Cuidado con los pelos que se traga su gato: estas son las consecuencias

Los gatos son animales domésticos muy queridos, muchas personas los prefieren por su independencia y por su personalidad y su meticulosa limpieza. Lamerse y acicalarse es algo natural en los felinos: lo hacen para mantenerse limpios y liberar el estrés.

Los gatos dedican hasta doce horas diarias a lamerse y cuidar de su higiene personal. Esto es algo normal, pero a veces puede tener consecuencias negativas, como la formación de bolas de pelo. Dado que invierten hasta el 50 % de su tiempo en su aseo personal, es común que ingieran constantemente pelos que su sistema digestivo debería procesar y eliminar sin problemas.

Sin embargo, en ocasiones el sistema digestivo no logra deshacerse de los pelos, lo que provoca su acumulación en el estómago y los intestinos. Como resultado, los gatos suelen vomitar estas desagradables bolas de pelo, a pesar de que deberían eliminarse de manera normal durante la digestión.

Cuando el problema se vuelve más serio y la cantidad de pelo acumulado en el sistema digestivo es insostenible, el vómito se convierte en un método de depuración de emergencia.

Aunque esto ocurre, hay momentos en los que la acumulación de bolas de pelo en los gatos puede causar un bloqueo en el tracto intestinal, e incluso se pueden formar bolas de pelo de hasta 12 cm de diámetro. Esto representa un riesgo de vida para la mascota y podría requerir una cirugía de emergencia.

Carolina Figueroa, médico veterinario de Royal Canin, habló con el medio de comunicación el El Mostrador que “a pesar de lo peligrosas que pueden llegar a ser las bolas de pelo en los gatos, no se debe evitar que el felino se acicale, ya que es parte natural de su comportamiento. Sin embargo, se deben tomar medidas para evitar el exceso e innecesario consumo de pelos, como cepillarlos con frecuencia para ayudar a eliminar el exceso de pelos muertos”.

Agrega: “Es importante estar atentos a los síntomas que pueda presentar el gato, como decaimiento, apatía, fiebre, arcadas frecuentes, vómitos y estreñimiento. Estos pueden indicar problemas serios relacionados con las bolas de pelo. Si se observan estos signos en la mascota, lo mejor es llevarla a un veterinario de confianza para su revisión y diagnóstico”.

“En ocasiones la regurgitación de bolas de pelo se produce junto con alimentos, por lo que si esto ocurre con mucha frecuencia, podríamos estar frente a desequilibrios nutricionales y debemos tomar medidas para evitar o reducir su frecuencia”.

Otra forma de cuidar a estos felinos es por medio de una alimentación adecuada para prevenir la obstrucción intestinal. Figueroa menciona que existen alimentos especializados en el mercado que abordan esta problemática común y protegen la salud de los gatos.

Estos alimentos contienen ingredientes que estimulan el tránsito intestinal, lo que permite que los pelos ingeridos se eliminen a través de las heces en lugar de quedarse estancados en el estómago y, finalmente, ser regurgitados.

Las bolas de pelo no son saludables y constituyen un tema importante de salud que los dueños de gatos deben tener en cuenta en todo momento. Si se observa una alta frecuencia de regurgitación de bolas de pelo o se sospecha que la mascota está sufriendo un bloqueo intestinal debido a las bolas de pelo, es fundamental acudir de inmediato a un especialista para diagnosticar y tratar el problema.

¿Qué pasa si una personas se traga un pelo de gato?

Por lo general, no hay motivo de preocupación. Los pelos de gato suelen ser delgados y flexibles, lo que facilita su paso a través del sistema digestivo sin causar problemas. En la mayoría de los casos, el pelo se eliminará de forma natural a través de las heces sin causar daño alguno.

Sin embargo, en casos excepcionales, es posible que el pelo de felino se acumule en el sistema digestivo de una persona y forme una masa compacta conocida como tricobezoar. Esto es más común en personas con trastornos gastrointestinales, como la enfermedad de Crohn o la tricotilomanía (hábito de arrancarse el pelo). Si se forma un tricobezoar, pueden presentarse síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos o estreñimiento.