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Hígado graso
El hígado graso no siempre está relacionado a la ingesta de alcohol, como es de conocimiento general al mencionar este padecimiento. | Foto: Getty Images/iStockphoto

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¿Cómo saber si se tiene hígado graso no alcohólico?

Es importante realizar exámenes médicos periódicos para recibir un diagnóstico preciso.

7 de octubre de 2023 Por: Redacción El País

El hígado graso no alcohólico es una enfermedad en la que hay acumulación de grasa en el hígado. Es importante aclarar que esta afección no es causada por el consumo excesivo de alcohol.

De acuerdo con Mayo Clinic, “la enfermedad del hígado graso no alcohólico es un término general para una variedad de afecciones hepáticas que afectan a las personas que beben poco o nada de alcohol. La característica principal es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas”.

Según el portal web especializado, este padecimiento es más común en los países de occidente, y se caracteriza por la inflamación del hígado que puede progresar a cicatrización avanzada (cirrosis) e insuficiencia hepática. Este daño es similar al causado por el consumo excesivo de alcohol.

El té de romero no se recomienda para pacientes que tengan diagnosticadas enfermedades relacionadas con el hígado sin una orientación médica. Foto: Gettyimages.
El té de romero no se recomienda para pacientes que tengan diagnosticadas enfermedades relacionadas con el hígado sin una orientación médica. Foto: Getty images. | Foto: Foto Gettyimages

En cuanto a los síntomas, estos pueden incluir: fatiga, dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen, hinchazón abdominal (ascitis), vasos sanguíneos agrandados justo debajo de la superficie de la piel, bazo agrandado, palmas rojas y color amarillento en la piel y en los ojos (ictericia).

Aunque pueda identificar estos signos de alerta, debe tener en cuenta que es importante consultar con un médico para obtener un diagnóstico preciso y oportuno por parte del profesional en salud.

Mayo Clinic precisa que los expertos no saben exactamente por qué algunas personas acumulan grasa en el hígado mientras que otras no. “De manera similar, no se termina de entender por qué algunos hígados grasos desarrollan inflamación que avanza hasta la cirrosis. Sin embargo, algunos de los signos del hígado graso no alcohólico son: sobrepeso, resistencia a la insulina, azúcar alta en la sangre y niveles altos de grasas, particularmente triglicéridos, en la sangre”, indica.

El sitio web también explica que estos padecimientos pueden favorecer el depósito de grasa en el hígado. “Para algunas personas, este exceso de grasa actúa como una toxina para las células hepáticas, lo que causa inflamación del hígado y esteatohepatitis no alcohólica, lo que puede llevar a una acumulación de tejido cicatricial en el hígado. Entre el 5 % y el 12 % de las personas con esteatohepatitis no alcohólica desarrollarán cirrosis”.

Hígado graso
El hígado graso si no se ataca puede derivar en cirrosis. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Mientras que los factores de riesgo tienen que ver con tener el colesterol alto, niveles altos de triglicéridos en la sangre, síndrome metabólico, obesidad, particularmente cuando la grasa se concentra en el abdomen; síndrome del ovario poliquístico, apnea del sueño, diabetes tipo 2, baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo) y baja actividad de la glándula pituitaria (hipopituitarismo).

“La principal complicación de la enfermedad del hígado graso no alcohólicoy la esteatohepatitis no alcohólica es la cirrosis, que es una cicatrización tardía en el hígado. La cirrosis ocurre en respuesta a una lesión hepática, como la inflamación en la esteatohepatitis no alcohólica. A medida que el hígado trata de detener la inflamación, produce áreas de cicatrización (fibrosis). Con la inflamación continua, la fibrosis se propaga y afecta a cada vez más tejido hepático”, explica Mayo Clinic.

Expertos en salud también indican que si el proceso no se interrumpe, la cirrosis puede provocar:

  • Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis).
  • Hinchazón de las venas del esófago (várices esofágicas), que pueden romperse y sangrar.
  • Confusión, somnolencia y dificultad en el habla (encefalopatía hepática).
  • Cáncer de hígado.
  • Insuficiencia hepática terminal, lo cual significa que el hígado ha dejado de funcionar.
Hígado graso
El hígado graso se puede presentar por la ingesta de una alimentación inadecuada. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Finalmente, como método de prevención, expertos en salud recomiendan incluir una dieta saludable basada en verduras y frutas, cereales integrales y grasas saludables. También mantener un peso saludable, para ello se recomienda reducir el número de calorías que consume cada día y realizar actividad física de 15 a 20 minutos al día al menos tres días a la semana.

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