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“Si el Acuerdo se hubiera cumplido, yo no hubiera regresado por acá”, dice ‘Walter Mendoza’, jefe negociador de la Segunda Marquetalia
El guerrillero disidente de la Paz que se firmó en el 2016 dice que la JEP que se está aplicando no es la que se pactó en Cuba.
“Si el Acuerdo se hubiera cumplido, yo no hubiera regresado por acá, ¿qué necesidad?”, dice ‘Walter Mendoza’, quien firmó la Paz en 2016 y ahora es dirigente de la Segunda Marquetalia, disidencia que lidera Iván Márquez y con que la que el Gobierno Nacional inició diálogos recientemente.
El guerrillero que hiciera parte del Bloque Suroccidental de las extintas Farc, explica cuál es el objetivo de esas negociaciones y da detalles del atentado que casi le costó la vida al comandante de esa organización al margen de la ley.
Quedan dos años de este Gobierno, ¿se puede lograr un acuerdo de paz en ese tiempo?
Solucionar un problema de esos no es tan fácil en un país con problemas estructurales, históricos, pero creemos que en el gobierno de Petro sí se puedan construir caminos de la paz. Esta vez de desmovilización no vamos a hablar. Eso se hizo en el anterior Acuerdo de Paz y fue un absoluto fracaso. Nosotros vamos a dar un trance de la lucha armada a la lucha política, pero primero se tiene que cumplir lo pactado.
¿Cómo no repetir los errores del Acuerdo de La Habana?
Tenemos una agenda que en el próximo ciclo vamos a revisar con el Gobierno, donde está nuestro legado, nuestras banderas, que siempre han sido el objetivo de las Farc, y eso es lo que vamos a negociar: los cambios para el buen vivir del pueblo colombiano y parar la guerra.
¿Qué rescata de ese Acuerdo del 2016?
Esta es una nueva guerrilla, que fundamos en el 2019, la que firmó lo de La Habana ya no existe. Han pasado ocho años de eso y el Estado no ha cumplido ni 10 % de lo pactado. Es posible que la agenda nuestra tenga puntos en común con ese proceso, pero lo que ha dicho el presidente Petro es que cumplirá esos Acuerdos. Lo que no hizo (Juan Manuel) Santos ni (Iván) Duque, ojalá Petro lo logre, sería muy importante para los reincorporados y para el pueblo.
Si hay acuerdo, ¿ ustedes se desarmarán?
No puedo ser mentiroso, por el momento las armas no están en negociación. Primero el Estado debe comprometerse con el cumplimiento de lo que se pacte, y son los cambios que necesita el país para mejorar la situación del pueblo colombiano, la industrialización de los campos, la forma de vida de los obreros. Si no, la guerra va a seguir. Hay que tener en cuenta que Colombia tiene una cultura guerrillera de más de 60 años, y eso es muy difícil sacárselo a la gente de la cabeza, si no hay transformaciones verdaderas.
¿Usted quiere ser congresista, como algunos de los exfarianos?
Mientras no se cambie esa cultura política demagoga de mentiras y engaños, es imposible meterse en eso. El problema acá no son los gobiernos sino la maquinaria del Estado, que no deja luchar. Mire a Petro cómo lo tiene, no lo han dejado pasar ninguna reforma y, para hacer la paz y cambiar los territorios, se necesitan reformas: a la salud, la educación, etc.
¿O sea que tampoco serían partido político?
Partido político sí, porque el cambio de la lucha armada a la lucha política debe concretarse en un partido por la paz y la reconciliación, pero yo no quiero un puesto político.
‘Walter’, ¿usted por qué se apartó de la Paz?
El proceso de paz de La Habana fue traicionado: Santos y su círculo más cercano hicieron un plan para desarmar y destruir a las Farc, pero no hizo un plan para cumplir lo pactado, que era la reforma agraria integral, garantías políticas y jurídicas, respeto a los Derechos Humanos, lucha contra el paramilitarismo y la corrupción; no cumplió nada. Le entregó a Duque y él se dio el lujo de decir que, como él no había firmado nada, no estaba obligado a cumplir.
¿Pero por qué volvió a las armas?
Primero viene lo de Santrich: un montaje judicial de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez junto con la DEA ya demostrado. Empiezan a matar guerrilleros y a mí, como firmante de los Acuerdos, me vetaron mis derechos políticos y económicos. No pude votar porque estaba inhabilitado, no pude sacar una cuenta bancaria porque estaba en la Lista Clinton. Entonces uno dice: para qué se firma, cuando un proceso de paz no es solo entregar las armas, sino que haya respeto por los firmantes y que se cumpla lo pactado. Los que entregamos las armas no tuvimos garantías políticas ni jurídicas ni económicas. El camarada Iván Márquez, ‘El paisa’, ‘Romaña’, tuvimos que regresar a las armas, no porque nos guste la guerra, sino para salvar nuestras vidas. Si el Acuerdo se hubiera cumplido, yo no hubiera regresado por acá, ¿qué necesidad?
¿Temía que lo extraditaran a los Estados Unidos?
Claro, yo estaba en la lista de extraditables, aunque no nos lo dijeron, pero nosotros lo sabíamos.
Hay quienes no aprueban que haya segundas oportunidades para quienes se apartaron del Acuerdo de La Habana, ¿qué piensa?
Es el pueblo quien debe de decidir: seguimos con otros 60 años de guerra o consolidamos la paz, apoyando el Gobierno del cambio, pero, para nosotros, el Gobierno del cambio necesita más tiempo.
¿Cree que el hoy Partido Comunes los dejó solos, se sienten traicionados por los miembros de las Farc que se desmovilizaron?
