HUV
Conozca a los héroes de 'cuatro patas' de la fundación que ofrece zooterapia a niños en Cali
La Fundación Pasos ofrece a niños pacientes con terapias con animales. Ha logrado que importantes centros médicos le permitan practicar la zooterapia durante su hospitalización.
Cali abrió las puertas de sus hospitales, centros educativos, de terapia y mucho más a los héroes de cuatro patas. La rehabilitación corporal y emocional con canes y equinos se ha convertido en una alternativa provechosa para los pacientes de la ciudad, independientemente de su diagnóstico.
La zooterapia o terapia asistida con animales se realiza desde el siglo XVIII y busca ayudar a todo tipo de pacientes a través de la guía y la comodidad que puede brindar un animal dentro de la búsqueda de bienestar y salud para un paciente.
Esta es una alternativa sumamente efectiva, ya que como lo afirma Sandra Aristizábal, directora de la Fundación Pasos, “inicia con un avance emocional y a través de este empieza a notarse el progreso físico, cuando un paciente se conecta y tiene una ilusión, su cuerpo logra recuperarse mucho más fácil”.
La Fundación Pasos cuenta con profesionales en el campo de la Psicología, Zootecnia, Veterinaria y Etología, además de recibir el apoyo de voluntarios en el campo de la Pedagogía, Fonoaudiología, entre otros profesionales que ofrecen sus servicios.
Por ejemplo, el programa Paladras, un espacio en el que docentes y profesionales en la Zooterapia, les leen cuentos a los niños mientras están acompañados por los perros de la Fundación.
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El primero en abrir sus puertas para estas actividades fue el Hospital Universitario del Valle (HUV), el cual permitió que la Fundación Pasos realizara un primer encuentro con los niños hospitalizados en el ala de pediatría.
Sandra asegura que después terminar la jornada, ella como directora de la Fundación Pasos, y Juan Pablo Restrepo, como Coordinador de Pediatría del HUV, estuvieron seguros de que esa sería una actividad permanente en el centro asistencial.
Actualmente la Fundación llena de alegría los días de niños y adolescentes, mediante visitas semanales en las que Mocca, un ‘french poodle’ de 11 años, y Federico, un ‘golden retriever’ de cabello dorado, caminan por los pasillos del hospital como si fuera su casa.
Una de las testigos de la magia es Luisa Fernanda Rendón, madre de Shary Arroyo, una pequeña de 9 años que ha estado interna desde hace más de 4 meses en el HUV, en tratamiento de recuperación de un trauma craneoencefálico severo causado por un accidente automovilístico.
Diagnósticos como el de Shary reducen la movilidad del paciente, por lo que la terapia es indispensable y la alternativa de realizarla con canes ayuda a amenizar el proceso, tal como lo cuenta Luisa. “Para todos es una alegría que lleguen los perros de la fundación, nos ayudan a distraernos y hace que el avance de Shary sea mucho más rápido, pues antes solo realizaba terapia convencional y no podía moverse como lo hace ahora”.
Son mas que canes que visitan a los niños, sino que les permiten dejar a un lado su dolor. Por ello, estos animales son recibidos entre gritos, sonrisas y aplausos, porque hacen de la terapia un juego, asegura Lidia Zúñiga, voluntaria de la Fundación Pasos.
“Cuando llegamos a realizar esta terapia se nota el cambio, los niños que de pronto se encontraban tristes o llorando, luego se despiden con una sonrisa. Además, venir cada semana y ver que su avance ha sido más rápido, es maravilloso”, comenta Lidia.
Sandra Aristizábal no solo es pionera en la defensa del derecho a la asistencia física y emocional con canes en el Valle del Cauca; también lo es como creadora de la Fundación Pasos, una organización dedicada a llevar la zooterapia a distintas entidades del Valle del Cauca, principalmente Cali.
La Fundación Pasos rodea de esperanza el diagnóstico de niños y jóvenes en instituciones como el HUV, Asodisvalle, el Instituto Tobías Emanuel, y recientemente, el Centro Médico Imbanaco. Durante sus visitas, los perros contribuyen con la terapia motora y emocional de una manera lúdica.
La Asociación de Discapacitados del Valle (Asodisvalle), ha sido una de las instituciones más activas en la implementación de la zooterapia, puesto que Soñador, un ‘golden retriever’ de la Fundación Pasos se encuentra permanentemente en sus instalaciones.
Soñador lleva su nombre gracias a la vivencia de Jeison Aristizábal, fundador de Asodisvalle, quien cree firmemente que su labor se mantiene gracias a una cadena de sueños. Allí, se atienden las necesidades educativas, motoras y emocionales de niños y jóvenes discapacitados desde hace más de 19 años.
Y la presencia de Soñador en su sede del barrio Ramiro Balcázar, en el oriente de Cali, facilita que para los niños de la institución sea más fácil seguir su proceso en este centro de rehabilitación que acoge a más de mil niños y jóvenes de la ciudad.
El objetivo de Asodisvalle es transformar la vida de niños en situación de discapacidad, asegura Jeison. “Los niños siempre reciben a los animalitos con una cercanía y felicidad increíble. porque esta terapia genera un impacto muy grande en sus vidas”, dice el fundador de Asodisvalle.
La Fundación Pasos recién empezó las terapias con animales en el Centro Médico Imbanaco, con el propósito de impactar a los niños de esta institución, y además, conseguir incentivos en otras instituciones privadas para así tener un flujo de dinero que les permita llegar a comunidades vulnerables.
Galopar también cura
Juan Camilo Moreno realiza lo que él ha denominado Desarrollo Asistido con Caballos, un concepto construido en conjunto por psicólogos, pedagogos, sociólogos, antropólogos, etólogos y demás profesionales.
Ellos enfocan su programa en niños que han pasado por procesos de vulneración social, abuso, negligencia, abandono, maltrato, entre otras circunstancias.
Los infantes con los que trabajan, se encuentran en el Hogar Bambi Chiquitines, un espacio para los niños que se encuentran viables para realizar una adopción o están en espera de que su familia pase por un proceso con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) para su reincorporación.
La Fundación Paso Trote Galope trabaja con niños entre los 3 y 6 años, en un programa de doce semanas que se realiza en una finca al sur de la ciudad.
Éste se enfoca en despertar los pilares de la inteligencia emocional, como la autoconfianza, el empoderamiento, el autocontrol, la tolerancia, el respeto, el trabajo en equipo y el liderazgo.
El fundador de la organización Paso Trote Galope, Juan Camilo Moreno, aclaró que “el caballo no es una herramienta, es un compañero de trabajo y se caracteriza por sus principios de inteligencia emocional, su manera de vivir en comunidad; por esto, cuando acercamos al niño a través de la pedagogía, él crea lazos con el caballo a través de estos principios”.
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