Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, habló sobre el alza en precios de gasolina y los retos del primer presupuesto total del gobierno de Petro

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se prepara presentar en el Congreso el primer presupuesto elaborado en su totalidad por el Gobierno de Gustavo Petro. Sin embargo, el gobierno enfrenta importantes desafíos fiscales debido a la necesidad de hacer frente a una creciente deuda y las inversiones comprometidas.

Bonilla habló con la Revista Semana, y explicó que el servicio de la deuda para 2024 es considerablemente elevado, ya que gran parte del perfil de vencimientos se concentra entre 2024 y 2025, incluyendo un pago cercano a 5.800 millones de dólares con intereses al Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta obligación representa una presión significativa para el Gobierno y limita el espacio disponible para invertir en otros proyectos nacionales.

El funcionario señaló que se encuentran trabajando con el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) para reestructurar algunas cifras y buscar formas de liberar más espacio para la inversión en el presupuesto. No obstante, debido a la alta carga de la deuda, el refinanciamiento o ajuste con el FMI no es una opción viable, y el Gobierno está comprometido a “honrar sus obligaciones” con el organismo internacional.

“Con el FMI lo mejor es no tratar de buscar refinanciamiento ni ajuste, porque eso tiene serias implicaciones fiscales. Vamos a cumplir y honrar ese compromiso. Eso no quiere decir que no busquemos recursos por otros lados. Y, con relación a la forma en la que se pactaron los pagos, es un endeudamiento con vencimientos de corto plazo”, comentó en una entrevista con Semana.

Además del desafío fiscal, el Ministro de Hacienda afirmó que no tienen planeado presentar otro proyecto de ley al Congreso en el segundo semestre, ya que no consideran oportuno discutir una reforma tributaria territorial en medio de la coyuntura electoral.

Sobre el tema del precio del diésel, Bonilla explicó que, aunque el ajuste del precio de la gasolina ya está en marcha, primero se debe cerrar la brecha en el precio de la gasolina corriente antes de considerar el aumento en el diésel para evitar un impacto negativo en la inflación.

“Tenemos dos combustibles, uno que es la gasolina corriente y otro que es el diésel. El Gobierno empezó a ajustar el precio de la gasolina desde octubre de 2022. Y lo terminaremos de ajustar, es la previsión, en noviembre. Lo que hemos dicho es: cerremos primero la brecha de la gasolina y luego sí comenzamos a mirar el diésel para no impactar la inflación. La propuesta es ir ajustando uno por uno, de lo contrario, podríamos generar una reacción en la inflación”, le dijo Bonilla a la revista.

Pese a los desafíos fiscales, el Ministro de Hacienda confía en que la economía colombiana podrá enfrentarlos y seguir adelante con la agenda de reformas propuestas por el Gobierno de Gustavo Petro. La posibilidad de un aumento en el precio del diésel dependerá del comportamiento de la inflación, y se mantendrá un ojo vigilante en la evolución de los ingresos tributarios y las demandas pendientes de la reforma.

“Esperamos es llegar al final de año con 9,5 por ciento y, para eso, el ajuste que se haga en los combustibles debe ser previsto de tal manera que no genere una reacción negativa en la inflación que la vuelva a incrementar. Tenemos que irla monitoreando.”

Respecto al déficit fiscal y las reformas sociales, el Gobierno deberá evaluar cuidadosamente cómo garantizar la sostenibilidad financiera en medio de las demandas y necesidades sociales del país.

En cuanto a la política de generación de empleo, Bonilla expresó que se buscarán estímulos para fomentar la reindustrialización y atraer nuevas inversiones, pero la ministra de Trabajo aún no ha presentado el borrador de la reforma laboral, “hay que esperar”, comentó Bonilla.

Por otra parte, sobre la reconocida polémica por la hoja de coca, el Ministro de Hacienda reiteró que es necesario diferenciarla de la cocaína y buscar alternativas para el cultivo, como la reindustrialización de la zona, para combatir la producción ilegal de drogas.

“Es la oportunidad para sembrar cacao, café y otros productos. De hecho, ya se ha encontrado que antiguos cultivadores están actuando en esa dirección. Creo que podemos tener un cambio importantísimo. La idea es llevar a esa zona un proceso de reindustrialización, ese es realmente el objetivo.”