto’ sobre feria de avales para estas elecciones. No obstante, se han conocido quejas informales sobre conformación de listas o candidatos uninominales a quienes se les habría cobrado por parte de estas organizaciones políticas por la expedición de ese aval para participar a algún cargo de elección popular.