¿Cómo ver la final de ‘infarto’ entre Colombia y Argentina sin riesgos para su salud? Expertos responden

Después de 23 años, este domingo 14 de julio la Selección Colombia sueña con alzar la Copa América por segunda vez en su historia. La ‘tricolor’ se enfrentará a Argentina en Miami, Estados Unidos, en lo que promete ser un partido ‘de infarto’.

Algunas generaciones verán, por primera vez, a los cafeteros luchar por el campeonato del continente. Mientras que otras esperan que se repita la historia del año 2001, cuando Colombia derrotó 1 por 0 a México.

Millones de colombianos se alistan para vivir con euforia este imperdible duelo deportivo. Sin embargo, no hay que olvidar que la tensión o el estrés por la pasión futbolera podría tener repercusiones en la salud.

Investigaciones demuestran la relación entre los partidos de fútbol y la salud. En 2008, por ejemplo, un estudio publicado en el New England Journal of Medicine en 2008, analizó la incidencia de eventos cardíacos durante la Copa del Mundo de 2006, disputada en Alemania.

En esa oportunidad, los expertos encontraron un aumento significativo en la tasa de infartos de miocardio y otros eventos cardíacos en los días que jugaba el equipo alemán, sobre todo en los partidos críticos para esa Selección.

Ante este escenario, los especialistas plantean la necesidad de tomar medidas para mantener la calma y gestionar el estrés. Luz Adriana Ausique, experta en terapia cardiorrespiratoria de la Universidad Manuela Beltrán, señala que el estrés que genera ver un partido decisivo como la final entre Colombia y Argentina, “podría generar efectos en la salud debido a la estimulación del sistema nervioso simpático”.

“Esto genera catecolaminas, que aumentan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y, en ocasiones, pueden provocar arritmias cardíacas”, agrega la especialista, quien aclara que “el riesgo de que se produzca un infarto coronario en la población en general, por esta causa, es menor al uno por ciento”.

No obstante estas alteraciones podrían ser más comunes en ciertos grupos poblacionales, como “un paciente que ha tenido en el último mes alguna intervención quirúrgica o un evento coronario, como un infarto”.

En esos casos, dice Ausique, la recomendación principal es consultar con “su médico tratante y evaluar la posibilidad de ajustar las dosis de los medicamentos que pueda estar tomando con el objetivo de disminuir riesgos. Además, ver el partido en compañía y tomar pausas cortas durante la final cada 15 minutos”.

Hay que decir que una final de este calibre, no solo podría implicar riesgos físicos, sino que también tendría un impacto significativo en la salud mental de los aficionados. Un partido de gran importancia como este puede detonar altos niveles de estrés, ira y agresividad, lo que puede afectar la tolerancia y el comportamiento de las personas.

Para el manejo de esas situaciones, Alejandro Rincón, psicólogo del deporte de la Universidad Manuela Beltrán recomienda “implementar estrategias como la respiración lenta y tener un objeto en la mano para ayudar a disminuir los niveles de activación emocional que pueda estar presentando”.

Según el experto, también es fundamental organizar un escenario adecuado para ver el partido, “es importante reconocer el nivel de riesgo propio, ser claro de cuánto me dejo llevar por las emociones y qué contexto puede hacer que esa respuesta se intensifique. Dependiendo de eso se pueden ajustar los planes y organizar espacios con personas que ya me conocen y me ayudan a controlar las emociones y evitar lugares que me generen lo contrario”.