Allá muchos que fueron compañeros de trincheras, compartimos alegrías y tristezas, por eso no tengo ningún reparo ni odio contra ellos. Les deseo lo mejor, y ojalá que el presidente Petro ayude a consolidar ese proceso y a solucionar sus problemas.
¿Ustedes se acogerían a la JEP, en caso de llegar a un acuerdo con el Estado?
Para nosotros la JEP no aplica; la que están aplicando no es la que se aprobó en La Habana; a la JEP prácticamente le torcieron el pescuezo y la convirtieron en el derecho penal del enemigo. Nos dijeron que allí tenían que llegar todos los que habían participado en el conflicto y, después de ocho años, no he visto el primer empresario investigado o preso, ni un alto oficial de las Fuerzas Militares. La JEP la convirtieron en la misma justicia ordinaria joder a los más pendejos y encarcelar y perseguir a los pobres. Este proceso tiene que producir una nueva justicia especial.
¿Y apoyarían la convocatoria a una asamblea constituyente?
Por supuesto, porque es la única salida del pueblo para las transformaciones; el constituyente primario es el pueblo. ¿Por qué los partidos no apoyan este proceso?: son 60 años de masacres, injusticias, destrucción del campo. Ya basta de eso, queremos transitar por el camino de la paz.
¿Cómo fueron las muertes de ‘Santrich’, ‘Romaña’ y ‘El Paisa’?
La inteligencia militar está detrás de todo eso, la Policía y el Ejército. Para nadie es un secreto, invadiendo territorio del vecino país, entraron los mercenarios y los asesinaron. Lo mismo el atentado a ‘Iván Márquez’, fue directamente el Estado colombiano, en cabeza de Duque.
¿Y cómo se produjo ese atentado en contra de Márquez?
Él fuma tabaco y, desafortunadamente, recibió una caja con tabaco y llevaba un explosivo de alto poder. Al abrirla, explotó. No sé cómo está vivo: la fortaleza física y mental. En esas yo estaba por el río Guainía. Uno queda impactado porque es el camarada, un referente, el jefe, un hombre luchador, respetuoso con todo el mundo, un ejemplo a seguir.
¿Qué propuesta tienen ustedes para reemplazar los cultivos ilícitos?
La lucha contra las drogas es un profundo fracaso, todo el mundo lo sabe. La única forma es la transformación de los campos, pero al campesino hay que darle las herramientas financieras y técnicas para que lo pueda hacer, y, lo más importante, asegurarle el mercadeo con precios que le generen ganancias para el sustento de su familia.
¿Por qué la guerra contra las disidencias de ‘Iván Mordisco’?
Él ingreso por allá en el 98, antecito de lo del Caguán. Nosotros nunca le declaramos la guerra, él sí; una guerra absurda, donde están involucrados muchachos, gente del pueblo, pero hay caprichos, celos demasiado grandes. Yo personalmente le di unas cartas a Gentil, a ‘Mordisco’ y nunca fueron respondidas. Nos decía que éramos traidores, que queríamos llegar a mandar; después se inventó que estábamos aliados con el Ejército para combatirlos, algo que nunca podrá demostrar, porque no es cierto.
Se dice que la Segunda Marquetalia esta aliada con el ELN. ¿es cierto?
Con los compañeros del ELN somos prácticamente hermanos gemelos, las Farc nacen en 1964 y el ELN un año después. Sí tenemos alianzas, tenemos muy buenas relaciones y sí hay de vez en cuando algunos problemitas, pero a eso le damos solución. Nosotros no queremos repetir esa guerra que se armó en el 2000, fue un error garrafal habernos puesto a enfrentar militarmente a una guerrilla hermana que quiere la paz, que quiere los cambios.
¿Qué buscan con esa georreferenciación de las zonas donde ustedes están?
Nosotros estamos planteando una zona separada geográficamente de coordenadas para que el Gobierno se comprometa a proteger las comunidades dentro de las zonas donde hace presencia la Segunda Marquetalia. Y en un posible desescalamiento del conflicto es necesario esto, porque en Colombia hay más de 30 grupos armados, grupos que por la mañana echan plomo a un lado y luego a otro. Es imposible por eso estar acá y que de repente aparezca un grupo sin saber quién es. Por eso, es potestad del Gobierno proteger esa zona, pero no estamos hablando de militarización ni de despeje.
¿Qué explicación les han entregado sobre los sobrevuelos en las zonas donde ustedes están?
Por eso es importante que los militares estén en la mesa, porque son un factor muy importante para la paz y la construcción de un nuevo país, de una democracia. Vamos a decirle al Gobierno que coloque militares de alto rango, que tengan voz y voto, porque es una negociación política y se requiere de voluntades de todos los sectores: empresarios, estudiantes, partidos, negritudes, indígenas. Hay gente que no quiere la paz, que tienen una visión anti patria, anti paz, que apoyan la corrupción, ellos son los que se oponen a la paz, seguro miedo a perder privilegios, y eso no debe ser así, porque los soldados, los policías, son del pueblo.
¿Ustedes son narcotraficantes?
Por supuesto que no, somos guerrilleros revolucionarios. Eso se lo han inventado desde hace tiempo. Por eso, cuando no existía la droga, Marulanda era violador, atracador, bandolero. Nosotros no tenemos la culpa de que en Colombia haya cultivos ilícitos. Cuando yo ingresé a las Farc, apenas estaban comenzando los cultivos ilícitos. Es más, equivocadamente o no, en Vista Hermosa las Farc tenían la marihuana y fue un problema con los campesinos.
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