¿Cuáles son las causas del dolor de cintura y cuáles son las recomendaciones para prevenirlo?

La región de la cintura se encuentra relacionada con varias estructuras anatómicas, vertebras, músculos y ligamentos. Por consiguiente, está relacionada con varios órganos vitales del cuerpo como los riñones, intestinos, órganos reproductivos y los órganos que forman el sistema del tracto urinario del cuerpo. Por qué duele la cintura y qué se puede hacer para aliviarla.

En el 50% de los casos, el dolor lumbar es originado por trastornos de los músculos y los ligamentos. Las malas posturas al trabajar, el entrenamiento que no es bien cuidado, el sedentarismo, algunos traumatismos, generan un desbalance muscular que trae distensiones, esguinces o contracturas.

En el 40% de los casos, las lesiones articulares son el origen del dolor lumbar. Las articulaciones de esta región pueden sufrir artrosis, artritis, deshidratación o desecación intervertebral.

En estos dos casos, que son la mayoría de los dolores de cintura, se puede aplicar calor o hielo en el área. El hielo se usa las primeras 48 a 72 horas, y luego calor. Se pueden tomar analgésicos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol. Hay que tratar de dormir en posición fetal por unos días y con una almohada entre las piernas.

Otra causa, aunque no tan frecuente, es una hernia discal. En este caso, el dolor no solo se ve localizado en la cintura, sino también en molestias en otras zonas.

Hay que tener en cuenta que si los dolores no ceden, hay que consultar con el médico de cabecera para averiguar algún otro origen que tenga que ver con los órganos internos que pueden reflejar en esa zona.

Esto podría ser una enfermedad renal, alguna afección en los órganos pélvicos, gastrointestinales o, bien, un aneurisma aórtico.

Cuando el dolor se encuentra en el lado izquierdo de la región lumbar baja, se ve asociado a disfunciones en los riñones, colon irritable y la vejiga, mientras que la lumbalgia en la zona baja derecha está relacionada a la disfunción de útero o próstata o al intestino delgado.

Si bien estos órganos pueden estar alterados por una situación de estrés, alguna enfermedad más grave es necesario que sea detectada y tratada.

Recomendaciones para prevenir el dolor de cintura

La falta de ejercicio y el sobrepeso suelen estar muy involucrados en el desarrollo de discos herniados, en el desgaste en las articulaciones, ligamentos o tendones, en la tensión muscular que se acumula sin que nada la relaje.

Sin dudas, la forma más efectiva que contrarrestar la causa mayor del dolor de cintura es el ejercicio físico combinado con un sano estilo de vida, enfocado en mantener la salud de la espalda. Así lo detallan estudios publicados por la Mayo Clinic.

Algunas recomendaciones pueden reducir el riesgo de padecer este dolor: realizar ejercicios y estiramientos de la espalda de manera regular; evitar estar sentado por largos períodos y hacer pausas activas durante las jornadas de trabajo; mantener recta la espalda.

Al levantar peso, flexionar las rodillas y hacerlo con el cuerpo completo y no solo con la espalda y la cintura. También, es cierto que si se tiene la posibilidad, hay que comprar un buen colchón, preferiblemente ortopédico.

Mantener un peso saludable no es una cuestión estética. El sobrepeso puede aumentar el riesgo de desarrollar dolor de espalda, además de otras patologías como la diabetes, la hipertensión y el hígado graso.

El efectivo ejercicio japonés para reducir la barriga y moldear la cintura

Uno de los más conocidos es el conocido como “ejercicio de respiración abdominal” o “ejercicio de respiración profunda”, muy común en la cultura japonesa. Esta técnica de respiración controlada puede ofrecer beneficios como:

• Relajación: practicar la respiración profunda puede inducir una sensación de relajación y calma, reduciendo el estrés y la ansiedad. El estrés crónico puede contribuir al aumento de peso abdominal debido a las hormonas del estrés que afectan la distribución de la grasa.
• Mejora de la digestión: puede estimular la función del sistema digestivo y mejorar la circulación sanguínea en la zona abdominal, lo que puede contribuir a una mejor digestión y reducir la hinchazón.
• Fortalecimiento del músculo abdominal: aunque el ejercicio no es de alta intensidad, el enfoque en expandir y contraer el abdomen puede ayudar a fortalecer ligeramente los músculos abdominales.
• Promoción de la conciencia corporal: al llevar a cabo estos movimientos y centrarse en el abdomen, se puede aumentar la conciencia de la postura y el uso adecuado del diafragma al respirar, lo que puede influir en una mejor postura abdominal.
• Control de porciones: algunas personas utilizan la respiración consciente antes de las comidas para aumentar la conciencia de su hambre y saciedad, lo que podría ayudar a controlar el consumo excesivo de alimentos y por ende prevenir el aumento de peso.