“Tenemos un optimismo moderado”, dice Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno con la Segunda Marquetalia

“Las Fuerzas Militares mantienen en forma integral sus competencias constitucionales y legales, pero reconocemos la preocupación de la delegación de la Segunda Marquetalia sobre acciones que pudieran poner en riesgo la integridad de la mesa”.

Esa es una de las conclusiones de Armando Novoa, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos con la disidencia de las Farc liderada por ‘Iván Márquez’, con respecto al anuncio de esa guerrilla de establecer un cese al fuego unilateral.

Para él, el primer tiempo del encuentro entre el Ejecutivo y ese grupo armado ilegal quedó en buenos términos y “avanza en la dirección correcta”, pese a que al inicio se presentaron tensiones que fueron subsanadas con ayuda de monseñor Héctor Fabio Henao, a propósito del operativo realizado por el Ejército en Nariño, que provocó la muerte de alias Hermes, uno de sus integrantes.

¿Qué lectura hace el Gobierno tras el anuncio de cese al fuego por parte de la Segunda Marquetalia?

En la declaración de principios de la Segunda Marquetalia hay una serie de afirmaciones relacionadas con abstenerse de adelantar operaciones o acciones militares contra la Policía y el Ejército, así como la no afectación a las comunidades, no retenciones, que ellos llaman con fines económicos, y a las que se le agregaron aspectos sobre los cuales hay, con razón, mucha sensibilidad en la opinión pública, como no hacer presencia armada ni uniformada en los cascos urbanos y no afectar el normal desarrollo del transporte en las vías principales de comunicación.

Nosotros interpretamos eso como una manifestación en la dirección correcta. Por supuesto, esperamos que eso se cumpla adecuadamente, porque de ese cumplimiento depende la credibilidad y el mismo desarrollo de las conversaciones hacia adelante, de tal manera que tenemos un optimismo moderado, circunstancia que ratificamos en la declaración de la reunión en la ciudad de Caracas, Venezuela.

¿Qué se puede y qué no se debe hacer durante esa declaratoria unilateral de cese al fuego?

Sobre ese tema está prevista una reunión en los próximos días, para el 15 de julio entregar un informe que permita la georreferenciación de las zonas en donde este grupo guerrillero tiene presencia armada, para entregar los insumos adecuados al Presidente de la República y que, dentro del marco de sus competencias, establezca medidas correspondientes con el cese unilateral de hostilidades por parte de la Segunda Marquetalia, para rodear esa manifestación de las garantías necesarias, a efecto de que ese paso inicial de desescalamiento pueda profundizarse y continuarse en los periodos siguientes de conversaciones.

Se dijo que las primeras horas de la mesa fueron muy tensas, pero usted logró bajar los ánimos. ¿Cómo fue ese cara a cara luego del operativo en Roberto Payán, Nariño?

Yo no me quiero referir en concreto a ese aspecto, porque ya conocemos las circunstancias que generaron las declaraciones del Comisionado de Paz, las reacciones de algunos sectores de la opinión, pero, por supuesto, en este tipo de encuentros hay una tensión inicial, hay expectativa y nerviosismo, tanto de la delegación del Gobierno como de la Segunda Marquetalia.

Dentro de las expectativas de cada delegación, jugábamos mucho para que esta primera ronda no fracasara y, por fortuna, eso se logró, más que por mi intervención, por la excelente moderación que estuvo en manos del representante de la Conferencia Episcopal, monseñor Héctor Fabio Henao. Entonces, quiero aprovechar esta circunstancia para hacerle un reconocimiento: sin su papel, esta primera parte no hubiera podido avanzar cómo efectivamente logramos que avanzara.

¿Por qué el Gobierno no decretó un cese bilateral del fuego con estas disidencias de las Farc lideradas por ‘Iván Márquez’?

Porque no era necesario, si la Segunda Marquetalia decretó un cese unilateral del fuego, lo que nos correspondía a nosotros es registrar ese hecho y transmitir la información al Comisionado, al Presidente de la República y a las Fuerzas Militares, para que, previa la medida de la georreferenciación, es decir de la ubicación geográfica de las tropas de este movimiento al margen de la ley, pueda avanzarse y salirnos un poco de la controversia de qué tanto sirve o no un cese bilateral de fuego, que ha sido objeto de controversia en relación con otras mesas de conversaciones y de diálogo.

Mientras se realiza esa georreferenciación, ¿las Fuerzas Militares pueden hacer operativos dentro de estas zonas?

La declaración establece que hasta que eso no ocurra, las Fuerzas Militares mantienen en forma integral sus competencias constitucionales y legales, pero, por supuesto, nosotros tomamos nota de la preocupación que existe por parte de la delegación de la Segunda Marquetalia en el sentido de que sería contraproducente, o tal vez en una dirección contraria, que se produjeran acciones que pudieran poner en riesgo la integridad de la mesa. Pero, repito, equilibrios difíciles, las Fuerzas Militares mantienen sus competencias constitucionales, como lo dice la propia declaración, las cuales pueden modularse a partir del informe de la georreferenciación que establecieron ambas partes.

¿En esta primera etapa se habló de una cifra de retenidos por parte de ese grupo armado ilegal?

No hablamos de un número concreto, pero en la declaración está el compromiso de esa agrupación de dejar en libertad a las personas que se encuentran retenidas arbitrariamente y que están en su poder.

¿Las partes quedaron en un buen ambiente para proseguir a una próxima ronda de negociaciones?

Hablando sobre una ponderación de los resultados, creo que avanzamos en la dirección correcta y ese avance se debe materializar en los próximos días. Esperemos, porque esta partida hasta ahora empieza.

Se ha dicho que tras el Acuerdo del 2016 este proceso no arranca en ceros, ¿es decir que en el próximo ciclo estaría la agenda completa?

Eso tenemos que acordarlo previamente. De aquí en adelante todas las decisiones de la mesa tienen que adoptarse de común acuerdo por ambas delegaciones. No queremos estropear esa regla que fijamos inicialmente de la bilateralidad y de la necesidad del acuerdo previo a cualquier decisión que tenga incidencia sobre el desarrollo de los diálogos al interior de la mesa. Por supuesto la delegación del Gobierno tiene un interés prioritario de que se tengan como punto de partida de esta discusión los alcances, el impacto, los desarrollos y también las problemáticas que se han derivado de la implementación de ese Acuerdo de Paz.