¿Cómo detectar si se tiene anemia?

La anemia es un trastorno que se desencadena cuando el organismo carece de glóbulos rojos sanos o de hemoglobina en cantidad suficiente, para llevar oxígeno a los tejidos del cuerpo.

La hemoglobina es una proteína presente en los glóbulos rojos, es la encargada de transportar el oxígeno desde los pulmones a los demás órganos del cuerpo. La presencia de anemia puede dar lugar a síntomas que incluyen fatiga, debilidad y hasta dificultad al respirar.

Existen numerosos tipos de anemia, cada uno con su propia causa subyacente, duración y gravedad. En algunos casos, la anemia puede manifestarse de manera temporal, mientras que en otros, se convierte en una señal de alarma de una enfermedad subyacente más grave.

Una alimentación balanceada y orientada por profesionales de la salud en el área de nutrición puede ser la mejor manera de prevenirla o de llevar un mejor tratamiento.

Síntomas de la anemia

Las dolencias asociadas a la anemia varía según su causa y gravedad, como se comentó anteriormente, la anemia puede ser tan leve que no presenta síntomas. Sin embargo, con el tiempo, estos malestares pueden empeorar a medida que se desarrolla.

1. Fatiga y debilidad.
2. Palidez o coloración amarillenta en la piel, más evidente en personas de piel clara.
3. Latidos irregulares del corazón.
4. Mareos o aturdimiento.
5. Dolores en el pecho o de cabeza.
6. Sensación de manos y pies fríos.

Es fundamental consultar con un profesional de la salud en caso de experimentar cansancio inexplicado, ya que un bajo nivel de hemoglobina, es un indicativo principal de padecer anemia. En muchas ocasiones, se descubre que se padece anemia cuando se intenta donar sangre y se le informa a la persona que su nivel de hemoglobina es bajo.

Causas de la anemia

Las causas de la anemia son diversas y se pueden agrupar en tres categorías:

1. El cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos o hemoglobina.

2. El sangrado provoca una pérdida de glóbulos rojos y hemoglobina más rápida de lo que pueden reemplazarse.

3. El cuerpo destruye los glóbulos rojos y la hemoglobina contenida en ellos.

Los glóbulos rojos desempeñan un papel relevante al transportar oxígeno desde los pulmones hacia todo el cuerpo. Estos glóbulos son ricos en hemoglobina, una proteína que da a la sangre su característico color rojo.

La hemoglobina permite a los glóbulos rojos transportar oxígeno desde los pulmones a todos los rincones del organismo y, a su vez, llevar el dióxido de carbono desde otras partes del cuerpo de vuelta a los pulmones, donde se expulsa.

La médula ósea, ubicada en la materia esponjosa de los huesos más grandes, es la encargada de producir tanto los glóbulos rojos como la hemoglobina. Para fabricarlos, el cuerpo necesita nutrientes específicos como hierro, vitaminas B12 y folato, que se obtienen a través de la alimentación.

Alimentos para combatir la anemia

Algunos de los alimentos recomendados por los especialistas son las “sustancias, nutrientes y alimentos que son favorecedores o activadores de la absorción del hierro. Entre ellos destaca por su importancia la vitamina C (también denominada ácido ascórbico). Esta vitamina se encuentra en altas concentraciones en las frutas ácidas –como kiwi, fresas, mango, zumo de pomelo–, y algunos vegetales –como el pimiento rojo, col, coliflor y el brócoli–”, afirma la endocrinóloga, en el artículo publicado por CuidatePlus.

A su vez, el portal de salud menciona las proteínas animales, tales como carne y pescado, que son facilitadores de la absorción del hierro, además de los ácidos orgánicos –como el cítrico, láctico y málico–, y algunos azúcares –como el sorbitol y la fructosa–.

Por su parte, Mayo Clinic reveló que el alcohol puede contribuir a la anemia por deficiencia de vitaminas, así que si se decide beber alcohol, se debe hacer con mesura. En el caso de los adultos sanos, generalmente se considera que el consumo moderado de alcohol equivale a lo siguiente:

• Dos bebidas al día para hombres de 65 años o menos.
• Una bebida al día para los hombres mayores de 65 años.
• Una bebida al día para mujeres de cualquier edad.

Sobre la misma línea, otras recomendaciones para prevenir la anemia son consumir alimentos ricos en hierro como la carne vacuna y otras carnes, frijoles, lentejas, cereales fortificados con hierro, verduras de hoja verde oscuro y frutas secas, espinaca, nueces y algunas frutas secas como las pasas de uva.

El folato, y su forma sintética de ácido fólico, se puede encontrar en frutas y jugos de frutas, arvejas verdes, frijoles rojos, cacahuates y productos de granos enriquecidos, tales como pan, cereales, pasta y arroz.

Hay que señalar que la deficiencia de hierro no es común, pero es posible que ocurra en las personas que no comen carnes, aves o marisco, que sufren pérdida de sangre, trastornos intestinales que interfieren con la absorción de nutrientes o que llevan una dieta malsana.