Salud
Azitromicina: estos son los riesgos y los efectos secundarios más comunes al consumir el medicamento
El ingerirlo sin las debidas precauciones podría llegar a causar problemas graves de salud.
La Azitromicina es un medicamento que es catalogado como antibiótico y es uno de los que más es recetado por los médicos ante infecciones bacterianas, infecciones en los oídos e incluso para enfermedades de transmisión sexual.
Sin embargo, es importante resaltar que este tipo de medicamentos solamente pueden ser consumidos siguiendo la recomendación de especialistas en la salud, debido a que la automedicación podría causar graves consecuencias.
Además, el consumir la Azitromicina sin necesidad de ellos puede provocar algunos efectos secundarios en el cuerpo humano que podrían llegar a ser graves, en dado caso de no tener una correcta respuesta a ellos.
Entre los efectos secundarios más leves, de acuerdo con el personal de la salud, están el vomito, dolor de estómago, dolor de cabeza, diarrea y náuseas.
Por otro lado, también se pueden experimentar algunos síntomas de preocupación como desmayos, inflamación en la garganta y el rostro, urticaria, ritmo cardiaco rápido, debilidad muscular, falta de energía, pérdida del apetito incluso sangrado.
En ese sentido, en dado caso de presentar alguno de los síntomas anteriormente mencionados, se recomienda suspender de inmediato el consumo de la Azitromicina y acudir a los servicios de urgencia.
Es importante mencionar que este medicamento debe ser almacenado fuera del alcance de los niños y debe estar siempre guardado en la caja que tiene de fábrica, para así evitar posibles confusiones a la hora de tomarlo.
¿Cómo funciona la Metformina?
La Metformina es uno de los medicamentos más destacados para poder tratar la diabetes, haciendo que incluso algunas de las personas que la consumen hayan sentido una mejoría en su estado de salud.
Este fármaco se consume principalmente de manera oral, y lleva más de un siglo siendo utilizado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, debido a que se centra en la regulación del azúcar en la sangre y mejora la sensibilidad a la insulina.
“La metformina es una clase de medicamentos llamados biguanidas. La metformina ayuda a controlar la cantidad de glucosa (azúcar) en su sangre. Disminuye la cantidad de glucosa que absorbe de sus alimentos y la cantidad de glucosa que forma su hígado (...) también incrementa la respuesta de su cuerpo a la insulina, una sustancia natural que controla la cantidad de glucosa en la sangre.” menciona el portal medlineplus.
Uno de los principales efectos de la metformina es la inhibición de la producción hepática de glucosa. El hígado es un órgano clave en el mantenimiento de los niveles de glucosa en sangre.
En las personas con diabetes tipo 2, el hígado puede liberar glucosa en exceso, lo que conduce a un aumento de los niveles de azúcar en la sangre. La metformina ayuda a reducir esta producción excesiva de glucosa hepática, contribuyendo así a un mejor control de la diabetes.
La metformina también actúa aumentando la sensibilidad a la insulina en los tejidos periféricos, como los músculos y las grasas. En la diabetes tipo 2, las células no responden adecuadamente a la insulina, lo que se conoce como resistencia a la insulina. Al aumentar la sensibilidad a la insulina, la metformina facilita la entrada de glucosa en las células, disminuyendo los niveles de azúcar en la sangre.
“Se considera como un sensibilizador de insulina porque aumenta la sensibilidad a la insulina, disminuye la concentración de glucosa plasmática sin aumentar la secreción de insulina”, menciona la Dra. Elsy Velázquez en el portal ve.scielo.
No obstante, se debe recordar que aunque ha sido uno de los medicamentos que mejore eficacia ha mostrado para tratar la diabetes, siempre se debe consumir bajo estricta recomendación de los especialistas en salud.
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